sábado, 25 de octubre de 2014

LAS VERDADERAS HISTORIAS DETRÁS LOS CUENTOS INFANTILES: EL RUISEÑOR


LAS VERDADERAS HISTORIAS DETRÁS LOS CUENTOS DE HADAS: EL RUISEÑOR

"Lejos un trino. El ruiseñor no sabe que te consuela."
Jorge Luis Borges

Buenas noches, mis queridos. Aquí estoy nuevamente para ofrecerles otra entrega de la saga “Las verdaderas historias detrás de los cuentos infantiles”, esta vez dedicada a “El ruiseñor”. Si bien esta maravillosa historia de Hans Christian Andersen fue concebida tal como la conocemos, también tiene una historia detrás. El cuentista y poeta danés se inspiró para escribirla en la pasión que sentía por una cantante de ópera sueca.


El RUISEÑOR

"El ruiseñor" ("Nattergalen") es un cuento de hadas del escritor y poeta danés Hans Christian Andersen, famoso por sus cuentos para niños.
El cuento fue publicado por primera vez por C.A. Reitzel en Copenhague el 11 de noviembre de 1843 en la colección "Nuevos cuentos de hadas. Primer Tomo. Colección Primera" ("Nye Eventyr. Første Bind. Første Samling"). "El Ruiseñor" se publicó junto a otros tres cuentos, entre ellos "El patito feo" ("Den Grimme Ælling"). Recibió críticas muy positivas y fue muy bien acogido, conduciendo a Andersen al éxito y la popularidad.
El relato transcurre en la corte china. Andersen no viajó más allá de Estambul por lo que se inspiró en el pabellón chino de los Jardínes del Tívoli de Copenhague para reproducir el ambiente oriental. En ese lugar cantó una de sus más queridas amigas, Jenny Lind, de la que el escritor estuvo enamorado. Andersen le dedicó a “El Ruiseñor” y por ello Jenny recibió el apodo por la que se la conoció mundialmente: el ruiseñor sueco.


LA HISTORIA

Cuando el Emperador de China se entera de que una de las cosas más hermosas y valoradas de su imperio es un ruiseñor cuyo canto es indescriptiblemente bello,  ordena traerlo a palacio para poder también él admirar su melodía. Cuando sus criados lo encuentran, el ave accede a ofrecer su canto al emperador. El pájaro permanece en el palacio hasta que al gobernante le regalan un ruiseñor mecánico y olvida al verdadero, por lo que vuelve al bosque. El artefacto se rompe y deja de cantar. El emperador enferma y milagrosamente se recupera cuando el ruiseñor vuelve al palacio, le ofrece su bello canto y la Muerte emocionada, lo deja vivir.


JENNY LIND

Johanna Maria Lind  (Jenny Lind) fue una soprano sueca, hija natural de una maestra de escuela que con su extraordinaria voz triunfó en Europa y América. Andersen la conoció en 1840, y experimentó por ella un fuerte amor no correspondido. Lind prefirió tener una relación platónica con Andersen, y le escribió en 1844: "Dios bendiga y proteja a mi hermano, es el deseo sincero de su hermana cariñosa." 
El escritor confesó en su autobiografía, escrita en 1847: "A través de Jenny Lind por primera vez fui sensible de la santidad del arte. A través de ella aprendí que uno debe olvidarse de uno mismo en el servicio del Supremo. No hay libros, no hay hombres, que hayan tenido una influencia más ennoblecedora sobre mí como un poeta que Jenny Lind".
“El ruiseñor” hizo que Jenny Lind fuese conocida como el ruiseñor sueco. Y también tuvo algo de profecía que se cumplió cuando la joven cantó para Chopin, del que estuvo enamorada y que estaba enfermo de tuberculosis. El músico reveló en su correspondencia que se sintió mejorado después de oírla cantar. Cuando Chopin murió, Jenny le  escribió a Andersen confesándole: Hubiera sido feliz de morir por este mi primer y último amor, el más profundo y el más puro.”
Jeffrey Frank y Diane Crone Frank, autores de un libro sobre la obra de Hans Christian Andersen,  han señalado que “El ruiseñor” fue “sin duda inspirado por el amor de Andersen a Jenny Lind, que estaba a punto de ser famosa en toda Europa y los Estados Unidos como ‘el ruiseñor sueco’. La había visto en el otoño, cuando estaba actuando en Copenhague. En Copenhague, los célebres Jardines de Tívoli abrieron la temporada, y su motivo de fantasía asiática era aún más pronunciada de lo que es hoy en día. Andersen había sido invitado a la apertura en agosto y volvió para una segunda visita en octubre. En su diario de noche escribió: ‘En los Jardines de Tivoli empezó el cuento chino.’ Lo terminó en dos días.”
Lars Bo Jensen, en cambio, criticó esta teoría: “... Es una pena considerar ‘El ruiseñor’ simplemente como la historia de la pasión de Andersen por la cantante Jenny Lind, cuando es igualmente importante centrarse en lo que la historia dice sobre el arte, el amor, la naturaleza, el ser, la vida y la muerte, o en la forma de una belleza única y muy original en el que estas cuestiones se tratan. Las obras de Andersen son grandes, pero se ha convertido en habitual hacerlas parecer pequeñas.”
Jenny Lind, además de una cantante extraordinaria, fue una gran filántropa que hizo recitales y reunió dinero para colaborar con muchas causas benéficas.

Hasta aquí, mis queridos, la romántica historia del célebre cuento "El ruiseñor". Me despido de ustedes con una cita extraída de la novela "Matar a un ruiseñor", de Harper Lee, publicada en 1960: "Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor."

Buenas noches.


Ilustración 1:  Igor Oleynikov
Ilustración 2: Quentin Gréban
Ilustración 3: John Abbott Nez
Ilustración 4: Eduard Magnus




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