sábado, 30 de enero de 2016

COACHING SEXUAL: A ENTRENAR QUE SE ACABA EL MUNDO


COACHING SEXUAL: A ENTRENAR QUE SE ACABA EL MUNDO

“Si el sexo no fuese la cosa más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí.” 
Cesare Pavese

Hojeando un viejo ejemplar del diario "Clarín"  me enteré de algunas cositas intrascendentes que no vale la pena mencionar, y de otras tan, pero tan trascendentes, que pueden cambiar para siempre la insulsa vida de una simple mortal como yo. Entre esas noticias sensacionales hubo una que se destacó por su emoción y algarabía: el arribo a nuestro querido país del sex coaching, una novedosa terapia para levantar el deseo, entre otras cosas. Si ustedes quieren una vida sexual poderosa y no una vida simple y aburrida, no pueden verbalizar con sus parejas sus preferencias y necesidades sexuales o, simplemente, quieren hacer  de cada encuentro erótico una experiencia inolvidable, tienen que recurrir ya a una gratificante sesión de coaching sexual, donde un entrenador los pondrá a tiro para conseguir todas aquellas puercas delicias carnales que hasta el día de hoy les han sido vedadas.  Eso, por lo menos, es lo que nos cuenta Alejandro Gorenstein, autor del artículo que publicó nuestro vapuleado diario de cada día.
El coaching sexual nació en los encuentros gestálticos de la Escuela de Palo Alto (California, Estados Unidos), en los años '60 y '70, como un recurso  eficaz para solucionar algunos problemitas  sexuales en las parejas (el nombre de la escuela, mis queridos, es sólo una feliz casualidad). Desde hace aproximadamente diez jacarandosos años esta lujuriosa terapia comenzó a utilizarse en América Latina y, muy recientemente, llegó a nuestras pampas. Según la psicóloga  Celia Laniado,  miembro de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana y líder del coaching sexual en nuestro país, las que toman la iniciativa para que las parejas desmotivadas se enreden en este tratamiento innovador son las mujeres, ávidas por encontrar más y mejores formas de gozar. Los señores, en cambio, son mucho más reservados y  tradicionales a la hora de hacerle frente sus entuertos sexuales: consultan a un sexólogo.
Las sesiones duran entre 45 minutos y una hora, tienen una frecuencia semanal o quincenal, y cuentan con dos modalidades: presencial (en consultorio) y on line. Según Olga Marega, especialista en Sexología Clínica y Master en Sexualidad Humana, la primera opción es, sin ninguna duda, la más adecuada, pero, dada la falta de especialistas idóneos en lugares como La Quiaca, la modalidad virtual, a través de una videoconferencia, es también una opción válida para las parejas que viven en el traste del mundo y están ansiosas de mejorar sus encuentros amorosos. En estas sesiones, el entrenador sexual trabaja con preguntas especialmente formuladas para detectar temores, prejuicios y estupideces varias que atentan arteramente contra los orgasmos bien avenidos y les encarga a los tórtolos desmotivados una serie de tareas que incluyen diferentes ejercicios eróticos. Como no podía ser de otro modo, para levantar ardores y corazones, se utilizan técnicas orientales milenarias, como el sexo tántrico, el jugoso repertorio del Kamasutra, métodos de respiración y meditación hinduista, y  sexo Karezza, basado en un prolongado contacto físico con la pareja.“También les doy preguntas para reflexionar y escribir durante la semana”, dice Celia Laniado, y una, adicta a lápices, lapiceras, viejas Olivetti y modernos teclados, no puede dejar de sospechar que esa debe ser la parte más divertida del asunto.
Yo no sé si será cierto o no, pero varios artículos recogidos en Internet y revistas femeninas casquivanas hablan de una tercera modalidad: in situ. La particularidad de la misma es que el coach presencia el acto sexual de los consultantes, dando precisas indicaciones para que se lleve a cabo de una manera harto exitosa. Por supuesto, esta es una variante para osados y/o exhibicionistas, ya que la mayoría de las personas de bien no tolerarían a un señor que, en pleno acto carnal, les diera indicaciones típicas de un director de película porno ( “Así está muy bien, chicos, no se agiten tanto, respiren hondo… Vos acercate un poco más hacia el torso de él… Así, ¡muy bien!… ¿Sentís cómo él te roza?”, etc.).
“El coaching sexual permite vivir de otro modo la propia sexualidad, adquiriendo nuevas habilidades sexuales y mejorando la intimidad con la pareja. Esta actividad no tiene ninguna contra siempre que sea realizado por profesionales especializados”, comenta la licenciada Diana Resnicoff, psicóloga y sexóloga, pero advierte que hay temas como la capacidad de desarrollar amor e intimidad, que no pueden enseñarse.
Eric Amaranth es, según mis averiguaciones más recientes, siempre orientadas a dar felicidad y bienestar a mis lectores, el coach sexual del momento. Vive En Nueva York y trata a varios famosos. Ya saben ustedes, mis queridos, que los famosos están tan al divino botón que se enganchan con cualquier iglesia, escuela, terapia o secta más o menos novedosa.
El artículo del diario "Clarín", además de presentarnos esta nueva argucia para optimizar nuestros devaneos lúbricos, ofrece también una serie de consejos elaborados por los entrenadores sexuales para ir mejorando nuestro erotismo antes de dar el gran paso y contratar a uno de ellos, tales como bailar desnudos en pareja antes de acostarnos (frente esta sugerencia mi consorte me espetó que le daba vergüenza de  pensarlo nomás), concretar románticas escapadas de fin de semana por lo menos dos o tres veces al año, encontrarse fuera de la casa para hablar de sexo (no, en el patio no vale, hay que buscar locaciones más venturosas, como cafés, bares, restaurantes, etc.), potenciar al máximo nuestra creatividad e innovar el escenario del encuentro sexual.
Informados ustedes de esta nueva terapia doy por cumplida la misión que me propuse al sentarme a escribir este esclarecedor opúsculo.  Considerando que, quienes se animan a contratar un coach sexual buscan aprender algo más acerca de su sexualidad y de la sexualidad de sus parejas, me despido con un pensamiento de Jim Rohn: “El aprendizaje es el principio de la riqueza. El aprendizaje es el principio de la salud. El aprendizaje es el principio de la espiritualidad. En la búsqueda y el aprendizaje comienza todo el proceso milagroso.”

De nada.

PINGÜINOS EN LA CAMA


 PINGÜINOS EN LA CAMA

“El matrimonio, al contrario de la fiebre, comienza con calor y termina con frío.” 
Georg Christoph Lichtenberg

Vamos aclarando el panorama: detesto a Ricardo Arjona. Pero en esta especialísima ocasión le he pedido prestados sus pingüinos encamados para intitular este opúsculo que alude a los fríos indeseables que se cuelan en los lechos y en los corazones de los individuos emparejados. La clarividente revista “Cosmopolitan”, siempre al servicio de la comunidad femenina, ha publicado un esclarecedor artículo acerca del decaimiento del amor en las épocas invernales. Ofreciendo, además, una lista de situaciones desesperadas que indican irrefutablemente que nuestras relaciones pasionales están en el freezer.
Parece que en invierno las parejas se enfrían de modo irremediable. Y no hay cabaña de troncos ni fueguito en la chimenea que valgan. Según la revista yankee “Psychology Today”, las yuntas amatorias tienen el doble de posibilidades de separarse en tiempos inclementes. ¿A qué se debe esta triste congelación? En primer lugar, a que a mitad del año, justo cuando se da la temporada invernal en el hemisferio sur, los seres humanos estamos sumamente ocupados con nuestros asuntos laborales y nos encontramos, además, agotados y abrumados. Y, en segundo, a que nuestros cuerpecillos se resisten a los desgastes físicos que implican notables pérdidas de temperatura y energía, y prefieren duplicar su volumen consumiendo chocolate de manera harto irracional.
Pero ya se sabe: la “Cosmopolitan” tiene soluciones para todo. Y nos dice qué hacer para erradicar de nuestros tálamos a los fresquísimos pingüinos, que serán muy simpáticos pero impiden la feliz concreción del acto amatorio. Así que aquí van los remedios “Cosmo” para zanjar esas crudas realidades que nos aquejan en invierno y, de yapa, la lista de situaciones indeseables que nos permiten descubrir si nuestra relación es pura escarcha.

QUÉ HACER EN INVIERNO SI…

1)…BUSCÁS PELEA: El malhumor, señores, se expande en invierno como un virus malvado y afecta a hombres y mujeres. Las parejas salen menos, están más tiempo juntas en el sacrosanto seno del hogar y empiezan a tener problemas de convivencia. Para colmo de males, hay menos luz solar, lo que desemboca en una peliaguda disminución de los niveles de serotonina, sustancia que regula el estado de ánimo, en nuestros sufrientes organismos. La solución para este brote de irritabilidad es sumamente sencilla: la dama y el caballero irascibles tienen que salir a dar una vuelta manzana cada vez que puedan. El sol disminuirá el furor aumentando los niveles de serotonina y de vitamina D, e incrementará los deseos de hacer el amor. ¿Qué pasa si nos atacamos mal justo cuando está nublado? No sé, no sé. Probablemente nos agarremos de los pelos con nuestro partenaire o le envenenemos el arroz con pollo.
Déjenme confesarles que yo, mina jodida si las hay, busco pelea todo el año. En mi domicilio legal ha habido cada trifulca veraniega que ni les cuento. Poco ha podido hacer el hermano Sol para evitar griteríos y escándalos. Pero no importa. Ustedes háganle caso a la “Cosmo” y, en lugar de pegarle un trompazo a sus novios, maridos, amantes o concubinos, salgan a dar una vuelta manzana.

2)…TE SENTÍS FEA: En invierno, se hace muy pero muy difícil abandonar las sábanas. Nos levantamos más atontadas que de costumbre y, para poder funcionar como Dios manda, abusamos del café con leche y el pan con manteca. Como si esto fuera poco, cuando llegamos por la noche a nuestra acogedora residencia, muertas de frío y hambrientas, arrasamos con todo lo que encontramos en la heladera (previo calentamiento de los tentadores alimentos, obvio). Con la excusa de la rigurosidad climática chupamos más de lo debido. Tales situaciones, como habrán barruntado las mentes más avispadas, desaguan en un lúgubre aumento de peso. Aquí es donde entramos en un círculo vicioso del que es bastante dificultoso escapar: comemos, engordamos, nos deprimimos y comemos más para consolarnos (culpa de nuestras madres que, ante el primer berrido, nos enchufaban la teta o la mamadera, programándonos para emparchar cualquier agujero emocional con un kilo de helado). La solución a nuestra lipídica y baja autoestima es la que ustedes suponen: cerrar la boca. Suprimir las medialunas en el desayuno. Ingerir carne magra y pescado. Brindar con agua mineral. Un asco.

3)…NO ESTÁS DE ÁNIMO PARA TENER SEXO: Los kilos de más nos hacen sentir tan sexys como una Aberdeen-Angus. Los niveles altos de melatonina (otra sustancia de miércoles) nos provocan dormir apenas nos acomodamos de decúbito dorsal. A esto le sumamos en mal humor del que ya hablamos. Así que de sexo, nada. ¿La solución? La solución es bien “Cosmo”: hay que caldear el ambiente. Además de abusar de los SMS eróticos, juguetear con exóticos vibradores y enjabonarle la espalda a nuestro chico, la “Cosmopolitan” nos recomienda ir con el susodicho al gimnasio o a trotar por ahí. Con la actividad física suben las sustancias que tienen que subir, bajan las sustancias que tienen que bajar y quedamos a punto caramelo. Para concretar el acto, digo. Como seguimos gordas, la “Cosmo” nos sugiere ponernos un suéter largo sin nada debajo. Y listo.

SITUACIONES ESCABROSAS QUE INDICAN SI NUESTRA RELACIÓN ESTA EN EL FREEZAR

1) HACE DOS SEMANAS QUE NO TIENEN SEXO: ¡Cuidado! La falta de repimpoloteo es grave. Cualquier relación en la cual brillan por su ausencia los escarceos amorosos padece un lastimoso estado de congelamiento. Hagan algo para revertir esta refrigerada situación. Echen mano a un ridículo disfraz de Caperucita Roja hot. Organicen una sesión de fotos calenturientas. Anden por la vida sin ropa interior. Porque si no rompen el hielo la pareja se va literalmente al carajo.

2) LA ÚLTIMA VEZ QUE SALIERON JUNTOS UN SÁBADO POR LA NOCHE FUE... EH... ¿EN EL VERANO? Tradicionalmente, el sábado a la noche es el momento más celebrado y lujurioso de la semana. “Divididos” postula: “Acariciando lo áspero el sábado pide un beso.” “Los Rodríguez” claman: “Sábado a la noche, ya cobré (…) la sacaré por ahí, la invitaré a salir, a recorrer la ciudad como yo soñé.” Fey provoca: “Botas de piel, la mini más mínima, quedo con él…” Pito Pérez (que no sé quién corno es, perdonen la ignorancia) canturrea: “Sábado… quiero que mi tacto ya comience a endulzarte.” Raúl Paz (otro señor que desconozco) zumba: “Gente que se enciende en la ciudad el sábado por la noche.” “La Joven Guardia” promete: “Tengo un billete de mil, chicas para salir.” ¿Hace falta decir más? El que no sale de joda el sábado por la noche está tan freezado como un paquete de papas para freir "McCain".

3) TODAS LAS MAÑANAS APAGÁS EL DESPERTADOR CUATRO VECES, DESPUÉS DE QUE ÉL LO HIZO YA OCHO VECES: Esto de apagar el despertador compulsivamente significa que tanto nosotras como nuestra media naranja queremos seguir durmiendo y no tenemos el mínimo interés en un lujurioso intercambio de fluidos. Frío, frío, como el agua del río.

4) LO QUE MÁS LES APASIONA HACER JUNTOS ES... ¡COMER! LOS DOS DEVORAN COMO SI FUERAN CUATRO: Ya sabemos que el invierno nos obliga a consumir más calorías que las de costumbre. Pero si lo único que hacemos con nuestra pareja es comer, estamos en el horno (perdón, en el freezer).

5) TE CUESTA RECORDAR ALGÚN DÍA EN EL QUE NO LO HAYAS CRITICADO: Supongo que este asunto de las críticas destructivas a nuestro amado amante está íntimamente relacionado con la actitud belicosa que adoptamos en las épocas frescas del año. Ya les sugerí, para solucionar este inconveniente, lo de la vuelta manzana. Si criticamos sin piedad y diariamente al hombre que supimos conseguir, nuestro romance está en un gélido estado comatoso.

6) TUS ZAPATILLAS NO SALEN DEL ROPERO DESDE MARZO, Y SUS BÍCEPS TE RECUERDAN AL PURÉ DE PAPAS: Parece que si los tórtolos no se ejercitan lo suficiente no tienen ganas de hacer el amor y se escarchan irremediablemente. Yo discrepo con está afirmación. Hace 150.000 años que mi único ejercicio es darle al teclado de la máquina de escribir en tiempos antiguos y al de la computadora en tiempos modernos. Y, cada tanto, me toca. Además, pretender que nuestro partenaire tenga los bíceps de Jared Padalecki es una utopía hecha y derecha.

7) COMPARTEN MÁS SEGUIDO UNA BOTELLA DE VINO QUE UNA CONFIDENCIA O UN SENTIMIENTO: Si la yunta amorosa prefiere destapar un Chardonnay antes que babosearse indiscriminadamente, la relación de los mencionados ha alcanzado el temido punto de congelación.

8) SE QUEDAN DORMIDOS FRENTE AL TELEVISOR AL MENOS DOS VECES POR SEMANA: Quedarse dormido frente al televisor puede indicar dos cosas: A) Lo que estamos viendo es un embole. B) Nuestro compañero de ruta poco interés tiene en sacarnos el corpiño. Si esto sucede estamos entumecidos. Ateridos y agarrotados.

9) EL JOGGING ES TU NUEVO OUFIT SÚPER SEXY: Andar todo el día en jogging es deprimente, para nosotras y para nuestros masculinos. No vale postular que los jeans no nos abrochan: hay que sacarse el jogging si no queremos convertirnos en patéticas esquimales.

Hasta aquí llega la explicativa parrafada de la revista “Cosmopolitan” orientada a aniquilar a los pingüinos que retozan en nuestras sábanas. Me pareció pertinente darla a conocer para que ustedes, caras lectoras, sepan a qué atenerse cuando se vean inmersas en una descarnada Guerra Fría.

Y ahora, si me disculpan, me voy a llenar hasta el tope mi venerada bolsa de agua caliente.

Au Revoir.

jueves, 21 de enero de 2016

HOLLYWOOD PARANORMAL: JAMES DEAN


HOLLYWOOD PARANORMAL: JAMES DEAN

"Conduce con calma, la vida que estás salvando podría ser la mía."

James Dean

Introvertido, apasionado, melancólico, tierno y rudo a la vez, rubio y hermoso, James Dean estaba convencido de que lo lograría. “Por un lado soy como Clift diciendo 'Ayúdame' y por el otro  soy Brando diciendo: '¡Jódete!' En algún punto intermedio está James Dean”, declaraba el actor, consciente de que ese punto intermedio era lo que lo catapultaría a la fama.


JAMES DEAN: UN POCO DE HISTORIA

James Byron Dean (su segundo nombre fue un homenaje de su madre al poeta Lord Byron) nació en Marion, Indiana, el 8 de febrero de 1931. Sus padres fueron Mildred Winslow y Winton Dean. James y su familia se mudaron a Santa Mónica, California, donde la familia pasó varios años. James era muy apegado a su madre; según Michael DeAngelis, ella fue “la única persona capaz de comprenderlo”. Mildred murió cuando su hijo tenía apenas 9 años.
Winton Dean mandó a James con su hermana, Ortense, y su marido, Marcus Winslow, a una granja en Fairmount, Indiana, donde fue educado en un entorno de influencia cuáquera. Dean se guió por los consejos y la amistad del pastor metodista Reverendo James DeWeerd. Según Billy J. Harbin, “Dean mantuvo una relación muy cercana con su pastor... la cual comenzó en su último año de escuela secundaria y duró muchos años”. En la escuela secundaria, las representaciones teatrales hechas por James fueron pobres. Sin embargo, llegó a ser un atleta popular.
Años después se supo que Dean se llevó un secreto a la tumba, revelado al final por Elizabeth Taylor. La actriz se lo contó a un periodista del "The Daily Beast" y le pidió que no lo revelara hasta que ella hubiese muerto: “Amaba a Jimmy. Te voy a decir una cosa, pero es off the record hasta que muera, ¿de acuerdo? Cuando Jimmy tenía 11 años y su madre murió, empezó a sufrir abusos sexuales por parte del pastor de su iglesia. Creo que aquello le atormentó por el resto de su vida. En realidad, sé que fue así. Hablábamos mucho sobre ello. Durante el rodaje de 'Gigante' pasábamos noches en vela hablando y hablando, y esa fue una de las cosas que me confesó.”
James Dean amaba el teatro, donde incursionó desde muy joven.  Antes de dejar Fairmount ya había representado varias obras. A los 18 años viajó a Los Angeles donde cursó sus estudios en la Universidad de California (UCLA). En diciembre de 1949 empezó a conseguir pequeños papeles en cine y televisión e hizo un famoso anuncio de Pepsi (ese día conoció a su representante Isabelle Dreasemer). Pronto se trasladó a Nueva York para estudiar interpretación en el famoso "Actor's Studio".
Sugran oportunidad llegó en 1954 cuando el director Elia Kazan, que había rodado “A Streetcar named Desire” (Un tranvía llamado deseo”), con Marlon Brando, le ofreció el papel principal de Cal Trask en “East of Eden” (“Al este del Edén”). El director eligió a Dean por su similitud con el personaje de Cal, introvertido, tosco, melancólico y apasionado.
Dean Kazan volaron juntos desde Nueva York a Los Angeles el 8 de marzo. El joven actor se mudó a un piso en el plató de la Warner con Richard Davalos, el actor que interpretó de Aaron, hermano de Cal. El rodaje empezó el 27 de mayo. Durante su estancia en Hollywood, James Dean salió con muchas mujeres, pero el amor de su vida fue la actriz Pier Angeli. La  madre de Angeli se opuso al romance, que concluyó cuando la actriz le comunicó que iba a casarse con el cantante Vic Damone. Jame Dean no aceptó esa decisión y, según algunos biógrafos, golpeó a la muchacha. Durante la ceremonia de la boda de Pier Angeli, se situó con su moto delante de la puerta de la iglesia y mantuvo acelerado el motor para hacer ruido. El matrimonio de Angeli duró apenas dos años. Ella se suicidó en 1971, a los 39 años de edad. Se dice que poco tiempo antes de su muerte confesó que James Dean había sido el único verdadero amor de su vida
James Dean no acudió al estreno de “East of Eden”, el 9 de marzo de 1955. En esa ocasión, Marilyn Monroe, Eva Marie Saint Marlene Dietrich oficiaron de acomodadoras. Días después Dean vio su película pasando desapercibido en las butacas del cine, como un espectador más. Por su actuación en “East of Eden”James Dean tuvo su primera nominación al Oscar.
Poco tiempo después, Nicholas Ray lo contrató para el papel de Jim Stark en “Rebel Without a Cause” (“Rebelde sin causa”), coprotagonizada por Natalie Wood. Para ese entonces se compró su primer Porsche, un Speedster 356 descapotable blanco. El 26 de marzo corrió sus dos primeras carreras,  siendo primero en una y segundo en otra.
“Rebel Without a Cause” empezó a rodarse el 28 de marzo de 1955 en blanco y negro, pero el éxito de “East of Eden” hizo que se la volviera a empezar en color. Rodó luego “Giant” (“Gigante”), de George Stevens, junto a Rock Hudson y a Elizabeth Taylor. Su personaje, Jett Rink, tenía también rasgos de Dean, ya que ambos eran personas solitarias.  La película se rodó cerca de la frontera con México y se le prohibió participar en carreras durante la filmación. Por esta película obtuvo su segunda nominación al Oscar (en esta ocasión póstuma). Rock Hudson, su compañero de reparto, obtuvo otra nominación en la misma categoría. Ambos fueron derrotados por Yul Brynner, premiado por su actuación en “The King and I” ("El rey y yo", Walter Lang, 1956).
En su cuarta y última carrera, mientras iba cuarto, un pistón del Speedster estalló y James Dean tuvo que retirarse.
James Dean falleció en un accidente de tránsito en  Cholame, California, el 30 de septiembre de 1955. Fue enterrado en el Park Cemetery de Fairmount, Indiana. Descansa debajo de una lápida rosa, réplica de la original robada en 1983 y réplica de la copia robada en 1988. En 1977 se inauguró un memorial en su honor cerca del lugar del accidente, en Cholame.


LA MUERTE DE JAMES DEAN

Mientras  rodaba “Giant”, James Dean  se compró un Porsche Spyder 550, bautizado como “Little Bastard” (“Pequeño Bastardo”) por Bill Hickman, otro corredor, amigo personal de Dean, que formó parte de su equipo como instructor, siendo especialista en rodajes de escenas peligrosas con autos. El 17 de septiembre de 1955, Dean hizo un anuncio publicitario en el que advertía a los jóvenes de los peligros de conducir imprudentemente. Tan pronto como terminó el rodaje de la película, James fue a competir en una carrera de automóviles en Paso de Robles, Salinas, cerca de San Francisco. La noche anterior dejó su gato al cuidado de Elizabeth Taylor, ya que temía que algo le sucediese.
El 30 de septiembre, enganchó el Porsche en su ranchera para llevarlo a Competition Motors para una puesta a punto. Allí se reunió con el fotógrafo Sanford Roth y su amigo el actor Bill Hickman. Su mecánico Rolf Wütherich pasó tres horas poniendo a punto el motor de alto rendimiento y un cinturón de seguridad en el asiento del conductor. Antes de ir a Salinas, Dean paró en una gasolinera a seis manzanas de su casa para repostar. Entonces decidió conducir el Porsche a lo largo de la costa para hacerle unos kilómetros. Mientras Dean conducía por la carretera, acompañado por su mecánico, fue embestido frontolateralmente por un Ford Custom Tudor Coupe conducido por un estudiante, Donald Turnupseed, que aparentemente iba muy rápido, giró a la izquierda y no vio al pequeño coche alemán. El accidente ocurrió en el cruce de la Route 466 (actualmente Highway 46) con la Route 41por entonces un conocido punto negro, un tramo de concentración de accidentes. No está probado que James Dean condujese rápido. Se cree que su velocidad era de unos 89 km/h, legal para el tramo y la época. Debido al brutal accidente, James Dean se rompió el cuello en el choque, perdiendo la vida  el 30 de septiembre de 1955. El conductor del Ford, que solamente se rompió la nariz y se lastimó un hombro, murió de cáncer en 1995, mientras que el mecánico de Dean salió despedido del coche, se destrozó una pierna y se rompió la mandíbula; falleció en 1981 en un accidente automovilístico en Alemania.
James Dean tenía 24 años y se convirtió en la primera estrella trágica del Hollywood dorado. El impacto de su fallecimiento se tradujo en un brote de histeria colectiva entre jóvenes y adolescentes, para quienes James era, más que un actor, una forma de entender la vida. El cóctel de fama, juventud y rebeldía, sumados a una muerte precoz dieron como resultado el nacimiento de un mito. Con su trágico final, había hecho honor a una de las frases que erróneamente se le atribuyen: "Vive rápido, muere joven y deja un hermoso cadáver". 
En 2005, el Channel 5 de Reino Unido emitió un documental en el que se develaban nuevos datos sobre el accidente de James Dean. El actor no intentó esquivar el Ford Custom Tudor, sino que frenó a fondo su Porsche Spyder 550.  Salió despedido contra el parabrisas del Ford (puede verse el impacto del cristal en las fotografías del incidente) y, luego de ese impacto, su cuerpo rebotó al interior del Porsche, cayendo en el asiento del copiloto. Según Bill Hickman, cuando llegó a la escena del accidente, a los tres minutos aproximadamente, él  mismo sacó a James del coche y el actor murió en sus brazos. El conductor del Ford, Donald Turnupspeed  aseguró que "no vio el coche" de Dean, y afirmó ver cómo dos cuerpos salían volando del coche: uno cayó en la cuneta (el de Rolf Wütherich) y otro "cayó sobre mi coche y rebotó".
Algunos investigadores, periodistas y biógrafos encuentran ciertos detalles llamativos que cuestionan la versión del accidente e insinúan que se trató de un suicidio, conjetura que apoyan con diversas teorías. La primera abre un interrogante sobre por qué Dean no esquivó al vehículo con el que iba a colisionar,  según declaró el mecánico mecánico Weutherich. La segunda alude a las distintas visitas que el actor realizó antes del accidente a algunos de sus mejores amigos y compañeros de reparto de sus películas. Luego de su muerte, todos convinieron en lo extraño del caso, ya que se presentó en todas las ocasiones vestido con un traje oscuro, nada habitual en su vestimenta. 


EL PEQUEÑO BASTARDO

La muerte de James Dean fue el resultado de una suma de coincidencias. El Porsche Spyder 550 no era el auto que él deseaba. James había encargado un Lotus MK X, cuya entrega se retrasó. Impaciente por regresar al mundo de las carreras y participar en la que se corría Paso de Robles,  Dean se quedó con el Porsche, ofrecieron mientras duraba la espera.
El Spyder, un vehículo de aluminio, que apenas pesaba 600 kilos y podía alcanzar sin dificultad los 220 kilómetros por hora, era una de las 90 unidades que se fabricaron del modelo. Fue tuneado por su amigo George Barris, el creador del primer Batimóvil de la historia. A pedido de Dean, Barris tapizó los asientos con tela escocesa y le pintó el número 130 en la carrocería y dos franjas rojas en la parte trasera, sobre las ruedas. El Porsche fue bautizado por su amigo Bill Hickman “Little Bastard” (“Pequeño Bastardo”).
Dean estrenó su flamante Spyder el 21 de septiembre de 1955. Dos días más tarde, coincidió en un restaurante con el actor británico Alec Guinness, y después de que Dean le mostrara su auto, Guinnes le advirtió que no lo condujera, porque el automóvil le parecía algo siniestro y podía acabar muerto en una semana (exactamente lo que ocurrió). No fue el único que notó algo extraño en el Porsche. La bella Ursula Andress ni siquiera se atrevió a subirse y Eartha Kitt, la rutilante Gatúbelacomentó que aquel automóvil le transmitía muy malas sensaciones.
El 30 de septiembre, James se dirigió a Paso de Robles, para participar en una carrera. Viajaba en compañía de su amigo Bill Hickman, conduciendo una ranchera que remolcaba  al Spyder 550, mientras que su mecánico, Rolf Wuetherich, y el fotógrafo, Sandford Roth, iban en otro auto. Pero, otra vez, la impaciencia de Dean lo hizo cambiar de planes. Se bajó de la ranchera y se puso al volante del “Little Bastard” con la excusa acostumbrarse a conducirlo antes de la carrera. Rolf  se acomodó en el asiento del copiloto. Poco tiempo después, James Dean falleció en un terrible accidente.
A partir de ese momento, “Little Bastard” comenzó una larga y maldita travesía que, según se dice, dejó una estela de cadáveres y heridos entre 1956 y 1960, momento en el que se le perdió el rastro. 
Cuenta la leyenda que después de que George Barris comprara lo que quedaba del Porsche por 2.500 dólares, éste fue trasladado a su taller y al bajarlo, las cuerdas que lo sostenían se rompieron. El deportivo cayó sobre uno de los mecánicos de Barris y le rompió las dos piernas. Después de este incidente,  George desguazó al “Pequeño Bastardo” y empezó a vender sus piezas por separado. El motor fue adquirido por Troy McHenry, médico de profesión, para instalarlo en su coche de carreras. El chasis fue a parar a manos de William Eschrid, también médico, que hizo lo propio con la pieza. El 21 de octubre de 1956, McHenry y Eschrid participaron en una carrera con las piezas del “Little Bastard” en sus respectivos coches. McHenry perdió el control de su vehículo, chocó contra un árbol y perdió la vida en el acto, mientras que Eschrid resultó gravemente herido tras sufrir un accidente en una curva del circuito. Barris también vendió dos ruedas aprovechables del Porsche 550 Spyder a otro piloto, un joven neoyorquino, que tuvo la mala suerte de que ambas reventaran a la vez, lo que provocó un accidente que lo tuvo varios días en coma. Tampoco los ladrones se salvaron de la maldición  del “Little Bastard”. Mientras el coche estaba en el garaje de Barris, en Fresno, un hombre resultó gravemente herido en uno de sus brazos, al intentar robar el volante. Otro se hirió mientras trataba de arrancar uno de los asientos manchado con la sangre de Dean.
Después de tantos incidentes misteriosos, George Barris decidió aceptar la propuesta de la Policía de Tráfico de California, que se lo pidió para una exposición ambulante sobre los riesgos del exceso de velocidad. Los restos del “Little Bastard” fueron llevados a un garaje para su exposición. En marzo de 1959, se produjo allí un incendio, que acabó con todo lo que había en el lugar, salvo el Porsche de James Dean.
Durante la gira que organizó la Policía de Tráfico de California, siguieron los sucesos extraños. Mientras era remolcado para llevarlo a San José, una de las puertas del automóvil se desprendió, rompiéndole la pierna a  un mecánico. Se expuso en la "Sacramento High School" durante el aniversario de la muerte de James Dean y  se cayó del expositor, rompiéndole  la cadera a un estudiante de 15 años. A esta altura, ya se conocía al automóvil como “el Porsche del Averno”.
Según George Barris, un hombre que se había apropiado de un trozo de metal del coche lo llamó y le pidió encarecidamente que aceptara la pieza de vuelta, ya que, debido a la maldición del “Little Bastard”, había perdido su familia, su trabajo, su casa y se encontraba en el hospital con una enfermedad terminal.
En 1958, mientras un camión que lo transportaba estaba estacionado en una colina de Oregón, un inesperado fallo de los frenos hizo que se precipitara contra otro vehículo estacionado  y, en 1959, cuando estaba en una exposición en Nueva Orleans, el Porsche, sin causa aparente, se desmoronó y se partió en 11 piezas. Se dice también que, de camino a Nueva Orleans un turista chocó contra la parte posterior del camión que  transportaba al Porsche. Ese conductor quedó sepultado bajo los restos de “Little Bastard” y también halló la muerte.
En 1960, la gira del coche concluyó en una convención de la policía en Florida, por lo que lo enviaron de vuelta a California junto a su dueño. El Porsche se subió a un container rumbo a Los Angeles, cuya puerta se selló. Según George Barris, ocho días después el container llegó a su destino con el sello intacto. Sin embargo, el “Little Bastard” había desaparecido y nunca más se lo volvió a ver. Otra fuente dice que se reconstruyó el coche para una exposición, pero que también desapareció durante el traslado y aquí se pierde el rastro del Porsche durante años. Se dice que existe una pieza en el "Historic Auto Attraction Museum", en Illinois
Diez años después, J.J. Arms, un conocido investigador privado, se ofreció a descubrir el paradero del Porsche Spyder 550. Un mes después, Arms informó a Barris que el coche nunca había sido cargado en el container. Se realizó una copia del “Little Bastard” para una exposición en Illinois y se ofreció una millonaria recompensa a quien facilitara la recuperación del coche, pero nunca se ha vuelto a saber de él.
El motor del auto de James Dean permanece aún en manos de la familia de Mc Henry. En cuanto al chasis, se supo que alguien lo puso a la venta en los diarios de Indiana, pero no hay datos certeros para afirma que es el del “Little Bastard”. Lo que ha sobrevivido a los accidentes e incidentes relacionados con el automóvil es su sistema de transmisión, hoy propiedad de Jack Styles. Hace un tiempo, Styles intentó venderlo en el sitio web ebay. Aparentemente, una hebilla del cinturón de seguridad del Porsche (que, por desgracia, James Dean jamás usó) estuvo expuesta en un museo dedicado al actor en Indiana, hasta noviembre de 2006. Tras su cierre, la Heritage Auction Galleries la vendió  a un comprador anónimo de EE.UU. , que pagó 8.845 euros por la pieza.
Cuenta Warren Beath, archivista y autor, que la maldición de "Little Bastard" fue una invención de George Barris, que se quedó los restos del coche de su amigo y tenía un interés obvio en alimentar aquel sortilegio con la intención de aumentar el valor de aquella ruina automovilística. Por otro lado, el historiador de Porsche, Lee Raskin, autor de los libros "James Dean, on the road to Salinas" y "James Dean: at speed", ha asegurado que gran parte de lo que se ha escrito sobre esta maldición tiene su origen en el libro del propio Barris,  "Cars os the stars", que publicó en 1974. 


LA VENGANZA DE VAMPIRA

Maila Nurmi nació en Finlandia en 1922, pero su familia abandonó Europa cuando ella apenas tenía tres años. Creció en Ashtabula, ciudad costera de Ohio, cuyo puerto lacustre atraía a numerosos inmigrantes finlandeses. Desde muy joven se hizo notar por su  belleza y comenzó una carrera como pin up, posando para diversos fotógrafos. Tuvo pequeños papeles en obras de teatro (se dice que Mae West la echó de una de sus obras porque su gélida hermosura le quitaba protagonismo), pero no logró concretar su sueño: triunfar en el cine. Hollywood estaba repleto de rubias hermosas buscando una oportunidad, así que la competencia era feroz.
Pasados ya los treinta años, por entonces una edad demasiado tardía como para hacerse ilusiones como estrella de cine, Maila se ganaba la vida trabajando como encargada del guardarropas de un club de la ciudad. Pero cierta vez concurrió  a un gran baile de disfraces caracterizada como mujer vampiro. Aficionada al terror y al esoterismo, había elegido un look inspirado en cómics del género y, especialmente, en el personaje de Morticia Addams: cabello negro, cejas arqueadas y vestido ajustado, que resaltaba su cintura de avispa. Un productor de televisión quedó deslumbrado con ella y le propuso trabajar como presentadora de un ciclo de películas de terror vestida de vampiresa. Maila aceptó. A su marido se le ocurrió que se presentase con el nombre de Vampira.  Ella  sexualizó el personaje, usando un sujetador puntiagudo y dotándolo de un aura de erotismo y humor sarcástico para que Vampira fuera un producto atrevido para su tiempo.
The Vampira Show” se convirtió en un éxito inmediato. El carisma de Vampira y su actitud burlona a la hora de presentar la película de terror que se proyectaba cada noche enamoraron al público. Sin embargo, el programa tuvo una vida breve porque Maila se negó a vender los derechos de su personaje.
Maila se había hecho amiga de James Dean. Ambos salieron juntos durante una temporada y para cuando ella obtuvo su programa televisivo, Dean ya se había convertido en una estrella de Hollywood. Maila estaba casada, pero se enamoró perdidamente de Dean.
Maila se sentía plenamente identificada con James. Creía que ambos compartían similares problemas emocionales y que eran almas gemelas. “Tenemos las mismas neurosis”, juraba la actriz. Él quizá sentía algo parecido; al menos sabemos que hasta varios meses antes de su muerte estuvo muy pendiente de ella. Llegó a interrumpir el rodaje de Rebel Without a Cause” para sentarse a ver  “The vampira show”, algo que enloquecía a los miembros del equipo de filmación. También la filmó con su cámara casera. 
Pero la relación empezó a decaer. El feroz enamoramiento de Maila agobiaba al actor y el nuevo estatus de superestrella de Dean desaconsejaba que se lo viera con una mujer ocho años mayor que él, casada y que, para colmo, encarnaba un estrafalario personaje cómico-terrorífico. James Dean  había empezado a verse con una jovencísima Ursula Andress, una pareja más adecuada para la imagen que pretendía vender. El actor desmintió los rumores sobre un supuesto romance con Vampira y empezó a mostrarse despectivo hacia ella en público. En una conversación con Hedda Hopper, periodista del corazón y la mayor chismosa de  Hollywood, tildó a Vampira de vacía y superficial, ridiculizando su afición por asuntos los esotéricos y transmitiendo la idea de que Maila Nurmi era poco menos que una loca estrafalaria. Negaba categóricamente que hubiese habido nada romántico entre ellos y parecía incluso repudiar su reciente amistad. James Dean sabía bien que una historia con Vampira no encajaba con su imagen y podía resultar perjudicial para su carrera. Maila se vio rechaza e incluso denigrada en los medios por el nuevo actor de moda.
Al rechazo de Dean y los problemas para continuar “The Vampira Show”, se sumó un secuestro que la actriz sufrió en la primavera de 1955. Un asaltante entró en su casa y la retuvo durante cuatro horas, intentando, incluso, abusarla sexualmente. En un descuido del criminal, Maila pudo pedir ayuda y la policía acudió para liberarla antes de que el asunto terminase en tragedia, ya que al parecer el sujeto tenía intenciones de violarla y asesinarla.
Cuando Maila Nurmi supo que James Dean se había matado en un accidente automovilístico se negó a creerlo. Llamó por teléfono al actor y notó dudas al otro lado de la línea, como si le estuviesen ocultando algo. Finalmente alguien le dijo con tono fúnebre “Jimmy no está disponible”. Ella respondió: “Entonces ¿es cierto?”. “Sí”.
Maila cayó en la desesperación y comenzó a realizar ritos esotéricos para intentar comunicarse con su difunto amor. Empezó a decir cosas muy extrañas acerca de supuestas apariciones fantasmales del recién fallecido y se ganó fama de demente. Su prestigio profesional quedó arruinado y cualquier posibilidad de retornar a la pantalla como Vampira se esfumó en un instante. Maila Nurmi se convirtió en objeto de burla.
Sus extravagancias necrofílicas no sentaron bien a muchas de las fans histéricas que Dean había dejado tras de sí y alguien lanzó el rumor de que el accidente del actor había sido causado por un ritual de Maila, despechada porque Dean no correspondía su amor. Una desquiciada admiradora del actor se abalanzó sobre Maila en un salón de belleza y le prendió fuego el pelo. El escritor italiano Peter Kolosino recogió esta supuesta maldición y escribió:  "... su mente se proyectó lejos... un coche que marchaba a toda velocidad... al volante iba un hombre... la bruja de Hollywood levantó los ojos hasta una gran fotografía ... con una fría furia, Maila levantó el abrecartas y lo lanzó. El cristal saltó hecho añicos, y el puñal se clavó en la foto, a la altura del corazón... a miles y miles de kilómetros de distancia, el conductor sintió una punzada en el pecho. La vista se le nubló, notó un dolor lancinante y sus manos se separaron del volante. El coche... se salió de la carretera y quedó destruido... en aquel coche iba James Dean...".
En 1956, Maila participó en la entrañable película de Ed Wood, “Plan 9 from outer space” (“Plan 9 del espacio exterior”), junto con otra leyenda venida a menos: Bela Lugosi.  La película no hizo más que terminar de hundir los clavos en la tapa de su ataúd profesional. Durante los siguientes cuatro años, Maila apareció en un pequeño puñado de filmes igualmente malos, contrajo dos nuevos matrimonios en un corto periodo de tiempo y finalmente dejó por completo de ejercer como actriz. Maila Nurmi tuvo que empezar a ganarse la vida instalando suelos de linóleo. En los años ’80 sufrió un nuevo revés cuando su personaje fue usurpado por la voluptuosa Elvira.
Maila Nurmi falleció en enero del año 2008. Para entonces había vuelto a aparecer en algunas películas  de clase B y en cualquier documental que versara sobre el cine de terror de los años ‘50. El nuevo auge del género y los homenajes a Ed Wood por parte de gente como Tim Burton reavivaron el interés por la figura de Vampira. Alejada de las estrafalarias actitudes de su juventud, hizo olvidar los lejanos tiempos en que se puso en evidencia con sus pretensiones de ser la amante del fantasma de James Dean. Maila se encontró con una nueva generación de fans que la bautizaron la Reina de las góticas. 

LA MALDICIÓN DE "REBELDE SIN CAUSA"

“Rebel Without a Cause” (“Rebelde sin causa”) es una película estadounidense del año 1955 dirigida Nicholas Ray y protagonizada por James DeanNatalie WoodSal MineoJim BackusAnn Doran y Corey Allen en los papeles principales. Es una adaptación del libro del psiquiatra Robert M. Lindner “Rebel Without A Cause: The Hypnoanalysis of a Criminal Psychopath” (“Rebelde sin causa: El hipnoanálisis de un psicópata criminal”, 1944). La película, sin embargo, no hace referencia alguna al libro de Lindner.
La obra aborda las crisis de la adolescencia, los comportamientos autodestructivos  y los conflictos intergeneracionales. Jimmy Stark (James Dean), un chico particularmente difícil, confuso y desorientado, se ve frecuentemente envuelto en peleas, a consecuencia de las cuales su familia  se ve obligada a un permanente peregrinaje de una ciudad a otra. Jimmy, hijo único y con una relación muy ardua con sus padres, llega a Los Angeles y se encuentra con sentimientos hasta entonces desconocidos: el amor de Judy (Natalie Wood) y la amistad admirativa de "Platón" Crawford (Sal Mineo), un muchacho aún más joven que él. Pero una vez allí no tarda en sostener su enésimo enfrentamiento, con terribles consecuencias.
En 1990, “Rebel Without a Cause” fue incluida entre las obras que preserva el Registro Nacional de Filmes (National Film Registry) de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por ser consideradas “cultural, histórica, o estéticamente significativas”.
“Rebel Without a Cause” reunió un elenco de jóvenes y prometedores actores. Algunos de ellos, además de Dean (curiosamente, los que entablaron con el actor amistades personales) murieron trágicamente siendo aún muy jóvenes, lo que dio lugar a la leyenda que la retrata como una película maldita. 
La primera de las muertes atribuidas a la maldición fue la de James Dean, acontecida el 30 de setiembre de 1955, en un accidente de tránsito. La película se estrenó casi un mes después del suceso fatal, el 27 de octubre de 1955.


NICK ADAMS

La segunda muerte atribuida a la maldición de Rebel Without a Cause” fue la de Nick Adams. En el filme, Nick Adams protagonizó a Chick, uno de los tantos jóvenes díscolos de la historia. Durante la filmación de la película entabló una amistad estrecha con James Dean, al igual que sus compañeros de elenco, Natalie Wood y Sal Mineo. Al culminar el rodaje de “Rebel Without a Cause”, Dean declaró: " Ahora no considero a Natalie (Wood), Nick (Adams), y Sal (Mineo) como compañeros de trabajo, los considero como amigos ... sobre todo los únicos amigos que tengo en esta ciudad y espero que todos trabajemos juntos de nuevo pronto."
Adams admiraba y quería profundamente a James Dean y su muerte supuso para él un duro golpe.  Algunos lo acusaron de tratar de sacar provecho de la fama de James Dean a través de varios trucos de publicidad, ya que declaró que estaba siendo acosado por una fanática del actor, se fotografió en su tumba en una pose contemplativa y sosteniendo flores, y escribió varios artículos y dio entrevistas para revistas de fans. También afirmó haber desarrollado el afecto de Dean por la velocidad, y declaró a un reportero: "Me convertí en un delincuente de la autopista, fui arrestado nueve veces en un año y me pusieron en libertad condicional, pero seguí corriendo ... hacia ninguna parte".
Nick Adams alcanzó la popularidad cuando protagonizó entre 1959 y 1960, la serie de televisión "The Rebel". En 1963 fue nominado a un Oscar como Mejor Actor de Reparto por la película "Twilight of Honor" (Boris Sagal) 
La noche del 7 de febrero de 1968, su abogado y amigo,  Ervin Roeder, se dirigió a la casa del en Beverly Hills, pero nadie respondió a la puerta.  Viendo una luz encendida y el auto de Adams en el garaje, Roeder entró por una ventana y descubrió al actor en su dormitorio de arriba, muerto, caído contra una pared.
Durante la autopsia, el Dr. Thomas Noguchi encontró suficiente paraldehído, sedantes y otras drogas en el cuerpo de Adams como "para causar inconsciencia instantánea". El certificado de defunción indicó "intoxicación por paraldehído y promazina" como la causa inmediata de muerte, sin determinar si se trató de un suicidio o una sobredosis accidental. 
La muerte de Nick Adams es considerada uno de los misterios sin resolver de Hollywood. Se especula que fue víctima de un asesinato (según el autor David Kulczyk, Adams, que era bisexual, estaba planeando escribir un libro revelador acerca de muchos secretos sexuales de figuras prominentes de Hollywood). De su departamento desaparecieron algunos objetos: la máquina de escribir, de gran valor sentimental, ya que se la había regalado James Dean y una serie de cintas magnetofónicas que contenían un diario del actor.
En su momento  llamó mucho la atención que junto al cadáver no se encontraran rastros de paraldehído (un sedante líquido que, para  la época, se recetaba a los alcohólicos y fue uno de los dos fármacos a los que se atribuyó su muerte).  Sin embargo, el hermano de Adams, Andrew, que era médico, le había prescrito el sedante. Por otra parte, "Los Angeles Times" publicó la existencia de botellas cerradas con etiquetas de prescripción médica en un botiquín cerca de la habitación donde el cuerpo de Adams fue descubierto. 
A través de los años, hubo varias especulaciones acerca de la muerte de Nick Adams. Algunas hablaban de asesinato y otras de  muerte accidental, esta último causada quizás por Roeder mientras intentaba calmar los nervios del actor con una combinación letal de alcohol y drogas recetadas (aunque la autopsia no encontró alcohol en la sangre de Adams ). El mejor amigo de Adams, el actor Robert Conrad, ha mantenido sistemáticamente que la muerte fue accidental.
Al momento de su muerte, Nick Adams tenía apenas 36 años. Sus restos fueron enterrados en el cementerio ucraniano Saints Cyril and Methodius en Berwick, Pensilvania. 


SAL MINEO

El próximo en ser alcanzado por la maldición de “Rebel Without a Cause” fue Sal Mineo, quien interpretó en la película al joven "Platón" Crawford. Su personaje veneraba a Jimmy Stark, y los espectadores más perspicaces pudieron ver en esa adoración algo que, indudablemente estaba ligado a la sexualidad, esbozado muy sutilmente con el fin de no enfurecer a los censores. La realidad se correspondía con la ficción: Sal Mineo amaba en silencio a James Dean.  Nicholas Ray, el director de la película, fue consciente de estos sentimientos y los aprovechó para dar mayor intensidad a la historia. Cuando su biógrafo Paul Jeffers le preguntó a Mineo si se había acostado con Dean, Sal contestó: “De habérmelo pedido, habría ocurrido al momento”, añadiendo: “Si hubiera comprendido entonces que un chico podía enamorarse de otro…, pero no lo comprendí hasta años después, cuando ya era demasiado tarde para Jimmy y para mí”.  La muerte de James Dean afectó profundamente a Sal Mineo. 
Mineo fue uno de los primeros actores de Hollywood en reconocer públicamente su bisexualidad y, como consecuencia, algunas puertas de la industria del cine se le cerraron. 
En el año 1976, Sal Mineo interpretaba a un ladrón bisexual en la exitosa obra de teatro "P.S. Your Cat Is Dead" ("P.D. Tu gato ha muerto"). E12 de febrero de ese año, cuando regresaba a su domicilio después de un ensayo teatral, fue acuchillado en un callejón. Recibió una sola puñalada en el corazón y falleció en el acto. Debido a su abierta homosexualidad, se especuló con un crimen pasional y un ritual sadomasoquista fallido, pero el asesino resultó ser Lionel Ray Williams, un repartidor de pizzas con amplio historial delictivo, quien dijo que no reconoció a Mineo cuando lo atacó. Fue detenido, juzgado y condenado, en 1979,  a 57 años de cárcel como autor del crimen, que posteriormente confesó. En la década de 1990, Williams fue liberado bajo ciertas condiciones, pero fue apresado una vez más por nuevos delitos.
Al momento de su muerte, Sal Mineo tenía sólo 37 años. Sus restos descansan en el Gate of Heaven Cemetery de Nueva York. 


NATALIE WOOD

La última de las víctimas de la maldición de Rebel Without a Cause” fue la bellísima Natalie Wood, quien dio vida a Judy en el film. Natalie había sido una estrella infantil, impulsada por su ambiciosa madre. La leyenda cuenta que, cuando la rusa Maria Stepanovna estaba embarazada, una anciana le leyó la mano en la calle y le dijo: "Su hija será una gran estrella, pero deberá tener mucho cuidado con las aguas oscuras". Debido a que toda su vida su madre le advirtió toda la vida sobre el respeto que debería tenerle al agua, Natalie jamás aprendió a nadar.
Luego de la muerte de James Dean, Natalie continuó con su exitosa carrera. Se casó con el actor Robert Wagner el 28 de diciembre de 1957 y se divorció cinco años después. El 30 de mayo de 1969, Natalie Wood volvió a contraer matrimonio, esta vez con el productor británico Richard Gregson. La pareja había salido dos años y medio antes de su matrimonio, mientras que Gregson esperaba que concluyera su divorcio. En 1970 tuvieron una hija, Natasha. Se separaron en 1971 después de que Wood oyera una conversación telefónica inapropiada entre su marido y una secretaria. El divorcio se concretó en 1972. Poco tiempo después, reanudó su relación con Robert Wagner. La pareja se volvió a casar el 16 de julio de 1972, cinco meses después de la reconciliación y tres meses después de que Natalie  se divorciara de Gregson. Su hija, Courtney Wagner, nació en 1974.
En noviembre de 1981, Robert Wagner y Natalie Wood invitaron al actor Christopher Walken, que en ese momento estaba filmando con la actriz la película "Brainstorm" (Douglas Trumbull), a pasar unos días a bordo del yate "Splendour" en Isla Catalina.  Salieron de Los Angeles el viernes 27 de noviembre y durante ese día y el siguiente se dedicaron a recorrer varios puntos de la isla. La noche del 28 cenaron en el restaurante "Doug’s Harbor Reef", donde bebieron dos botellas de vino y dos de champagne. Regresaron al barco alrededor de las 10:00 PM. A la 1:30 AM, el capitán Dennis Davern y Robert Wagner llamaron a la guardia costera denunciando que Natalie Wood ya no estaba a bordo. Faltaba también "Prince Valiant", la lancha inflable que utilizaban para desplazamientos cortos, y presumían que la actriz se había alejado en ella. A las pocas horas se encontró la lancha, pero ni rastro de Natalie. A las 7:45 de la mañana siguiente apareció el cadáver de la actriz, flotando junto a unas rocas. 
La autopsia dictaminó que Natalie había muerto ahogada. Su cuerpo presentaba algunas heridas superficiales en brazos y piernas y una pequeña abrasión en la mejilla izquierdaSu nivel de alcohol en sangre era muy alto. La muerte se catalogó como accidente: Natalie Wood había intentado alejarse en la lancha inflable, pero tropezó y cayó al mar. 
Cuando la noticia de la muerte de la estrella se anunció, una mujer llamada Marilyn Wayne declaró ante la policía que, desde un yate próximo,  ella y su  marido oyeron una voz femenina que gritaba y pedía socorro, e inmediatamente después una voz masculina, algo beoda,  que respondía: “Ok, ya vamos ayudarte”. Ambos supusieron que se trataba de una broma. 
La duda estaba sembrada. Sobre todo porque la versión oficial no respondía a la pregunta más importante: ¿qué llevó a Natalie Wood a querer alejarse del yate en plena noche, sola y ebria? Aparentemente, entre los actores había habido una agria discusión acerca de la importancia de la carrera profesional frente a la vida familiar. También se especuló con una escena de celos de Wagner porque Natalie y Walken estaban teniendo un romance. Otra versión, algo más rebuscada, sostenía que era ella la que había tenido un ataque de celos cuando sorprendió a los dos hombres en una situación comprometida. Todas estas hipótesis aclararían el tema del viaje nocturno en lancha de no ser por un detalle muy importante: Natalie le tenía terror al mar. 
Aunque Robert Wagner y Christopher Walken siempre han eludido el tema (Wagner lo ha mencionado en su autobiografía y en algunas entrevistas, lamentándose por lo que considera un fatal accidente que destruyó su familia), Dennis Davern, el capitán del yate, lo ha tocado en varias ocasiones, contando una versión distinta a la que dio inicialmente. Davern habla de una pelea muy violenta y dramática entre el matrimonio que se detuvo de pronto con un repentino silencio. Según el capitán, Wagner subió tras este silencio a donde él se encontraba y estuvieron bebiendo durante largo rato, hasta que volvió a bajar al camarote en el que había discutido con Natalie para reaparecer instantes después diciendo que la mujer se había ido. Agrega, además, que Wagner no quiso llamar inmediatamente a los guardacostas para denunciar la desaparición de su esposa ni encender los reflectores del barco para buscar a Natalie, escudándose en no querer provocar un escándalo. A lo largo de los años, Davern ha sugerido con mayor o menor sutileza que Robert Wagner estuvo implicado en la muerte de su esposa.
Las dudas razonables hicieron que en 2011, después de que la escritora Marti Rulli publicara el libro además de colaborar con el libro "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", recogiendo la versión de Dennis Davern, la policía reabrieara el caso. Sin embargo, no se llegó a ninguna conclusión tajante, sólo se cambió la causa de la muerte de “ahogamiento accidental” a un poco satisfactorio y ambiguo “ahogamiento y otros factores por determinar”.  
Al momento de su fallecimiento, Natalie Wood tenía 43 años. Sus restos descansan en el Westwood Memorial Park de Los Angeles, California. 
Robert Wagner volvió a casarse en 1990. Tiene 87 años y está prácticamente retirado. Sigue manteniendo la versión oficial sobre la muerte de su esposa, y sus hijas lo apoyan. La hermana de Natalie, Lana Wood, no cree en su  historia.
Christopher Walken jamás se ha referido a la muerte de Natalie Wood.
Dennis Davern, el capitán del "Splendour", 
además de colaborar con el libro  "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", concede entrevistas para  hablar del tema y acusar a Robert Wagner de ser el responsable de la muerte de la actriz. Vive en Florida y bautizó a su primera hija Natasha, como homenaje a Natalie Wood. 
El yate "Splendour", llamado así en honor a la película que consolidó a Natalie como actriz, "Splendor in the Grass" ("Esplendor en la hierba", Elia Kazan, 1961), en la que compartió cartel con Warren Beatty, cambió de dueño en 1986 y estuvo atracado en Hawaii. En 2014, según varios medios, fue puesto a la venta porque estaba embrujado.

Hasta aquí, mis queridos, todo lo que tenía para ofrecerles en esta nueva entrega de "Hollywood paranormal". Una publicación que fue un homenaje a James Byron Dean y también a mi madre, una de las tantas fans desconsoladas cuando el actor falleció allá por 1955. Me despido de ustedes con unas palabras del rebelde por excelencia, el que con sólo tres películas logró catapultarse al firmamento estrellado de Hollywood para siempre: “Sea lo que sea que llevo dentro y que me hace ser lo que soy, es como una película. Y éstas sólo funcionan en la oscuridad, si las abres del todo y entra la luz, las matas”.

Buenas noches.