jueves, 27 de julio de 2017

7 LUGARES EXCITANTES PARA TENER SEXO


7 LUGARES EXCITANTES PARA TENER SEXO

"La excitación es el fundamento del erotismo, su enigma más profundo, su palabra clave."
Milan Kundera

Parece, mis queridos, que el riesgo de ser pescados in fraganti es uno de los motivos por los cuales tener sexo en lugares insólitos es tan taquillero y tan promocionado por revistas y sitios femeninos. La posibilidad de ser sorprendidos o simplemente espiados por un ente degenerado, hace que la adrenalina se dispare a niveles insospechados y nuestras relaciones, tan desabridas, se vean felizmente sazonadas. A continuación y, gracias a la gentileza de Carolina Belleze, autora de una reveladora nota llamada 7 lugares exitantes para tener sexo, publicada en el sitio web de nuestra revista querida, la loada “Cosmoplitan”, estoy en condiciones de acercarles una lista de sitios ideales para dar rienda suelta a nuestros más bajos instintos. Ya sé qué se estarán preguntando, mis ilustres lectores: qué corno es exitante. Yo también me lo pregunté y llegué a la triste conclusión de que es una injusticia que yo no sea redactora o correctora de alguna revista o algún sitio web femenino, y un atropello lamentable que le paguen a todo el mundo por escribir y yo escriba gratis. Pero, dejando de lado el derrape ortográfico de nuestra amiga Carolina, pasemos a aprovechar su sapiencia y disfrutemos de esta lista de lugares para desfogarse con inusitada emoción.

7 lugares excitantes para tener sexo

1) En el parque: Hete aquí la graciosa y promocionada variante del sexo al aire libre. Los más melindrosos pueden llevar un acolchado o lonita donde tumbarse para un encuentro erótico feliz.  Los otros, los que no tienen problemas con tener un poco de tierra o pasto en el culo, o con que los piquen las hormigas en lugares non sanctos, pueden prescindir de este adminículo para tener un contacto más profundo con la naturaleza. La nota de la “Cosmo” sugiere utilizar todo lo que haya a mano para llegar a un primitivo orgasmo a lo Tarzán y Jane.

2) En el lavadero de tu departamento: Aquí tenemos la fabulosa oportunidad de demostrar que servimos para mucho más que lavar la ropa, que sabemos de polvos que nada tienen que ver con el jabón, que el fuego de nuestra entrepierna arde en cualquier lugar, por pavote que parezca. No olvidar, mis queridas, que las vibraciones de un lavarropas las ayudará a conseguir un orgasmo más  intenso. ¿Qué están esperando?

3) En la terraza de un hotel: Se supone que cuando uno va a un hotel, tiene una linda y mullida cama a disposición para sus devaneos eróticos. Pero una cama es lo más vulgar que hay para tener sexo. Mejor una escapadita a la terraza para sentirnos nuevamente adolescentes y entregarnos a las mieles del erotismo  un poquito a la vista de todos.

4) En el probador: Ya hemos hablado en otra ocasión de las posibilidades eróticas que ofrece un probador. La canción de Virus, precisamente titulada "El probador", habla con alegría de un breve pero tórrido encuentro en uno de estos sucuchos. El probador tiene ventajas, cómo no. En primer lugar, no es invalidado por cuestiones climáticas como el parque y la terraza del hotel. Es un lugar donde una puede desnudarse por completo con la excusa de que se está probando. Dentro del probador hay dos que se aman, fuera del probador hay un mundo de vendedores y compradores que hacen el encuentro aún más excitante. No apto para señoras y señoritas X, XL o XXL, por una prosaica cuestión de espacio.

5) En el auto, pero adelante: Parece que cuando la gente lo hace en el auto elige siempre la parte de atrás. Será porque no hay palancas de cambio que se nos incrusten en los riñones. La "Cosmo" sugiere una innovación sensacional: cambien de asiento. ¿Vieron que fácil era sazonar una relación carente de condimentos?

6) Arriba de una mesa: Hacerlo arriba de una mesa es muy sexy; los dinosaurios como yo aún recordamos aquella volcánica escena entre Jack Nicholson y Jessica Lange en "El cartero siempre llama dos veces", cuando daban rienda suelta sus adúlteros y bajos instintos sobre una mesa enharinada. Hay que probar la mesa, señoras, y dejar que las fantasías nos prendan fuego.

7) En la biblioteca de tu casa: Perdonen la hijaputez, pero yo no creo que la chica Cosmo, a quien inequívocamente está dirigida esta nota calenturienta, tenga una biblioteca en su casa. Pero supongamos que sí la tiene o que el consejo está dirigido a nosotras, que en la hora de contabilidad leíamos "La dama de las camelias" o "Madame Bovary". Parece que la biblioteca es excitante porque una puede traer a la relación sexual a todos los personajes de los libros que la conforman. Una orgía cultural soñada.

Hasta aquí, mis queridos, lo que nuestra amiga Carolina nos ofrece como lugares excitantes para hacer el amor. Yo me permito sumar dos, no porque a mí me parezcan especialmente eróticos, sino porque, después de tantas y tantas horas de leer boludeces en revistas y sitios web femeninos, comprendí que son lugares que, a las mayorías de las damas, pueden resultarles estimulantes.

1) El ascensor: Es un clásico de clásicos y no puede faltar en esta lista de lugares aptos para que el sexo sea novedoso y picante.  Es un lugar estrecho, íntimo, caliente. Que tiene también ese morbito de imaginar que nos pescan en cualquier momento y nos recuerda a muchas series, películas y canciones de Joaquín Sabina.

2) Los transportes públicos: No, el colectivo no. ¿Pero qué tal un micro de larga distancia, un tren con un recorrido más o menos decente o, para las más pudientes, un romántico avión? Modelitos y vedetongas no se cansan de alabar las bondades del sexo practicado en estos escenarios: "Lo hice en un micro con destino a Santa Teresita y fue tan hot que no alcanzó el agua del mentado balneario para apagar mis ardores"; "Lo hice en el Ferrocarril Roca en el ramal Constitución - Ezeiza y tuve 248 orgasmos mientras me robaban los zapatos y la cartera"; "Lo hice en el baño de un avión y me voló la cabeza". Prueben los transportes públicos. No se van a arrepentir.

Me despido de ustedes, gente querida, con unas palabras de Jaime Sabines, como para ponerle algo de calor poético a este muestrario de lugares aptos para renovar el sexo: "Déjame que investigue las últimas células de tu cuerpo, los últimos rincones de tu alma; déjame que vuele tus secretos, que aclare tus misterios, que realice tus milagros; consérvate, presérvate, angústiate; sufre el amor; espérame..."

Buenos días.

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