lunes, 31 de diciembre de 2018

DEL AMOR Y OTROS FESTEJOS


DEL AMOR Y OTROS FESTEJOS

“Grabad esto en vuestro corazón, cada día comienza en nosotros un año nuevo, una nueva vida.”
Ralph Waldo Emerson

Buscando y buscando en la web alguna idea novedosa para festejar Fin de Año en pareja, tuve la suerte de toparme con una interesantísima nota escrita por la psicóloga y sexóloga clínica  Lic. Diana M. Resnicoff, palabra más que autorizada para tocar temas candentes. La nota, titulada Juegos eróticos para festejar con tu pareja el fin de año  fue publicada por el sitio web Minuto Uno y encara de manera lúbrica y juguetona los festejos de Nochevieja y Año nuevo.  Porque si durante el año no tuvimos oportunidad de cumplir nuestras fantasías más alocadas, podemos hacerlo en esa noche que generalmente desperdiciamos cenando con la familia y viendo cómo se pelean los primos borrachos.
Es harto sabido que la rutina suele hacer estragos con el erotismo y nos hace perder el interés en nuestro partenaire o relegar las mieles del sexo a un triste segundo plano. Por otro lado, en estas épocas festivas, tratamos de encontrar para esa pareja que nos aburre un poquito un regalo que exprese que igual la queremos y que, además, le guste. Gastamos dinero en obsequios varios o nos frustramos porque no podemos comprarlos, sin tener en cuenta que está a nuestro alcance regalar algo diferente, que levante los corazones y otras partes caídas de nuestras medias naranjas. Regalar sentimientos, sensaciones y propuestas sexuales novedosas, todo bonito, inolvidable y gratis. Regalos que quedarán grabados a fuego en el corazón y la piel de nuestro bomboncito y que harán que se enardezca cada vez que los recuerde.
Los tips que propone la Lic. Resnicoff son muy jugosos. Pero también es jugosa la manera de presentarlos. Para darle un touch lúdico a la cosa, la licenciada nos propone escribirlos en una o varias tarjetas, que podemos confeccionar con cartulina de colores. Qué lindo.
Juegos eróticos para festejar con tu pareja el fin de año
-Juega con los sentidos y explora nuevas sensaciones: A la hora del sexo es bueno introducir algo para juguetear con los sentidos. El cubito de hielo, imprescindible en cualquier contienda hot desde “9 1/2 weeks” (“Nueve semanas y media”) es uno de los chiches más taquilleros a la hora de provocar sensaciones insospechadas. Con el cubito se puede acariciar el cuerpo del otro. Y el otro puede ponerse el cubito en la boca y recorrer nuestro cuerpo en un helado recorrido de sensaciones calientes. Con Devo cantando  “Bread And Butter” como telón de fondo la cosa explota: yo no soy Mickey Rourke ni tú  Kim Basinger, pero juguemos a serlo.
-Recorrerlo muy de cerca: Acostá a tu media naranja sobre una superficie plana y vendale los ojos con un pañuelo oscuro. Andá adelantándole cómo viene la cosa: vas a ir descubriendo sus zonas erógenas a través de los besos. Tenés vía libre para recorrer con tu boca los lugares que más te gusten. Mmmmmmm.
-Besale los dedos: Tracey Cox, la autora del libro “Supersexo” asegura que no hay nada más hot que chuparle los dedos de la mano de nuestra media naranja en público, así, con un dejo de exhibicionismo. Chupar los deditos es un sucedáneo del sexo oral que volverá loco a nuestro partenaire. Este chichito es lindo porque podemos hacerlo sin renunciar a la cena indigesta y a las grescas de los primos borrachos.
-Hacer el amor a ciegas: Cuando todo está oscuro, se agudizan ciertos sentidos y se pone más atención en las sensaciones táctiles, los sabores, los sonidos. La licenciada sugiere que le vendemos los ojos a nuestra pareja y que luego le pidamos que haga lo propio con nosotros. Yo, humildemente, sugiero apagar todas las luces. Porque hacer el amor a ciegas se torna casi ineludible cuando la ley de gravedad empieza a hacer estragos en nuestras abultadas humanidades.
-Saborearse: La idea de que vuelques sobre su cuerpo helado, crema, yogur de frutilla, un huevo frito, y lo vayas devorando de  a poquito,  es sensacionalmente estimulante. Mucho más, si vas intercalando los bocados con besos que le permitan a tu pareja saber si el helado es de chocolate, si la crema es artificial o no, si el yogur es una de esas inmundicias dietéticas que señoritas hiperflacas saborean en las publicidades poniendo cara de orgasmo, o si al huevo le falta sal.
-Sean esclavos uno del otro: Esto se hace por turnos: hoy sos mi esclavo, mañana soy tu esclava. El esclavo deberá cumplir todos los deseos del amo. Uno manda y el otro obedece. Aprovechen, mis queridas. Hagan que ese sátrapa sepa de una vez por todas qué se siente limpiando un inodoro.
-Desarrollen fantasías: Como no podía ser de otra manera, a esta altura del festejo irrumpe el disfraz hot. Que provocará algunas risitas al principio pero desembocará en una orgía de petardos y cañitas voladoras.
Hasta aquí, amables lectores, las sugerencias de nuestra amiga, la Lic. Diana M. Resnicoff. Le agradecemos su sapiencia y le deseamos de todo corazón un muy feliz Año Nuevo. Lo único que me queda por recomendarles es que, si les da fiaca hacer todo esto, alquilen “9 1/2 weeks” y vean cómo lo hacen otros, más sexys, más jóvenes y más lindos. Quizás eso también sirva para ponerle algo de picante a la cosa: termina la peli y vemos qué pasa. O quizás terminemos llorando a los gritos sobre las ruinas de Mickey Rourke. Ahora me acuerdo por qué no volví a ver esa película de miércoles. Me deprime.
Me despido de ustedes, mis muy queridos, con un pensamiento del genial Vincent Van Gogh: “¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?”.
Felicidades!

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