lunes, 30 de diciembre de 2019

HOLLYWOOD PARANORMAL: NATALIE WOOD


HOLLYWOOD PARANORMAL: NATALIE WOOD

"Casi todas las chicas se enamoran del hombre equivocado... supongo que eso las ayuda a crecer". 
Natalie Wood.

Empujada por su ambiciosa y exigente madre, se convirtió en una estrella de cine infantil y fue una de las pocas en Hollywood que consiguió llevar a cabo con éxito la transición a actriz adulta. Fue nominada al Oscar en tres ocasiones, por sus interpretaciones en “Rebel Without a Cause”, “Splendor in the Grass” y “Love with the Proper Stranger”, y tuvo un final trágico misterioso.  Hoy les traigo una nueva entrega de la saga “Hollywood paranormal” dedicada a la bellísima Natalie Wood.


NATALIE WOOD: UN POCO DE HISTORIA

Natalie Wood, cuyo nombre original era Natalia Nikolaevna Zakharenko, nació en San FranciscoCalifornia, el  20 de julio de 1938. Sus padres habían emigrado de Rusia poco antes de su nacimiento. Su padre sustituyó el apellido familiar por el de Gurdín, y a los 4 años quedó inscripta en el registro civil como Natasha Gurdín.
Impulsada y apoyada por  su ambiciosa madre, Natalie se convirtió en una estrella de cine infantil e intervino en numerosas películas de éxito, entre las que se destaca “Miracle on 34th Street (“Milagro en la calle 34, George Seaton, 1947), en la que interpreta a una niñita que no cree en Santa Claus, hasta que lo conoce. La pequeña actriz consiguió el papel porque, caminando por la calle, se topó con el rodaje de una película y Maria, su madre, le dijo que fuera a sentarse a las rodillas del director y le cantara una canción. La niña, de 9 años, conquistó a George Seaton quien, al oír su hermosa voz, la contrató para interpretar a Susan en “Miracle on 34th Street.” Una reciente biografía de la actriz, "Natasha: The Biography of Natalie Wood" ("Natasha: la biografía de Natalie Wood"), escrita por Suzanne Finstad, cuenta como su madre,  Maria Stepanovna, que no aceptaba que su hija fuese menos que una estrella, atormentó a Natalie con sus exigencias. La crueldad de la mujer llegó a extremos como el de arrancarle las alas a una mariposa para conseguir que su hija se conmoviera en el rodaje de una escena. Suzanne Finstad también se ocupa de la violación que sufrió la actriz cuando tenía 16 años por parte de un famoso actor de Hollywood. La madre prefirió mirar hacia otro lado con tal de que su hija siguiera ascendiendo en su carrera hacia el estrellato. "He preferido no incluir el nombre del actor porque quería que la gente se centrara en el horror y el trauma que supuso para Natalie", declaró la biógrafa.
Natalie fue una de las pocas estrellas infantiles que consiguió superar la transición a actriz adulta. Cuando creció y se convirtió en una hermosísima joven de gran capacidad expresiva e indiscutido talento, Natalie Wood disfrutó de un período de estrellato. En 1955 fue Judy, la pareja de Jimmy Stark (James Dean) en “Rebel Whitout a Cause” (“Rebelde sin causa”, Nicholas Ray), película que aborda las crisis de la adolescencia, los comportamientos autodestructivos  y los conflictos intergeneracionales. Por este papel Natalie fue nominada al premio Oscar como Mejor actriz de reparto. En 1961 fue María en “West Side Story” (“Amor sin barreras”, Robert Wise Jerome Robbins), un maravilloso musical basado en la obra de Shakespeare “Romeo y Julieta”. La joven actriz cantó todas las canciones del film, pero a último momento fue doblada por una cantante profesional, lo que le supuso una gran decepción. También en 1961 interpretó a Deanie Loomis en “Splendor in the Grass” (“Esplendor en la hierba”, Elia Kazan), una historia de amor trágica que gira en torno a los tabúes sexuales y la incomprensión entre padres e hijos. En esta película compartió cartel con Warren Beatty y su interpretación le  valió una nueva nominación al Oscar, esta vez como Mejor actriz. En 1963 formó parte del elenco de “Love with the Proper Stranger” (“Amores con un extraño”, Robert Mulligan), interpretando a una joven embarazada en una noche se sexo casual. Nuevamente fue nominada al Oscar como Mejor actriz.  En el apogeo de su carrera cinematográfica, Natalie Wood fue considerada una de las dos actrices más populares de Hollywood. La otra era Elizabeth Taylor.
Natalie Wood se casó con el actor Robert Wagner el 28 de diciembre de 1957 y se divorció cinco años después. El 30 de mayo de 1969,  volvió a contraer matrimonio, esta vez con el productor británico Richard Gregson. La pareja había salido dos años y medio antes de su matrimonio, mientras que Gregson esperaba que concluyera su divorcio. En 1970 tuvieron una hija, Natasha. Se separaron en 1971 después de que Wood oyera una conversación telefónica inapropiada entre su marido y una secretaria. El divorcio se concretó en 1972. Poco tiempo después, reanudó su relación con Robert Wagner. La pareja se volvió a casar el 16 de julio de 1972, cinco meses después de la reconciliación y tres meses después de que Natalie  se divorciara de Gregson. Su hija, Courtney Wagner, nació en 1974.
El 29 de noviembre de 1981, Natalie Wood falleció en lo que se supone un trágico accidente. Tenía 43 años. Sus restos descansan en el Westwood Memorial Park de Los Angeles, California. 



LA MUERTE DE NATALIE WOOD

En noviembre de 1981, Robert Wagner y Natalie Wood invitaron al actor Christopher Walken, que en ese momento estaba filmando con la actriz la película "Brainstorm" (Douglas Trumbull), a pasar unos días a bordo del yate "Splendour" en Isla Catalina.  Salieron de Los Angeles el viernes 27 de noviembre y durante ese día y el siguiente se dedicaron a recorrer varios puntos de la isla. La noche del 28 cenaron en el restaurante "Doug’s Harbor Reef", donde bebieron dos botellas de vino y dos de champagne. Regresaron al barco alrededor de las 10:00 PM. A la 1:30 AM, el capitán Dennis Davern Robert Wagner llamaron a la guardia costera denunciando que Natalie Wood ya no estaba a bordo. Faltaba también "Prince Valiant", la lancha inflable que utilizaban para desplazamientos cortos, y presumían que la actriz se había alejado en ella. A las pocas horas se encontró la lancha, pero ni rastro de Natalie. A las 7:45 de la mañana siguiente apareció el cadáver de la actriz, flotando junto a unas rocas. La noticia provocó una tremenda conmoción en Hollywood y en sus admiradores de todo el mundo. 
La autopsia dictaminó que Natalie había muerto ahogada. Su cuerpo presentaba algunas heridas superficiales en brazos y piernas, y una pequeña abrasión en la mejilla izquierda, tal vez causada al caerse al agua. Su nivel de alcohol en sangre era muy alto. La muerte se catalogó como accidente:  Natalie Wood había intentado alejarse en la lancha inflable, pero tropezó y cayó al mar. Mientras tanto, a bordo del "Splendour", el capitán Dennis Davern, Robert Wagner y  Christopher Walken tardaron horas en darse cuenta de que faltaba un pasajero. Wagner alegó que suponía que su esposa estaba en su dormitorio, y no fue hasta que entró allí, ya de madrugada, cuando se dio cuenta de que no estaba en el barco.
Cuando la noticia de la muerte de la estrella se anunció, una mujer llamada Marilyn Wayne declaró ante la policía que, desde un yate próximo,  ella y su  marido oyeron una voz femenina que gritaba y pedía socorro, e inmediatamente después una voz masculina, algo beoda,  que respondía: “Ok, ya vamos ayudarte”. Ambos supusieron que se trataba de una broma. 
La duda estaba sembrada. Sobre todo porque la versión oficial no respondía a la pregunta más importante: ¿qué llevó a Natalie Wood a querer alejarse del yate en plena noche, sola y ebria? Aparentemente, entre los actores había habido una agria discusión acerca de la importancia de la carrera profesional frente a la vida familiar. También se especuló con una escena de celos de Wagner porque Natalie y Walken estaban teniendo un romance. Otra versión, algo más rebuscada, sostenía que era ella la que había tenido un ataque de celos cuando sorprendió a los dos hombres en una situación comprometida. Todas estas hipótesis aclararían el tema del viaje nocturno en lancha de no ser por un detalle muy importante: Natalie le tenía terror al mar. La leyenda cuenta que cuando Maria Stepanovna estaba embarazada, una anciana le leyó la mano en la calle y le dijo: "Su hija será una gran estrella, pero deberá tener mucho cuidado con las aguas oscuras", por lo que la actriz, prevenida por su madre, siempre le temió al mar. Otra historia menos sobrenatural cuenta que cuando era niña, durante la filmación de "The green promise" ("Verdes horizontes",  William D. Russell, 1949)  un puente en el que estaba rodando una escena se derrumbó y Natalie estuvo a punto de ahogarse, por lo que desde aquel accidente le quedó pavor al agua profunda, además de una ligera deformación en la muñeca, ya que su madre, que anteponía la carrera de su hija a su bienestar, se había negado a que recibiera tratamiento médico a pesar de haberse roto la muñeca. Natalie había hablado de este incidente en varias ocasiones: no tenía miedo a navegar, pero verse sola en las aguas profundas del océano era algo que la aterraba. 
En su biografía "Pieces of My Heart" ("Piezas de mi corazón", 2008), Robert Wagner dio su propia versión de los hechos. Según contó, esa noche discutió con su mujer: “Chris (Walken) empezó a hablar de la importancia de su carrera, que admitió que era más importante que su vida personal. Dijo que Natalie debía considerarla de la misma manera. Me enfadé. '¿Por qué no la dejas en paz con su carrera?', le dije. 'Ya tiene a suficiente gente diciéndole que hacer'."  Wagner relata en las páginas de su libro que Natalie los dejó discutiendo y se marchó al dormitorio. La última vez que vio a su esposa fue mientras se cepillaba el pelo antes de cerrar la puerta para meterse en la cama. Después de calmar los ánimos, volvió a acostarse, pero Natalie ya no estaba. 
Aunque Christopher Walken siempre ha eludido el tema, Dennis Davern, el capitán del yate, lo ha tocado en varias ocasiones, contando una versión distinta a la que dio inicialmente. Davern habla de una pelea muy violenta y dramática entre el matrimonio que se detuvo de pronto con un repentino silencio. Según el capitán, Wagner subió tras este silencio a donde él se encontraba y estuvieron bebiendo durante largo rato, hasta que volvió a bajar al camarote en el que había discutido con Natalie para reaparecer instantes después diciendo que la mujer se había ido. Agrega, además, que Wagner no quiso llamar inmediatamente a los guardacostas para denunciar la desaparición de su esposa ni encender los reflectores del barco para buscar a Natalie, escudándose en no querer provocar un escándalo. A lo largo de los años, Davern ha sugerido con mayor o menor sutileza que Robert Wagner estuvo implicado en la muerte de su esposa.
Lana Wood, la hermana de Natalie, asegura que el capitán la llamó una noche, borracho, y le confesó que creía que Wagner había empujado a su hermana y esta se había caído del barco. Momentos antes, el actor había discutido con Christopher Walken, acusándolo de querer acostarse con su mujer, además de estrellar una botella de vino contra la pared. Davern  le contó a Lana Wood que el actor no hizo nada al ver a su mujer en el agua y le dijo que la dejara, que necesitaba una lección. 
"The National Enquirer" publicó que Natalie Wood había sorprendido a su marido con Christopher Walken en la cama, tal como asegura el decorador de interiores Robin Butillo, que escuchó una conversación entre el actor y un amigo cercano en la que Walken le confesaba lo que había sucedido esa trágica noche en el "Splendour". Además, otra pista obtenida por el medio confirmaría esta versión: según el registro oficial del socorrista, una nota manuscrita de dudosa calidad afirmaba que Walken y Wagner “estaban llevando a cabo un encuentro sexual en la cabina de la embarcación y la señora Wood los vio juntos”. Sin embargo, el socorrista señaló que  inventó las anotaciones después de que los investigadores le sugiriesen la posibilidad de que el trío amoroso hubiese sido el desencadenante de los acontecimientos. 
Las dudas razonables hicieron que en 2011, después de que la escritora Marti Rulli, en conjunto con Dennis Davern, escribiera el libro "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", en el que recoge la versión del capitán del yate,  la policía reabrieara el caso. Sin embargo, no se llegó a ninguna conclusión tajante, sólo se cambió la causa de la muerte de “ahogamiento accidental” a un poco satisfactorio y ambiguo “ahogamiento y otros factores por determinar”.  
Al momento de su fallecimiento, Natalie Wood tenía 43 años. Sus restos descansan en el Westwood Memorial Park de Los Angeles, California. 
Robert Wagner volvió a casarse en 1990. Tiene 87 años y está prácticamente retirado. Sigue manteniendo la versión oficial sobre la muerte de su esposa, y sus hijas lo apoyan. La hermana de Natalie, Lana Wood, no cree en su  historia.
Christopher Walken jamás se ha referido a la muerte de Natalie Wood.
Dennis Davern, el capitán del yateademás de colaborar con el libro 
 "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", concede entrevistas para  hablar del tema y acusar a Robert Wagner de ser el responsable de la muerte de la actriz. Vive en Florida y bautizó a su primera hija Natasha, como homenaje a Natalie Wood. 



EL SPLENDOUR

El yate "Splendour", llamado así en honor a la película que consolidó a Natalie Wood como actriz, "Splendor in the Grass" ("Esplendor en la hierba", Elia Kazan, 1961), cambió de dueño cinco años después de la trágica muerte de la actriz. Robert Wagner le vendió el "Splendour" a Ron Nelson, ex asistente de vuelo de United Airlines, en 1986.
Nelson realizó pequeñas reformas en el barco antes de  llevar a dos amigos en un viaje a la Isla Catalina, donde la actriz murió. Dijo que era un "último adiós a Natalie". Después, llevó el barco a Hawaii, donde lo restauró, siempre tratando de mantenerlo como era originalmente. Ha conservado el camarote donde dormía Natalie casi intacto, con su cama original y otros detalles. Las iniciales WW siguen grabadas en el asiento del capitán, como cuando los Wagner eran los dueños del barco.
En el año 2014, Nelson  decidió poner en venta el "Splendour", alegando que está embrujado y que el espíritu de Natalie todavía vaga por cubierta. Si bien  la historia del barco de 60 pies fue una de las razones por las cuales lo compró, según contó a  KITV.com de Hawai, aseguró que "ha habido muchas cosas extrañas que han ocurrido en el barco" y ya no quiere lidiar con los eventos sobrenaturales. Nelson declaró al "National Enquirer" que ha experimentado en el yate numerosos incidentes paranormales, incluyendo una serie de "caídas extrañas". "Fue como si mis pies desaparecieran de debajo de mí y me caí", explicó. En otra ocasión, sintió una presencia en uno de los camarotes: "Algo se sentó en la cama y luego se fue".
El "Splendour" fue bendecido por dos kahunas hawaianos, pero la intervención de los chamanes no fue suficiente para limpiar el barco.

Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con los versos de William Wordsworth, ligados para siempre a  Bud Stamper y Deanie Loomis y su amor imposible por diferencias sociales, por incomprensión familiar, por el peso de las apariencias, por los tabúes sexuales, por un mundo a un paso del abismo: “Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que en mi juventud me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo”.

Buenas tardes.

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