martes, 14 de junio de 2016

“REVISTAS ROBADAS EN LOS CONSULTORIOS DE QUILMES”: POR QUÉ ÉL LE MUESTRA A OTROS TUS MENSAJES HOT


“REVISTAS ROBADAS EN LOS CONSULTORIOS DE QUILMES”:
¿POR QUÉ ÉL LE MUESTRA A OTROS TUS MENSAJES HOT?

“El que revela el secreto de otros pasa por traidor; el que revela el propio secreto pasa por imbécil.”
Voltaire

¿Qué tal, mis queridas? Aquí estoy nuevamente, tratando de sacarle todo el jugo posible al vergonzoso hurto que perpetré en el consultorio de mi sufrida psiquiatra. Esta vez, con una nota publicada en nuestra querida y nunca bien ponderada revista “Cosmopolitan”, siempre lista para responder las preguntas que nos hacemos damas y damitas, sin tener en cuenta lo imbéciles o delirantes que esas preguntas pueden llegar a ser algunas veces. La nota que les traigo hoy se intitula “¿Por qué él le muestra a otros tus mensajes hot?”, y, aunque ustedes no lo crean, ocupa toda la página 132 de nuestro pasquín favorito.  Digo aunque ustedes no lo crean porque yo respondería esta pregunta con cuatro concisas palabritas: “Porque es un infeliz”. Y sanseacabó. Y eso que el poder de síntesis no es lo mío. Pero nuestra revista amada no opina como vuestra servidora. Y sostiene que, aunque una tiene derecho a indignarse por tal flagrante violación a su intimidad, el masculino indiscreto tiene también sus razones para hacer lo que hace y son bastante menos pavotas de lo que parecen. Pasen y vean.

¿POR QUÉ ÉL LE MUESTRA A OTROS TUS MENSAJES HOT?

No importa la razón por la que una le mando a su media naranja un mensajito hot o una fotito íntima: aburrimiento, estupidez, calentura, exceso de alcohol o de estupefacientes, etc. La cosa es que lo hizo y le cumplió un sueño al sátrapa que supo conseguir. Y el muy desagradecido le pagó con moneda pérfida, mostrando el material en cuestión a todos sus amigotes. “Incluso los hombres más inteligentes hacen cosas tontas”, justifica el psicólogo Marcelo Passini, de la Fundación Foro, que para algo es varón. Y nos cuenta las tres razones más comunes por las cuales nuestro partenaire puede haber metido la pata tan hasta el cuadril.

Se mandó la parte

¿Alguna vez escucharon a un hombre contarles a sus amigos los detalles de su última conquista? Seguramente habrán notado que hace hincapié en aquellos detalles que lo posicionan como un galán irresistible. “El ser humano es competitivo. Para un hombre, ser superior a otro implica tener un mejor trabajo, un auto más caro y una novia más sexy”, explica Passini. Y una no puede dejar de indignarse ante semejante implicación, que sitúa a damas y damitas en el mismo lugar que un cero kilómetro bonito o un perro de raza top. Como para tirarle una soga al Licenciado Passini, aparece otro psicólogo, William July, autor del libro “Understanding the Tin Man” (“Entender al hombre de hojalata”), que sostiene que “ellos son proclives a imitar cualquier acción del resto de su grupo”, así que si sus amigos mostraron intimidades, él va a querer hacer lo mismo. Razonamiento masculino típico: todos lo hicimos, nadie lo hizo. Ya saben: "-¿Quién mató al Comendador? -Fuenteovejuna, Señor.” Y andá a pegarle una cachetada a Fuenteovejuna.

Demostró sus sentimientos

Una, que es mujer y tiene razonamientos femeninos, tendería a pensar que un hombre demuestra sus sentimientos cuidándonos y no sacando nuestros trapitos al sol. Pero una es mujer y dinosaurio. La “Cosmopolitan” nos urge a recordar lo ansiosas que nos ponemos cuando queremos contarles a nuestras amigas lo increíble que es nuestro nuevo chico. Parece que a ellos les pasa lo mismo, pero como les da un poco de vergüencita y vagancia alabarnos o mostrarse apasionados con nosotras frente a terceros, hacer públicos los SMS íntimos es la estúpida manera que tienen de demostrar lo enamorados que están.
Además, como ellos se pasan horas y horas y horas mirando mujeres, no les incomoda para nada exhibirnos medio en bolas frente a sus secuaces. Son tan brutos que suponen que vamos a sentirnos halagadas y no se imaginan ni remotamente que nos están exponiendo.

No pensó que te iba a molestar.

No, no lo pensó. Ya sabemos que los hombres no piensan demasiado ciertas cosas.  A ellos no les parece grave alardear frente a sus pares del lomazo de su media naranja o de su vocabulario hot. Menos en estos tiempos en los que todo se expone al público constantemente. “Internet logró que el límite entre lo público y lo privado sea cada vez más indefinido y menos significativo para algunas personas”, asegura Passini. Un hombre puede suponer que su novia sube fotos a Facebook o a un blog porque quiere que todo el mundo las vea, incluso si esas imágenes son sexys. Las mujeres, en cambio, tenemos clarísimo que una cosa es mostrarnos en bikini y otra muy diferente hacerlo en ropa interior. En ambos casos estamos medio en bolas, sí, pero es distinto.
Todas estas cuestiones no le quitan a la mujer cuya intimidad fue pisoteada de manera atroz su derecho a estar furiosa. La “Cosmo” aconseja explicarles a los masculinos lo desubicado de su actitud y el daño que nos provocaron.  Y nada de preguntarles: “¿Qué pasaría si yo te hiciera algo así a vos?”. A ellos les encantaría.

Hasta aquí, mis queridas, las explicaciones de por qué los hombres andan mostrando intimidades sin ningún tipo de cuidado y pudor. Poco más tengo yo para agregar. Me despido de ustedes con un pensamiento extraído de El Talmud, obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, narraciones y dichos, parábolas, historias y leyendas: “Tu amigo tiene un amigo, y el amigo de tu amigo tiene otro amigo; por consiguiente, sé discreto.

Buenas tardes. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario