sábado, 9 de agosto de 2014

HOLLYWOOD PARANORMAL: JEAN HARLOW


HOLLYWOOD PARANORMAL: JEAN HARLOW

“Gusto a los hombres porque no llevo sujetador. Gusto a las mujeres porque no parezco una chica que les robaría al marido. Al menos no por mucho tiempo…”

Jean Harlow

Cierta vez, cuando le preguntaron al poeta, crítico y filósofo Samuel Taylor Coleridge si creía  en los fantasmas, respondió con ironía: “¡No, señora! He visto demasiados para creer en ellos”. Y que cuando al estadista británico Winston Churchill, que admitía la existencia de los espectros, le hicieron la misma pregunta, respondió: “No, los verdaderos fantasmas no se ven. De estas ingeniosas respuestas se deduce que creer en fantasmas va mucho más allá de haberlos visto alguna vez o no, y que lo verdaderamente importante no son las presencias/ausencias sino el modo en que nos relacionamos con ellas.
Para los crédulos y los incrédulos, traigo hoy una nueva entrega de la saga “Hollywood Paranormal”, dedicada esta vez a Jean Harlow, la rutilante rubia platino que fue inspiración de Marilyn Monroe , y a su segundo esposo, el malogrado Paul Bern.


UN POCO DE HISTORIA: JEAN HARLOW

Harlean Harlow Carpenter, conocida como Jean Harlow nació en Kansas City, el 3 de marzo de 1911, hija de Mont Clair Carpenter, dentista, y Jean Poe Harlow, una mujer extremadamente protectora, situación que creo entre ella y Jean  un relación muy estrecha para el resto de sus vidas. Solía llamarla Baby en vez de Harlean, y sólo cuando ingresó en la escuela para niñas "Miss Barstow", en Kansas, la pequeña se enteró de que su verdadero nombre era Harlean y no Baby. Poco después, sus padres se divorciaron. La madre consiguió su custodia y Jean sólo volvió a ver a su padre una vez en su vida.
En 1923, madre e hija  se mudaron a Hollywood con la esperanza de que la chica se convirtiera en una gran estrella, pero tras estudiar brevemente en una escuela dramática  sin lograr mucho, regresaron a Kansas. Jean estudió más tarde en la "Ferry High School" en Lake Forest, Illinois, y a los 16 años conoció a Charles McGrew, de 20 años, heredero de una gran fortuna, con el que contrajo matrimonio. La pareja se mudó a Los Angeles, donde por fin unos ejecutivos de la Fox se interesaron en la chica, y fue en ese momento cuando adoptó el nombre con el que se hizo famosa.
Debutó en cine trabajando como extra e interpretando pequeños papeles. Su primer protagónico lo tuvo en la película “Hell's Angels” (“Los ángeles del infierno”, Howard Hughes, 1930), con la que encandiló al público pero no a la crítica, que incluso llegó a juzgar su actuación como terrible. Luego participó en películas como “The Public Enemy” (“El enemigo público”, William A. Wellman, 1931), con James Cagney, y "Goldie" (Benjamin Stoloff, 1931), con Spencer Tracy.
Jean Harlow  era muy popular entre el público, pero los críticos de cine se burlaban de ella. Frank Capra la dirigió en 1931 en “The golden cage” (“La jaula de oro”), con  Loretta Young, y decidió cambiar el nombre de la película por el de “Platinum Blonde”, precisamente por su color de pelo. En pleno apogeo de su éxito, muchas de sus fans femeninas se tiñeron el pelo de rubio platino como ella, e incluso Howard Hughes organizó un concurso entre peluqueros: el que más cerca estuviera de lograr el tono de rubio de la actriz, se llevaba un premio de 10.000 dólares.
Poco después, a la edad de 21 años, Harlow firmó un contrato con Metro Goldwyn Mayer (MGM). Fue entonces cuando Jean se convirtió en una superestrella, con películas como “Red-Headed Woman” (“La pelirroja”, Jack Conway, 1932) y “Red Dust” (“Tierra de pasión”, Victor Fleming, 1932). 
El furor sexual de Harlow era conocido por todo Hollywood, y se dice que por su cama pasaron los actores más populares y los productores mas influyentes de la época. Howard Hughes, Clark Gable y Charles Chaplin fueron algunos de sus amantes.
El 2 de julio de 1932, Jean Harlow se casó con el productor cinematográfico Paul Bern. El matrimonio duró poco: Bern fue hallado muerto en su casa el 5 de setiembre de 1932. Hubo rumores de que la propia Jean  lo había asesinado durante una discusión. Los ejecutivos de MGM no tardaron en asegurar que la muerte de Bern había sido un suicidio, alegando como motivo que el productor padecía impotencia. Semejante acontecimiento no dañó para nada la carrera de Harlow, que alcanzó, incluso, más popularidad que antes.
Después de enviudar, Jean Harlow tuvo un romance bastante indiscreto con el boxeador Max Baer, cuya mujer amenazó con divorciarse nombrándola a ella como causa principal. Para acallar el escándalo, MGM casó a la actriz con el cineasta Harold Rosson. Ambos se divorciaron sin más escándalos siete meses después. Se enamoró después del  actor William Powell, con quien pensaba volver a casarse.
A mitad de la década de 1930, Jean Harlow era una de las mayores estrellas del cine estadounidense y la principal actriz de la MGM. Su última película fue “Saratoga (Jack Conway, 1937), junto a Clark Gable.
La rubia platino murió el día 7 de junio de 1937, con apenas 26 años.


LA MUERTE DE LA RUBIA PLATINO

En el mes de febrero de 1937, Jean Harlow  tuvo una gripe. Los médicos que la atendieron la trataron, además, por algunos problemas renales que padecía desde que de niña, secuelas de la escarlatina. Dos meses después, a pesar de que todavía no estaba recuperada, la MGM le exigió que comenzara a filmar la película “Saratoga” en la que formaba pareja con Clark Gable. Un sábado la actriz se desmayó en el plató. Fue trasladada al hospital y diagnosticada con uremia, una afección caracterizada por niveles excesivamente elevados de desechos en la sangre, debido a que los riñones no funcionan bien. Durante todo el fin de semana Jean Harlow sufrió fuertes dolores en la espalda y en el estómago. El día 7 de junio de 1937, la rubia platino murió en el "Good Samaritan Hospital" de Los Angeles. 
La causa de la muerte de Jean fue una insuficiencia renal pero la prensa amarilla no se conformó con el dictamen médico. Las columnas de chismorreo cinematográfico publicaron teorías descabelladas. Algunos afirmaron que su madre se había negado a llamar a un médico porque pertenecía a la Iglesia de Cristo Científico (que tiene un sistema de creencias religiosas y espirituales establecido en el siglo XIX por Mary Baker Eddy y asegura que sus preceptos sirven para curar enfermedades), e, incluso, que la propia Jean había rechazado el tratamiento médico o la cirugía.  Otros aseguraron que Harlow había muerto a causa del alcoholismo, de un aborto fallido realizado en su propia casa, de una dieta excesiva, de una insolación, de un envenenamiento debido a la tintura platinada o de varias enfermedades venéreas.
 Después de la muerte de  Jean, su novio William Powell, quedó destrozado. Él fue quien se encargó del funeral. Compró tres criptas en el Forest Lawn Memorial Park, en Glendale, California, una para Jean, otra para su madre y otra para él mismo. Jean fue enterrada con la bata que usó en la película "Libeled Lady" ("Una mujer difamada", Jack Conway, 1938).  El epitafio de Jean Harlow dice, simplemente,  "Our Baby" ("Nuestra bebé"), tal como su madre solía llamarla. 


PAUL BERN

Todo el mundo quedó sorprendido cuando Paul Bern y Jean Harlow se casaron el 2 de julio de 1932. Él tenía 42 años y ella, 21. Se conocieron en la filmación de City Lights (“Luces de la Ciudad”,  Charles Chaplin, 1931)  y Bern quedó prendado de la hermosa rubia. Bern había sido ayudante de Irving Thalberg en la Metro Goldwyn Mayer, y fue un factor decisivo para la incorporación de Jean a la compañía.
El 5 de septiembre de 1932, el mayordomo de Bern encontró su cadáver en el dormitorio de su Jean Harlow en la mansión que compartían en Benedict CanyonEstaba desnudo, tendido frente a un espejo de cuerpo entero, bañado en "Mitsouko", el perfume preferido de su esposa, con un disparo en el cabeza procedente de una pistola calibre 38 que yacía a un costado. Jean se hallaba de visita en casa de su madre.
El mayordomo no llamó a la policía; telefoneó en su lugar a la Metro Goldwyn Mayer. Enseguida, Louis B. Mayer e Irving Thalberg llegaron al lugar. Mayer encontró una nota firmada por Bern encima del tocador de su esposa: “Mi muy querida, desgraciadamente, ésta es la única salida para reparar el daño que te he causado y borrar mi humillación. Te amo, Paul. Espero que entiendas que lo de anoche sólo fue una comedia.”
Mayer guardó la carta y sólo se decidió a mostrarla cuando Howard Strickling, Jefe de Publicidad del estudio le aconsejó que lo hiciese. La policía llegó al lugar dos horas y media después que Mayer y Thalberg.
La productora enseguida lanzó el rumor acerca de que Paul Bern era impotente y que se había quitado la vida por no poder cumplir con su deber marital. Jean Harlow dijo no tener ni idea de lo que significaba la nota. Por otra parte, Paul tenía fama de conquistador (había tenido affaires con  Joan Crawford y Mabel Normand, entre otras), y pronto a la historia de la impotencia le surgió una competidora. Antes de casarse con Jean Harlow, Paul mantuvo una larga relación con Dorothy Millet, una aspirante a actriz. Aunque su unión nunca se legalizó, fue un matrimonio en la práctica, y ambos se referían al otro como esposo. Sin embargo, la historia se vio truncada por los problemas mentales de ella que la llevaron a un psiquiátrico en Connecticut. En el momento del matrimonio entre Paul y JeanDorothy se encontraba en San Francisco, recuperada de sus problemas del pasado, y Bern la mantenía con 350 dólares mensuales.
Si Jean Harlow sabía de estos gastos, es algo que se desconoce,  pero lo cierto es que era una cantidad que el productor no se podía permitir. Paul Bern estaba en bancarrota y que el dinero de la casa provenía del trabajo de Jean. Muchos supusieron, entonces, que la rubia platino había descubierto la historia de su marido con Dorothy Millet, e indignada al enterarse de que mantenía a otra mujer con su dinero, había matado a su marido.
Días después de la muerte de Paul BernDorothy Millet se suicidó arrojándose al río Sacramento. Por lo que también hubo rumores que la señalaban como responsable de la muerte de Paul. Supuestamente, esa noche la mujer había visitado a Bern en su casa para pedirle explicaciones  (los vecinos pudieron escuchar gritos de discusión) y lo asesinó. Esta teoría fue avalada en 1990, por el productor de cine Samuel Marx, amigo y colega Bern e Irving Thalberg, quien publicó en un libro una versión diferente de la muerte de Paul. Marx, entonces Jefe del Departamento de Guiones de MGM, dijo que había ido a la casa de Bern en la madrugada del 5 de septiembre de 1932, antes de que la policía fuera notificada del descubrimiento del cuerpo, y había visto a Thalberg adulterar la evidencia. Según él, fue uno de los ejecutivos del estudio quien le sugirió a Louis B. Mayer la historia del suicidio por impotencia para evitar un escándalo que hubiera terminado con la carrera de HarlowMarx, después de revisar la evidencia, concluyó que Bern fue asesinado por Dorothy Millette.
El guionista Ben Hecht, en el número de noviembre de 1960 de "Playboy", cuestionó el veredicto oficial de la muerte de Bern, lo que provocó un renovado interés en el caso.  Hecht sugirió que Paul Bern había sido asesinado por una mujer desconocida y que la historia se había ocultado porque iba a dañar la reputación de seductora de Jean. El artículo hizo que el fiscal de distrito del condado de Los AngelesWilliam B. McKesson, reabriera el caso, que enseguida volvió a cerrarse.


LOS FANTASMAS DE JEAN HARLOW Y PAUL BERN

Jean Harlow y Paul Bern vivieron juntos en la mansión ubicada en el  9820 de Easton Drive, en Benedict Canyon, Beverly Hills. Todos los propietarios posteriores de la casa reportaron apariciones fantasmales y hechos inexplicables en el lugar.
En 1963, la casa fue comprada por Jay Sebring,  un estilista de celebridades y fundador de la corporación de peluquería Sebring International, que no creía en maldiciones y no se dejó amedrentar ni por el fantasma de Paul Bern, ni por un supuesto accidente ocurrido en la piscina de la mansión, donde se ahogaron dos personas. En 1964, durante una fiesta en Hollywood, Sebring conoció a la bellísima actriz Sharon Tate y comenzaron una relación. Ambos pasaban mucho tiempo en la casa de Benedict Canyon. Una noche, según contó la propia actriz, estaba en su habitación mientras Sebring se encontraba de viaje en Nueva York. De pronto vio un pequeño y tenebroso hombre en la habitación, cuya descripción encajaba con la de Paul Bern. Parecía buscar algo y la ignoró por completo. Impactada por la aparición, Sharon corrió hacia el piso de abajo, y  vio a otra persona colgando de la baranda de la escalera con la garganta cortada.  Conmocionada, Tate entró en la sala de estar para servirse un trago, pero no encontró dónde Sebring guardaba el alcohol. Sintió el inexplicable impulso de presionar una sección de una biblioteca, que se abrió revelando una barra oculta. Sin pensar, arrancó un pedazo de papel tapiz en la base de la barra mientras se servía una copa. Por la mañana, Sharon estaba convencida de que todo había sido una terrible pesadilla, hasta que vio el papel tapiz que había arrancado del bar.
El 9 de agosto de 1969, a menos de una milla de la casa en Benedict Canyon, Sharon Tate, con un embarazo muy avanzado, Jay Sebring y tres personas más fueron brutalmente asesinados por la Familia de Charles Manson, en la mansión que ella compartía con su esposo, el director de cine Roman Polanski, en Cielo Drive. Sharon no sólo se había topado con Paul Bern en la antigua casa de Jean Harlow, sino que había tenido una premonición de su trágica muerte: la actriz  recibió 17 puñaladas y apareció colgada de una soga en el living de la mansión. 
Si bien se habla que el fantasma que más aparece por los alrededores de la casa de Benedict Canyon es el de Paul Bern, el de Jean Harlow también ha sido visto por algunos vecinos. La mayoría  coincide en  que sus apariciones ocurren en la piscina cada 3 de marzo, la fecha de su natalicio.

Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con un microcuento del autor argentino Orlando Romano:

FANTASMAS

El doctor Follet ocupó gran parte de su vida tratando de atravesar paredes como un fantasma. Luego de un nuevo intento malogrado, rompió a pedazos el muro de la sala con un martillo.
Sobresaltada por el alboroto, la familia acudió. Follet contó su impotencia, su enorme desaliento, su pena. Los otros aceptaron de buena gana las explicaciones, y se desvanecieron.

Buenas tardes.

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