lunes, 8 de enero de 2024

HOLLYWOOD PARANORMAL : RODOLFO VALENTINO


HOLLYWOOD PARANORMAL : RODOLFO VALENTINO

"Las mujeres no están enamorados de mí sino de mi imagen en la pantalla. No soy más que el lienzo en el que las mujeres pintan sus sueños."
Rodolfo Valentino

Hace muchos años, cuando los relojes y las balanzas estaban todavía a mi favor, tuve la bendición de tener un trabajo que casi no parecía un trabajo: fui empleada en un videoclub de barrio. Los gloriosos años ’80 llegaban a su fin y con el arribo de las hoy ya arcaicas videocaseteras, estalló en Argentina el boom de los videoclubs. Y todo el mundo se puso a ver cine, aunque el cine no les hubiera interesado jamás.
Fue una época de felicidad, malentendidos divertidos y enredos memorables. La mayoría de mis clientes  sabía lo que quería, pero siempre había algunos desorientados. Y ahí estaba yo para aclararles el panorama a los despistados de siempre:
-No, señora, “Ángeles anales” no trata ningún tema religioso y si lleva “Chocolate y bananas” va a aprender de todo, menos a cocinar.
-No, señor, “La naranja mecánica” no es un documental sobre la selección holandesa de fútbol.
-No, nene, “El tambor” no es una película infantil.
Sí, fue una época de alegría. Y también fue una época en la que vi mucho cine gratis.
Entre todas las películas que alquilaba en el video había una que me maravillaba especialmente: un documental titulado algo así como “Historias de fantasmas de Hollywood” que vi una y otra vez sin cansarme, con la misma insistencia con la que mi hijo veía “Toy Story” cuando tenía tres años. El nombre del realizador de la película, lamentablemente, se perdió en los vericuetos de mi memoria. Adoraba ese film porque contaba historias que siempre me habían fascinado: la supuesta maldición que pesa sobre el personaje de Superman; el triste suicidio de Peg Entwhistle, la chica que se arrojó al vacío desde el antiguo cartel de Mount Lee que en aquel entonces rezaba “Hollywoodland”; los entretelones de la relación entre la pulposa Jayne Mansfield y el mítico fundador de la Iglesia de Satán, Anton la Vey… Cada vez que un cliente me preguntaba qué ver, me apuraba a recomendarle el documental. Algunos amantes del Hollywood dorado o de los sucesos paranormales, aceptaban el convite encantados. Otros preferían intoxicarse con la última aventura de Steven Seagal.
Honrando esa época maravillosa de mi vida y mi amor incondicional por el viejo Hollywood, arranco hoy con una nueva saga titulada “Hollywood Paranormal”. Que incluirá maldiciones, historias de fantasmas, lugares malditos y, por qué no, crímenes feroces. Ya saben, mis queridos, que uno de mis vicios más consuetudinarios es celebrar la truculencia. Pasen y vean.


RODOLFO VALENTINO: UN POCO DE HISTORIA

Rodolfo Alfonzo Raffaelo Pierre Filibert Guglielmi di Valentina d’Antonguolla nació el 6 de mayo de 1895 en Castellaneta, Italia. En 1912, sin trabajo, se marchó a París, donde vivió como un bohemio y frecuentó el submundo gay. Más tarde, arruinado por el juego, se trasladó a Nueva York.
En EE. UU., Rodolfo trabajó como jardinero, lavaplatos y conductor de autobús, y fue arrestado en varias ocasiones acusado de carterista. Por las noches, era un asiduo visitante de las salas de baile de Broadway. Gracias a su atractivo latino y a su talento para el tango, Rudy, conocido como el pavo real,  consiguió trabajo como bailarín de alquiler en el lujoso "Maxim’s" de Manhattan.
El próximo destino de Rodolfo fue la ciudad de San Francisco. Allí, Norman Kerry le sugirió probar suerte en el cine. Valentino trabajó como extra y obtuvo pequeños papeles en algunas películas. En 1919 conoció a la actriz Jean Acker, con la que se casó  el 5 de noviembre de 1919, con apenas dos meses de noviazgo. La pareja se divorció dos años después. Jean, de quien se rumoreaba que era lesbiana, abandonó al actor. Para ese entonces, June Mathis, la jefa del departamento de guiones de la Metro y primera mujer ejecutiva de cine en la historia de Hollywood, propuso al desconocido actor como protagonista de “The Four Horsemen of the Apocalypse” (Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, Rex Ingram, 1921). Ese mismo año, coprotagonizó con la actriz rusa Alla Nazimova una adaptación de la novela “La Dame aux camélias” (“La dama de las camelias”, Alejandro Dumas, hijo, 1848), titulada Camille”, (Ray C. Smallwood). Durante el rodaje de la película, Valentino conoció a la exótica Natacha Rambova, diseñadora de los decorados de la película, y se sintió inmediatamente atraído por ella. Al poco tiempo, comenzaron a convivir.
También en 1921, Rudy protagonizó en “The Sheik(“El Jeque”, George Melford), película que consolidó su gran popularidad y lo consagró como el latin lover por excelencia. La película era tan ardiente para los cánones de la época que en los cines había médicos para atender a los fans que se desmayaban. Con la película Blood and Sand” (“Sangre y arena”, Fred Niblo, 1922), de tema taurino junto a Lila Lee y Nita Naldi, Rodolfo Valentino se convirtió en la mayor estrella masculina de su tiempo.
Rudy y Natacha se casaron en marzo de 1923, en Indiana. A instancias de ella, Valentino rompió su contrato con la Paramount. Rambova, aficionada al espiritismo y a las ciencias ocultas, creía poseer un poder especial que la hacía completamente infalible en lo referente a las decisiones relacionadas con la carrera de su esposo que tomaba. El actor, cuya carrera estaba en la cuerda floja, fue contratado por United Artists, que creía que podía devolverle su antiguo esplendor. Una cláusula  no negociable de su contrato era que su vehemente esposa no interviniese de ninguna manera en sus películas, situación que significó el fin de su matrimonio en 1926.
Abandonado por dos esposas, Valentino vio erosionada su aura de virilidad salvaje. Cuando Natacha Rambova se divorció de él reveló que su matrimonio nunca había sido consumado, declaración similar a la que había hecho su primera esposa Jean Acker en su proceso de divorcio. Ambas mujeres eran lesbianas. 
Valentino buscó consuelo en los brazos de la ascendente estrella polaca Pola Negri, con la que tuvo un publicitado romance. Luego de protagonizar The Son of the Sheik (“El hijo del Jeque”, George Fitzmaurice, 1926), Valentino inició una gira por todo el país para promocionar la película. Cuando llegó a Manhattan, en agosto de 1926, comenzó a quejarse de fuertes dolores de estómago. El día 16  de ese mes fue ingresado en el Hospital Policlínico, donde se le descubrió una úlcera perforada aguda y una infección extendida por todo el cuerpo. Fue operado rápidamente, pero falleció de peritonitis y septicemia el día 23 de agosto, con apenas 31 años.



EL FUNERAL DE VALENTINO

La prematura muerte de Rodolfo Valentino provocó la histeria masiva. Dos mujeres intentaron quitarse la vida en la puerta del hospital donde el ídolo había fallecido. En Londres, una chica ingirió veneno frente a la fotografía de Rudy. Un joven ascensorista del "Hotel Ritz" de París fue descubierto muerto en su cama, cubierto de fotos de Valentino.
Entre los presentes en el salón donde se llevó a cabo el funeral estaban la primera esposa de Rudy, Jean Acker, que dio muestras de un dolor exagerado antes de enterarse de que Valentino sólo le había dejado un dólar como herencia, y la estrella de cine Pola Negri, que eclipsó a todos con su ropa de luto de diseñador. Pola se desmayó dramáticamente sobre el cuerpo del actor, donde descansaba una corona de flores con la inscripción "De parte de Benito Mussolini". Entre sollozos declaró a la prensa que  ella y Valentino tenían planeado casarse. 
La revista “Life”, en su edición del 20 de junio de 1938, contó que cuando el coche fúnebre del actor salió de la Campbell's Funeral Church de Broadway, donde había tenido lugar la misa de despedida, más de 50.000 personas "se agolparon bajo la lluvia para ver pasar su cuerpo". Más de 10.000 personas habían hecho cola la noche entera para poder homenajear al ídolo. Hubo 100 heridos. Los más fanáticos robaron algunas piezas de su ataúd. 
Mientras el cuerpo de Valentino era transportado al Hollywood Memorial Park Cemetery, una canción en su homenaje comenzó a sonar en todas las radios de los Estados Unidos: “There’s a new star in heaven tonight, Rudolph Valentino ("Hay una nueva estrella en el cielo esta noche, Rodolfo  Valentino"), interpretada por Rudy Vallée.


RUDY, EL FANTASMA SEDUCTOR

Inmediatamente después de la muerte del célebre actor comenzaron a surgir rumores de que había sido envenenado con arsénico por una conocida dama de la alta sociedad de Nueva York, a la que había abandonado después de un breve romance.  Natacha Rambova comenzó a celebrar sesiones de espiritismo en las que, según declaró públicamente, el espíritu de su ex marido se comunicaba con ella desde el más allá. Al parecer, Rudy le contó a Natacha que había contemplado su propio funeral, y que había acudido a todos los estrenos de su última película.
Rambova y Valentino habían sido iniciados en el esoterismo por Alla Nazimova, quien, además de grandes orgías lésbicas, organizaba en su mansión sesiones de espiritismo. Rudy estaba fascinado con el mundo paranormal y se consideraba a sí mismo dotado de grandes poderes psíquicos. Las declaraciones de Natacha sobre sus conversaciones con Valentino en el plano astral desataron una auténtica fiebre espiritista. Muchas personas reportaron haber visto el fantasma de Rudy por toda California.
Aunque sólo vivió un año en la mansión californiana "Falcon’s Lair" , se dice que el fantasma de Rodolfo Valentino suele pasearse por la propiedad. Su espectro ha sido avistado en varios puntos de la casa, incluyendo los pasillos, su viejo dormitorio y los establos. En un famoso incidente, un trabajador huyó despavorido del lugar al ver a Rudy en las cuadras, acariciando a su caballo favorito. Otra historia habla de un vigilante que también salió corriendo, esta vez en mitad de la noche, después de toparse con el fantasma del actor. La leyenda cuenta que Valentino puede ser visto, algunas veces, asomado a su ventana favorita en el 2º piso de "Falcon’s Lair.
El fantasma de Valentino también fue reportado vagando por el Hollywood Memorial Park Cemetery, lugar donde está enterrado, y los estudios Paramount, escenarios de algunas de sus películas más populares. Un guardia de seguridad del estudio declaró haber visto a un hombre parecido a Rodolfo Valentino caminando por los pasillos después de la hora de cierre. Cuando le informó que las instalaciones ya estaban cerradas, el intruso lo saludó con su sombrero y desapareció atravesando la pared.
Otros avistamientos del espectro de Valentino han tenido lugar en su antigua casa de la playa en Oxnard, donde se lo pudo ver paseándose por las galerías. También se ha informado de su presencia en el hotel "Santa María Inn", unos 50 km al sur de San Luis Obispo. Este lugar era uno de los escondites favoritos del actor, y se dice que regresa periódicamente a su antigua habitación, la 210, cuyos pasajeros afirman escuchar misteriosos golpes en la puerta y sentir una presencia invisible que se reclina en la cama.
El fantasma de Rudy también visita en un viejo bloque de departamentos en Hollywood conocido precisamente como "Valentino Plac", que durante los días de la Prohibición en la década del ‘20, albergó un bar clandestino. La leyenda cuenta que el actor frecuentaba el lugar para sus fiestas y citas secretas. En abril de 1989, una joven y anónima actriz que vivía en uno de los apartamentos, declaró que estaba por dormirse cuando sintió el peso de un hombre que pronto se materializó en uno de los lados de su cama. La aparición se metió bajo las sábanas y se apretó contra su cuerpo, y la perpleja joven pudo sentir que estaba sexualmente excitado. La chica reconoció en él el rostro de Rodolfo Valentino y se desmayó, presa del pánico. Cuando volvió en sí, la figura había desaparecido, pero las sábanas y los almohadones estaban en completo desorden, esparcidos por toda la habitación. Aterrorizada, la chica abandonó su departamento esa misma noche. 


 EL ANILLO DE RODOLFO VALENTINO

En la bóveda de un banco de Los Ángeles se encuentra a resguardo un anillo de plata con una piedra semipreciosa. No es un anillo especial  ni muy valioso, y lo más probable es que nadie se atreva a volver a usarlo, ya que es portador de una de las maldiciones más fuertes en la historia de lo oculto. Los sucesivos propietarios de la joya han padecido mala suerte, sufrido todo tipo de lesiones o encontrado la muerte. Muchas personas creen, todavía,  que este misterioso anillo fue el que envió a Rodolfo Valentino a una tumba prematura.
En 1920, Valentino, en el apogeo de su éxito, vio el anillo en una joyería de San Francisco y quedó prendado de la joya. El propietario le advirtió que era portador de una maldición, pero el actor insistió en comprarlo. Lució el anillo en la película “The Young Rajah” (“El joven Rajá”, Phil Rosen, 1922), fracaso de crítica y de taquilla. Valentino no volvió a usar el anillo hasta la filmación de The Son of the Sheik (“El hijo del jeque”, George Fitzmaurice, 1926). Tres semanas después de terminar esta película, viajó a Nueva York, donde sufrió un ataque agudo de apendicitis que le costó la vida.
Después del fallecimiento de Rudy, la actriz Pola Negri pidió un objeto de su pertenencia como recuerdo. Eligió quedarse con el anillo y casi de inmediato sufrió un largo período de enfermedad que amenazó con poner fin a su carrera. Un año más tarde, durante su convalecencia, conoció al cantante, violinista y actor estadounidense Russ Columbo, de un sorprendente parecido físico con el malogrado Valentino. La actriz quedó tan impresionada por este parecido que le dio el anillo de Rodolfo diciendo: “De un Valentino a otro.” El 2 de septiembre de 1934,  Columbo recibió un disparo fortuito mientras se encontraba de visita en la casa del fotógrafo Lansing Brown, Jr., un viejo amigo suyo. Brown tenía una colección de armas de fuego y, mientras las examinaba, una se disparó accidentalmente. El proyectil rebotó en una mesa e hirió a Russ Columbo por encima del ojo izquierdo. El hombre falleció seis horas después del accidente. A su funeral asistieron muchas estrellas de Hollywood, entre ellas Bing Crosby Carole Lombard, que tenía una relación sentimental con él.
El anillo pasó, entonces, a manos del mafioso Joe Casino quien, conociendo la reputación del anillo, no se arriesgó a usarlo y lo colocó en una vitrina. Dos años después decidió usarlo y, una semana después, fue atropellado por un camión. Del, su hermano, quien no creía en maldiciones, usó el anillo durante un tiempo sin que le sucediera nada extraño. Pero su mansión fue asaltada y la policía encontró al ladrón, llamado James Willis, huyendo de la escena. Uno de los uniformados disparó un tiro de advertencia, y, accidentalmente, mató al ladrón. Entre los objetos que pretendía llevarse de la casa se encontraba el anillo de Valentino.
Tiempo después, el productor de Hollywood Edward Small decidió hacer una película biográfica sobre Rodolfo Valentino. Jack Dunn, un patinador británico que compitió en la década de 1930, fue una de las figuras barajadas para interpretar a Rudy, debido a su parecido físico con el fallecido actor. La leyenda cuenta que Dunn hizo una prueba para el papel vestido con ropa de Valentino y usando el fatídico  anillo. Dunn, de apenas 21 años, falleció poco tiempo después de tularemia o fiebre de los conejos, una grave enfermedad infecciosa que contrajo durante un viaje de caza a Texas. 
Un año después de la muerte de Jack Dunn, un osado ataque a un banco de  Los Angeles se llevó a cabo en plena luz del día. Los ladrones escaparon con un botín de más de $ 200.000. En una emboscada policial posterior, dos miembros de la banda fueron capturados y tres transeúntes resultaron gravemente heridos. El líder de la banda, Alfred Hahn, fue condenado a cadena perpetua. En su juicio, Hahn declaró: “Si hubiera sabido que lo que estaba en la bóveda además del dinero era el anillo maldito de Valentino, hubiera ido a robar otro banco.”


LA MISTERIOSA DAMA DE NEGRO 
Otra de las muchas leyendas que circulan en torno a la mítica figura de Rodolfo Valentino es la que hace referencia a la Dama de Negro, que aparece cada año en el aniversario de su muerte y deja flores sobre su tumba. Las visitas de la misteriosa dama comenzaron al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Rudy, cuando una mujer, vestida de negro de pies a cabeza y con el rostro cubierto por un grueso velo del mismo color, entró en el mausoleo del Hollywood Memorial Park Cemetery, depositó un ramo de rosas sobre la cripta de Valentino y se alejó sin decir ni una palabra. Según la leyenda, Valentino era amigo de una mujer cuya hija, Ditra Flamé, estaba gravemente enferma. Rudy fue a visitarla al hospital y le llevó una sola rosa roja. “No vas a morirte”, le dijo. “Me sobrevivirás muchos años. Pero una cosa es segura: si yo muero antes que tú, te pido que vengas y estés a mi lado porque no quiero estar solo. Vendrás y hablarás conmigo”. Poco después de la visita de Valentino, Ditra se recuperó y cuando el actor falleció,  recordó su pedido y comenzó a llevar un ramo de rosas rojas a su cripta cada año en el aniversario de su muerte.
A comienzos de los años ‘40, una antigua corista llamada Marian Watson (quien en su época de Ziegfeld Girl se hacía llamar Marian Brenda) comenzó a visitar la cripta de Valentino y afirmó que ella era la auténtica Dama de Negro. Según declaró a la prensa, Rudy le había propuesto matrimonio la noche antes de ser hospitalizado en 1926, o, en otras versiones, se había casado secretamente con ella en 1925 y habían tenido un hijo. A raíz de sus declaraciones, aparecieron otras mujeres diciendo que ellas eran la verdadera Dama de Negro y contando descabellados historias sobre sus supuestas relaciones con Valentino. Quizás en respuesta a todas estas falsas Damas de Negro, Ditra Flamé finalmente se quitó el velo y contó su historia en 1947. Siguió visitando la tumba de Valentino hasta 1954, cuando ya era una entre muchas damas. Reanudó sus visitas en 1977, pero ahora con ropa de calle en vez del tradicional vestido de luto. Ditra Flamé murió en 1984 y su tumba, en San Jacinto, California, la identifica como la genuina Dama de Negro.
Estrellita del Regil, una antigua actriz española comenzó a visitar la cripta de Valentino en los años ‘70 como tributo a su fallecida madre, que, aseguraba, había sido el gran amor no correspondido de Rudy. Estrellita continuó sus visitas hasta 1993 y fue considerada la segunda Dama de Negro.
La tercera Dama de Negro fue una mujer llamada Vicki Callahan, quien inicialmente no tenía intención alguna de perpetuar la tradición. Era simplemente una gran fan de Rodolfo Valentino, y quería presentarle sus respetos. Pero cuando en 1995 un informativo de televisión la mostró vestida de negro y colocando rosas en la cripta de Rudy, fue rápidamente identificada como la nueva Dama de Negro. Callahan aceptó el honor, y ha continuado haciendo sus visitas anuales a la tumba de Valentino hasta el día de hoy.

Hasta aquí, mis queridos, esta primera entrega de la saga "Hollywood Paranormal", dedicada exclusivamente a Rodolfo Valentino. Me despido de ustedes con un pequeño extracto del capítulo dedicado a Rudy del libro "Hollywood Babylon", de Kenneth Anger, una especie de Biblia profana y chismosa para los cholulos como vuestra servidora: "La pérdida de Valentino, a los treinta y un años de edad, dejó un rastro de inconsolables amantes de ambos sexos, a juzgar por los torrentes de lágrimas derramadas. Además de la famosa Dama de Negro que anualmente le llevaba flores en la fecha de su óbito, el recuerdo de Rudy era reverenciado por Ramon Novarro, quien conservaba en una urna de su dormitorio un consolador de grafito, del más representativo art decó, enaltecido por la firma autógrafa de Valentino. Un regalo de Rudy."

Buenas tardes.

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