sábado, 30 de enero de 2016

COACHING SEXUAL: A ENTRENAR QUE SE ACABA EL MUNDO


COACHING SEXUAL: A ENTRENAR QUE SE ACABA EL MUNDO

“Si el sexo no fuese la cosa más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí.” 
Cesare Pavese

Hojeando un viejo ejemplar del diario "Clarín"  me enteré de algunas cositas intrascendentes que no vale la pena mencionar, y de otras tan, pero tan trascendentes, que pueden cambiar para siempre la insulsa vida de una simple mortal como yo. Entre esas noticias sensacionales hubo una que se destacó por su emoción y algarabía: el arribo a nuestro querido país del sex coaching, una novedosa terapia para levantar el deseo, entre otras cosas. Si ustedes quieren una vida sexual poderosa y no una vida simple y aburrida, no pueden verbalizar con sus parejas sus preferencias y necesidades sexuales o, simplemente, quieren hacer  de cada encuentro erótico una experiencia inolvidable, tienen que recurrir ya a una gratificante sesión de coaching sexual, donde un entrenador los pondrá a tiro para conseguir todas aquellas puercas delicias carnales que hasta el día de hoy les han sido vedadas.  Eso, por lo menos, es lo que nos cuenta Alejandro Gorenstein, autor del artículo que publicó nuestro vapuleado diario de cada día.
El coaching sexual nació en los encuentros gestálticos de la Escuela de Palo Alto (California, Estados Unidos), en los años '60 y '70, como un recurso  eficaz para solucionar algunos problemitas  sexuales en las parejas (el nombre de la escuela, mis queridos, es sólo una feliz casualidad). Desde hace aproximadamente diez jacarandosos años esta lujuriosa terapia comenzó a utilizarse en América Latina y, muy recientemente, llegó a nuestras pampas. Según la psicóloga  Celia Laniado,  miembro de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana y líder del coaching sexual en nuestro país, las que toman la iniciativa para que las parejas desmotivadas se enreden en este tratamiento innovador son las mujeres, ávidas por encontrar más y mejores formas de gozar. Los señores, en cambio, son mucho más reservados y  tradicionales a la hora de hacerle frente sus entuertos sexuales: consultan a un sexólogo.
Las sesiones duran entre 45 minutos y una hora, tienen una frecuencia semanal o quincenal, y cuentan con dos modalidades: presencial (en consultorio) y on line. Según Olga Marega, especialista en Sexología Clínica y Master en Sexualidad Humana, la primera opción es, sin ninguna duda, la más adecuada, pero, dada la falta de especialistas idóneos en lugares como La Quiaca, la modalidad virtual, a través de una videoconferencia, es también una opción válida para las parejas que viven en el traste del mundo y están ansiosas de mejorar sus encuentros amorosos. En estas sesiones, el entrenador sexual trabaja con preguntas especialmente formuladas para detectar temores, prejuicios y estupideces varias que atentan arteramente contra los orgasmos bien avenidos y les encarga a los tórtolos desmotivados una serie de tareas que incluyen diferentes ejercicios eróticos. Como no podía ser de otro modo, para levantar ardores y corazones, se utilizan técnicas orientales milenarias, como el sexo tántrico, el jugoso repertorio del Kamasutra, métodos de respiración y meditación hinduista, y  sexo Karezza, basado en un prolongado contacto físico con la pareja.“También les doy preguntas para reflexionar y escribir durante la semana”, dice Celia Laniado, y una, adicta a lápices, lapiceras, viejas Olivetti y modernos teclados, no puede dejar de sospechar que esa debe ser la parte más divertida del asunto.
Yo no sé si será cierto o no, pero varios artículos recogidos en Internet y revistas femeninas casquivanas hablan de una tercera modalidad: in situ. La particularidad de la misma es que el coach presencia el acto sexual de los consultantes, dando precisas indicaciones para que se lleve a cabo de una manera harto exitosa. Por supuesto, esta es una variante para osados y/o exhibicionistas, ya que la mayoría de las personas de bien no tolerarían a un señor que, en pleno acto carnal, les diera indicaciones típicas de un director de película porno ( “Así está muy bien, chicos, no se agiten tanto, respiren hondo… Vos acercate un poco más hacia el torso de él… Así, ¡muy bien!… ¿Sentís cómo él te roza?”, etc.).
“El coaching sexual permite vivir de otro modo la propia sexualidad, adquiriendo nuevas habilidades sexuales y mejorando la intimidad con la pareja. Esta actividad no tiene ninguna contra siempre que sea realizado por profesionales especializados”, comenta la licenciada Diana Resnicoff, psicóloga y sexóloga, pero advierte que hay temas como la capacidad de desarrollar amor e intimidad, que no pueden enseñarse.
Eric Amaranth es, según mis averiguaciones más recientes, siempre orientadas a dar felicidad y bienestar a mis lectores, el coach sexual del momento. Vive En Nueva York y trata a varios famosos. Ya saben ustedes, mis queridos, que los famosos están tan al divino botón que se enganchan con cualquier iglesia, escuela, terapia o secta más o menos novedosa.
El artículo del diario "Clarín", además de presentarnos esta nueva argucia para optimizar nuestros devaneos lúbricos, ofrece también una serie de consejos elaborados por los entrenadores sexuales para ir mejorando nuestro erotismo antes de dar el gran paso y contratar a uno de ellos, tales como bailar desnudos en pareja antes de acostarnos (frente esta sugerencia mi consorte me espetó que le daba vergüenza de  pensarlo nomás), concretar románticas escapadas de fin de semana por lo menos dos o tres veces al año, encontrarse fuera de la casa para hablar de sexo (no, en el patio no vale, hay que buscar locaciones más venturosas, como cafés, bares, restaurantes, etc.), potenciar al máximo nuestra creatividad e innovar el escenario del encuentro sexual.
Informados ustedes de esta nueva terapia doy por cumplida la misión que me propuse al sentarme a escribir este esclarecedor opúsculo.  Considerando que, quienes se animan a contratar un coach sexual buscan aprender algo más acerca de su sexualidad y de la sexualidad de sus parejas, me despido con un pensamiento de Jim Rohn: “El aprendizaje es el principio de la riqueza. El aprendizaje es el principio de la salud. El aprendizaje es el principio de la espiritualidad. En la búsqueda y el aprendizaje comienza todo el proceso milagroso.”

De nada.

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