martes, 6 de enero de 2015

SUENEN GUITARRAS AL VIENTO: TURISMO MUSICAL INDUSTRIA ARGENTINA I


SUENEN GUITARRAS AL VIENTO: TURISMO MUSICAL INDUSTRIA ARGENTINA I

"La música es sentirlo, no 'querer ser músico', serlo."
Luca Prodan

Bueno, días, amables lectores. Comienzo con esta entrega una nueva saga titulada “Suenen guitarras al viento: Turismo Musical Industria Argentina”. Para viajar y descubrir esos lugares mágicos donde la música dejó y sigue dejando su huella. ¡Bienvenidos al tren!


-LA PERLA DEL ONCE (Balvanera, Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

“La Perla del Once”, conocida como “La Perla”, fue una cafetería del barrio de Balvanera en la Ciudad de Buenos Aires, en Avenida Rivadavia 2800, frente a la Plaza Miserere en la intersección de Avenida Rivadavia y Avenida Jujuy. Fue uno de los lugares más emblemáticos de la historia del rock argentino.
En la década del ‘20, varios intelectuales y escritores se reunían en “La Perla” para escuchar las charlas que daba Macedonio Fernández. Jorge Luis Borges, Raúl Scalabrini Ortiz y Leopoldo Marechal estaban entre ellos. "La certidumbre de que el sábado, en una confitería del Once, oiríamos a Macedonio explicar qué ausencia o qué ilusión es el yo, bastaba para justificar la semana", recordó Borges a la muerte de Fernández. Julio Cortázar era otro de los habitués, que leía en el lugar y escribió allí sus primeros cuentos.
Durante la década de 1960, bajo la dirección del empresario argentino Rodríguez Barredo, “La Perla” fue uno de los centros de reunión más importantes de los jóvenes pioneros del rock argentino. Una placa en el frente del bar lo recordaba así: "Lugar frecuentado por jóvenes músicos en la década del ‘60 que gestaron las primeras composiciones del rock nacional". En la  madrugada del 2 de mayo de 1967,  Tanguito y Lito Nebbia compusieron  en el baño del bar “La balsa”, considerada la canción fundacional del rock argentino. Al no poder hacer música en el salón principal del bar, los músicos buscaron lugares alternativos donde tocar la guitarra y descubrieron las bondades acústicas del baño del lugar. "Íbamos a los baños a tocar la guitarra, porque aunque olía mal, la acústica era fantástica", recordó el músico Daniel Irigoyen.
En "La Perla" se escribieron también Jugo de tomate, compuesta por Javier Martínez en una Navidad y publicada en el álbum "Manal" (1970), y y el lado B del primer simple de Tanguito, “El Hombre Restante”. Litto Nebbia dijo de esa época: “En esas guitarreadas era increíble la cantidad de canciones que surgían, escritas por Tanguito, por Moris, por mí.”
El poeta y periodista Pipo Lernoud describió lo que pasaba en el mítico bar: "En ese lugar se armaba una cosa muy caliente. Todo el mundo traía su cuadernito, su libretita, sus papelitos donde tenía anotado algo. Una canción o una frase que había leído. No era que nos sentábamos y nos quedábamos callados. Era todo el tiempo divague, conversar y mostrar lo que teníamos escrito"
En el año 1994, “La Perla” fue declarada Sitio de Interés Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En el 2007, la Legislatura porteña descubrió una placa que dejaba constancia de que allí se había escrito La Balsa”. La placa dice: “Aquí se creó el tema que, por su trascendencia popular inició lo que luego se llamó El Rock Nacional: La Balsa, de Litto Nebbia y Ramses VII (Tanguito), editado en 1967. Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.”
El 14 de enero de 2017 “La Perla del Once” cerró sus puertas. Su lugar lo ocupa hoy la pizzería “La Americana”. 
León Gieco nombró a "La Perla del Once" en su canción "Los Salieris de Charly", de su disco "Mensajes del alma" (1992): "En la Perla del Once compusiste 'La Balsa' / Después de la cana no saliste más / Que nos dirán por no pensar lo mismo / Ahora que no existe el comunismo".



-MONUMENTO A PAPPO (Luján, Buenos Aies)  

Norberto Aníbal Napolitano, popularmente conocido como Pappo, nacido en el barrio de La Paternal el 10 de marzo de 1950, fue un músico, guitarrista, cantante y compositor argentino, considerado uno de los precursores del rock nacional en general y del heavy metal argentino en particular. Es considerado por varios músicos y por la prensa especializada, como el mejor guitarrista de rock de Argentina. El legendario BB King lo consideró uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos.
Pappo fue solista y, además, integrante de importantes bandas de rock argentino como Los Abuelos de la Nada, Engranaje, Los Gatos, Carlos Bisso y su Conexión N°5 y La Pesada del Rock and Roll. Fundó  Pappo's Blues y Aeroblus en la década de 1970, y la banda de heavy metal Riff en la década de 1980.
Pappo falleció el 25 de febrero de 2005 en la localidad bonaerense de Luján. El guitarrista, luego de haber cenado en un restaurante, viajaba en su motocicleta Harley Davidson seguido por otra moto en la que viajaban su hijo Luciano y su nuera. Al llegar al paraje Estancia La Blanqueada, ambos vehículos se rozaron haciendo que Pappo perdiera el control y cayera al pavimento. El músico fue arrollado por un Renault Clío que se dirigía en sentido contrario y murió en el acto. Tenía 54 años. Sus restos fueron despedidos al día siguiente por sus seres queridos y por una multitud de fanáticos que no cesó de corear sus canciones y su nombre, y depositados en el en el Panteón de Músicos de SADAIC, en el Cementerio de la Chacarita, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Un año después de la muerte del artista, a la vera de la Ruta Nacional N5, en el km 71,5, donde perdió la vida, se levantó un monumento en su honor. Las palabras de Luciano Napolitano, su hijo, junto al monumento dedicado al músico fueron: "Primero, ¡aguante el Carpo! Esto lo estamos haciendo entre nosotros, los que estamos acá y todo el mundo. Así que esto que está acá, lo armamos de corazón. Acá tenemos la guitarra que le quedó chica en el Madison Square Garden, loco. Con esto le doy el mejor monumento del planeta tierra.”
Luego de las palabras de Luciano, un sacerdote, fanático de Pappo, realizó una invocación religiosa. "Que se recuerde que en este lugar dejó la vida el mejor guitarrista de habla hispana. BB King en Estados Unidos, Eric Clapton en Inglaterra y en todo este lugar del mundo, el querido Pappo. ¡Aguante el Carpo, muchachos!”, fueron las palabras del cura rockero.



 -SARMIENTO Y ESMERALDA (San Nicolás, Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

“Pensé que se trataba de cieguitos” es una canción perteneciente al grupo de rock argentino “Los Twist”,  incluida en su primer álbum de estudio “La dicha en movimiento” (1983). Fue compuesta por Pipo Cipolatti.
"La dicha en movimiento", fue ubicado por la revista “Rolling Stone” en el puesto Nº 15 de su lista de los 100 mejores discos de la historia del rock nacional.
El nombre del disco proviene de un libro que tenía Pipo Cipolatti,  un “Manual de toxicología de la Policía Federal Argentina”, donde los integrantes de la banda buscaron la palabra cocaína y encontraron la poética definición: “Raviol. La dicha en movimiento”.
“Pensé que se trataba de cieguitos”  narra en formato de comedia inocente una típica redada policial durante la dictadura argentina. En el año 2002 fue ubicada en el puesto Nº 56 de la lista de Los 100 hits del rock argentino de la revista “Rolling Stone”. En el 2007 fue considerada por la página Rock.com.ar como la 44° mejor canción del rock argentino de la lista de Las 100 de los 40.
El protagonista de la canción sale un sábado por la noche y, es detenido por la policía después de bajar de un taxi en Sarmiento y Esmeralda, típica esquina porteña, y comprar un paquete de pastillas Renomé: “Bajé en Sarmiento y Esmeralda / compré un paquete de pastillas Renomé / en eso siento que un señor me llama / al darme vuelta me di cuenta que eran seis / muy bien peinados, muy bien vestidos y con un Ford (verde)”.



-MONUMENTO A SUI GENERIS (Mar del Plata, Buenos Aires)

Sui Generis (del latín único en su tipo) fue un dúo argentino de rock formado por Charly García (piano, guitarra acústica y voz) y Nito Mestre (flauta, guitarra acústica y voz) en 1969. Si bien a lo largo de su carrera contaron con miembros de apoyo, fue esa formación esencial la que determinó el estilo y arreglos de sus composiciones. La banda surgió de la fusión de dos grupos acústicos juveniles que se hacían escuchar en los colegios del barrio porteño de Caballito.
Mientras cursaba la escuela secundaria en el "Instituto Social Militar Dr. Dámaso Centeno", Charly García conoció a Carlos Alberto 'Nito' Mestre. Junto a él y a Carlos Piégari, Beto Rodríguez, Juan Belia y Alejandro Correa formó Sui Generis. Sin embargo, tras sufrir varias deserciones en vísperas de una actuación importante, el grupo quedó convertido en dúo. 
La fama y popularidad alcanzada por Sui Generis durante la primera mitad de la década de 1970, lo consolidó como uno de los grupos más importantes en la historia del rock argentino, siendo el primero cuyas presentaciones convocaron a miles de espectadores. El dúo se separó el 5 de septiembre de 1975, reuniéndose posteriormente para realizar conciertos puntuales en 19802001 y un pequeño recital en la calle en la ciudad de Mar Del Plata en 2013.
El 5 de febrero de 2013, se inauguraron las estatuas de Charly García y Nito Mestre hechas en bronce y en tamaño real en la ciudad de Mar del Plata, frente al ex teatro "La Comedia" ubicado en la calle Rivadavia, donde debutaron vez en 1971.
Tras inaugurarse para el público las dos estatuas de bronce, los músicos se subieron al escenario para ofrecer un nostálgico y emotivo recital que recorrió las canciones más recordadas de Sui Generis. Con un manuscrito en la mano, Charly García se dirigió al público:“A ver, ¿por dónde mierda empezamos? En este día, señora maestra, señor alumno, me imaginé muchas cosas en mi vida, pero nunca que me hicieran una estatua por repartir volantes, tocar rock & roll y fumar porro. La estatua lo demuestra señoras y señores, cuando Sui Generis se hizo un día, o sea, habíamos dejado de tratar, por primera vez mi amigo eterno, que le doy la mano ahora como macho, Nito Mestre, se quedó a defender lo que hacíamos, ojo al piojo! Mientras los demás se escapaban cual ratas a sus casas ante la realidad que tenían encima: estar con gente con el pelo larguísimo que creía en el amor libre y en la paz entre los seres humanos”.
Entre aplausos y gritos del público, resumió con humor e ironía lo que para ellos significó este homenaje: “Este es un tributo a la no fama, al no éxito, a ese momento increíble que fue repartir volantes y ver a esas personas aplaudiéndote a la noche. O sea, esto no es que vino nadie a decirme ´Van a triunfar´. ¡Bue! Soy una estatua, puedo ser cualquier cosa ahora. ¡Hablen con mi estatua!  Cualquier cosa Nito es mi abogado. Esta podría ser la estatua de Perdidos en la Noche, Chaplin y El Pibe, Sacco Vanzetti o cualquiera de los dos amigos que, por no tranzar con la mediocridad, los caretas, la música berreta, tenían el orgullo de no ser nadie y a la vez saber que eran estrellas. ¡Silencio público! Quiero agradecer a Pedro y Pablo que tocaban con nosotros como teloneros y que eran hippies hippies. Y al gordo Pierre, el manager que te descubre y después no pasa nada, el Danny Rose argentino.  Y a nuestros primeros fans, los que compraron primero y a la ciudad que fue el escenario y la protagonista de una película donde otra vez ganamos los buenos. Chicos, no sean giles y voy a repetir las palabras de mi amigo, ya saben quien: que-la-chu-pen”.



-LA CUEVA (Recoleta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

“La Cueva fue un mítico reducto de la bohemia y la música de Buenos Aires, frecuentado por artistas, poetas, melómanos, músicos de jazz y pioneros del género que más tarde se denominó rock nacional, que funcionó en un sótano en Pueyrredón 1723, a metros de Juncal. Se lo considera uno de los lugares donde se originó este movimiento. Estuvo abierto desde 1964 hasta 1967.
El local fue en un principio un cabaret llamado “Jamaica”, después conocido como “El Caimán”. Más tarde se convirtió en “La Cueva de Pasarotus”, un local que era refugio de músicos dedicados al jazz moderno. Allí, además de talentosos artistas locales, hasta llegaron a actuar Dizzy Gillespie y la francesa Juliette Gréco. Allí se filmaron algunas escenas de “El Perseguidor”, una película  de 1965 dirigida por Osías Wilenskibasaba en el cuento homónimo de Julio Cortázar dedicado a Charlie Parker. La película tuvo guion de Ulises Petit de Murat y música del Gato Barbieri.
En 1964 el local fue reformado y, con el nombre de "La Cueva", se convirtió en un lugar de jazzbeat y rock, frecuentado por músicos consagrados y por futuras figuras del movimiento que más tarde se conocería como rock nacionalEn 1965 cuando Alberto Ramón García, conocido como Pajarito Zaguri, y con Javier Martínez, más tarde fundador de Manal, hablaron con Roberto Sánchez, Sandro, para alquilar el bar, y  allí empezó a funcionar “La Cueva de Sandro”. El decorado era muy elemental. “El decorado éramos nosotros”, contó alguna vez Miguel Abuelo quien iba al lugar “a juntarse con amigos y a buscar novias”.
"La Cueva" fue frecuentada por Félix Francisco Nebbia Corbacho (Litto Nebbia), Mauricio Birabent (Moris) y José Alberto Iglesias (Tanguito, Ramsés VII o Donovan El Protestón). También se dejaban ver en el lugar Claudio Gabis, Alejandro Medina y los periodistas Pipo Lernoud (luego creador de la revista "Expreso Imaginario") y Miguel Grinberg. El local fue la cuna de bandas como Los Beatniks, Manal, The Seasons y Los Náufragos.
A partir de 1966, la policía de la dictadura militar que encabezaba Juan Carlos Onganía mantuvo una tenaz persecución contra el local, sus propietarios, artistas y público. Lito Nebbia tuvo el récord de 21 detenciones en un mes. Miguel Abuelo solía andar con la chapa de la puerta de su casa colgada del cuello. “Es que estoy podrido de que me pare la cana y me pregunte dónde vivo”, contaba. Los allanamientos y procedimientos de Moralidad y Toxicomanía se sucedieron hasta que, en 1967, tras numerosas causas penales y contravencionales, un magistrado dictó la clausura definitiva del club, que nunca más volvió a funcionar.
Atrás quedó gran parte de la historia de la gestación del rock nacional y la imposible leyenda urbana que aseguraba que en "La Cueva" se escondía un pasadizo secreto que lo conectaba directamente con "The Cavern" en Liverpool.



-ESQUINA MIGUEL MATEOS (Villa Pueyrredón, Ciudad Autónoma de Buenos Aires)


Miguel Ángel Mateos Sorrentino, nacido en Buenos Aires, el 26 de enero de 1954 y conocido como Miguel Mateos,  es un cantantecompositor y músico de rock argentino. Además de desarrollar su carrera solista fue líder de la banda ZAS, una de las más influyentes del rock en español.
El 6 de agosto de 2010, la esquina formada por las  calles Albarellos y Argerich, en el barrio porteño de Villa Pueyrredón, donde se crió el músico, fue bautizada "La esquina de Miguel Mateos". La Legislatura porteña llevó adelante este proyecto en el marco de la propuesta cultural “Amor por Buenos Aires”, e inauguró en el lugar un mural alusivo, que incluye la portada del exitoso Rockas Vivas”, el cuarto disco, grabado en vivo, de ZAS, que recibió un Disco de Diamante por ventas superiores a los 500.000 ejemplares en la Argentina. El músico firmó el mural.




-LA CASA DE LUCA PRODAN (San Telmo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

Luca George Prodan, nacido en RomaItalia, el 17 de mayo de 1953 fue un músico italo-escocés, que a comienzos de los años ‘80, se radicó en Argentina, donde formó el grupo  Sumo.
Su último recital fue en el estadio del "Club Atlético Los Andes" el 20 de diciembre de 1987. Según el cantante de la banda Los Violadores, Pil Trafa, "Luca estaba muy flaco y pálido". Sus ex compañeros de banda recordaron más tarde que esa noche, momentos antes de interpretar una poderosa versión de "Fuck you", Luca dijo: "Ahí va la última". Dos días después, el martes 22 de diciembre de 1987, lo encontraron muerto en una habitación del caserón que funcionaba como conventillo ubicado en Alsina 451, en el barrio de San Telmo.  El legendario líder de Sumo murió a los 34 años en la habitación que ocupaba su novia del momento, sobre el cuarto en el que él vivía en esa misma casa y que compartía con el músico Marcelo Arbiser. Había sufrido un paro cardíaco debido a una grave hemorragia interna causada por una cirrosis hepática. Tiempo antes había declarado: "Yo sé que, de alguna manera, con el alcohol me estoy matando... Pero hay veces que de noche me despierto, voy al baño y cuando vuelvo a la cama escucho voces. Es como una impresión de que me llaman. Algo que no es malo… Me volvió a pasar, pero después sentí que me ataban de un brazo y una pierna y me estaban tirando a un lugar… que era bueno el lugar, pero yo no quería ir. Yo luché y volví."
En la actualidad funciona en el lugar el bar cultural "La casa de Luca", regenteado por el músico Ariel Bélont. Es una sala de recitales en la que se pueden ver bandas en vivo y a la vez tomar y comer algo, ver cine y escuchar música. “Me hice cargo de este lugar hace aproximadamente seis años”, contó Ariel Bélont a "Diario Popular" en el año 2017. “El comienzo de esto como lugar abierto a la gente surge de un amigo mío que se llama Marcelo, que era fan de Sumo. Un día, Marcelo pasó por la puerta y se le ocurrió averiguar si se podía alquilar, y un tiempo después logró hacerlo. Yo vivía en California, me había ido a tocar allá, pero justo me volví a la Argentina, porque tenía a mis viejos grandes. Cuando me reencuentro con él, me cuenta de este proyecto que estaba armando y se nos ocurre a los dos armar como un estudio de grabación acá. Pero cuando armo el estudio en una de las habitaciones, a Marcelo la familia lo manda a Italia, a despejarse un poco, porque tenía problemas de adicciones y matrimoniales, una vida de mucha noche. Y cuando se va entran a robar acá, y solamente se roban lo que estaba en el estudio que había armado. ¡Hasta los archivos de mis discos se robaron! Frustrado, me voy de acá sin querer saber nada más con esto. Hasta que unos seis meses después, con Marcelo otra vez viviendo acá y peor que antes, me entero que un día lo desalojan y se va. Entonces, otro amigo que hacía un ciclo de cine acá al que no venía nadie me insistía para que hiciéramos algo con la casa. Yo no quería volver, porque me habían robado todo, peor vine un día. Y a pesar de la mala experiencia que había tenido con el robo, algo me dijo que esta casa no podía fallar, porque tenía todo para ser lo que es ahora. Entonces, hablé con el hombre que le alquilaba la casa a mi amigo y me dijo que si pagaba la deuda que él había dejado me alquilaba el lugar. Y así empezó todo.Costó habilitar la casa para esto. La gente piensa que este lugar está subvencionado, ¡y nada que ver! Si yo no hiciera fiestas con música o bandas en vivo no podría mantener la casa. Después de años de pelearla logré conseguir la habilitación para que también toquen bandas. Con eso mantenemos el lugar.” 
La casa donde murió Luca nunca me vibró bien, pero con los años he vuelto y creo que en este momento está viviendo una cosa, a su manera, copada. Al dueño lo conozco, ponen música y es un lugar de encuentro semi bohemio, cosa que hoy en día es un milagro, porque todo se está como emprolijando cada vez más”, le dijo Andrea Prodan, hermano del músico, al diario.  Bélont, por su parte, rememoró el día que conoció a Andrea: “Una tarde hace unos años conocí a Andrea. Estaba sentado en la vereda. Lo invité a pasar y le pedí disculpas: tenía la habitación donde había vivido Luca cerrada, porque la gata que tenía había tenido cría ahí adentro. Y él me contó que en todas las casas donde su hermano vivió, siempre estuvo rodeado de gatos. Me dijo que Luca atraía a los gatos. Y es muy loco, porque los gatos que tenemos siempre van a su cuarto. Ya son como parte del lugar”.
El lugar mantiene intacto el patio del caserón. Allí hay una escalera que conduce a la terraza y a las habitaciones del nivel superior. En una de estas habitaciones murió Luca, pero la escalera se encuentra bloqueada. A la habitación donde murió Luca no se puede subir, porque la estamos apuntalando, para que no se caiga abajo. Hay mucha humedad y está muy rota. Pero los pibes se me escapan igual. ¡Sabés la cantidad de preservativos que saco de ahí! Como que quieren tener su momento, ¡cogiendo en la habitación! Mil veces me preguntan si pueden subir. Yo les digo que no, pero se me escapan igual”, contó Bélont al respecto. "Hay una mística. Hay chabones que me tocan la puerta y me dicen que vienen de Santiago del Estero, Mendoza, Chaco, de todo el país, y me piden pasar a la habitación donde murió Luca. Hay gente que llora cuando viene, que entran y se quedan duros. El tipo vivió pocos años en el país y marcó todo”.



-MURAL HOMENAJE AL ROCK (Morón, Buenos Aires)

David Ojeda vive en Morón Sur, a metros de la Plaza del  Ombú, a pocas cuadras de la  Avenida Eva Perón, aún más conocida como Pierrastegui. Se dedica a la pintura y ya desde hace unos años le regaló a su barrio destacados murales. Entre ellos, uno en homenaje al rock nacional, con las imágenes de Pappo, Luca Prodan y Luis Alberto Spinetta.
“Cuando taparon el mural de Pappo en La Paternal, el que había hecho Amaro, me propuse hacerle uno yo. Busqué la pared, hice un pre diseño y lo publiqué. A la gente le gustó mucho, me mandaron pintura para comenzar la obra hasta de Córdoba. El día de la inauguración se hizo una reunión con músicos, motos, una zapada. Estuvo buenísimo”, contó David. A Norberto Napolitano lo siguieron Luca Prodan y Luis Alberto Spinetta, “son mis referentes, los agregué como acompañando a Pappo. También merecían su homenaje y al final quedó como el mural homenaje al rock, recibí las felicitaciones del hijo de Spinetta, la hermana de Pappo, el hermano de Luca. A partir de ahí me empezaron a pedir murales”.



-JUAN SEBASTIÁN BAR (Villa Gesell, Buenos Aires)

Villa Gesell, también llamada coloquialmente Gesell, es una gran ciudad cabecera del partido homónimo, ubicada en el extremo este de la provincia de Buenos Aires, en el centro-este de la Argentina, sobre las costas del mar Argentino.
El boom de la música en Villa Gesell comenzó con los  “Los inconstantes”, una película de Rodolfo Kuhn, estrenada en 1963 y filmada en gran parte en el balneario. El desnudo de Gilda Lousek en la playa, de apenas unos segundos, atrajo mentes inquietas que querían saber de qué se trataba. En ese entonces abrieron varios locales donde se podía disfrutar de distintos estilos de música. “En Villa Gesell cada género tenía su lugar. Estaba ‘La mosca verde’ que era más de jazz, y por donde llegó a pasar Astor Piazzolla y también 'Juan Sebastián Bar' para el público más rockero”, contó a "La Viola" Juan Ignacio Provéndolaautor de "Villa Gesell Rock & Roll" (2017). En el prólogo de dicho libro, el músico geselino Willy Crook recuerda: "Los que posteriormente serian protagonistas del rock de Argentina (y también de otras disciplinas) percibieron una libertad inusual en el Gesell, que se podía aprovechar para vivir de artesanías… o simplemente ir sin planes ni recursos. Felizmente los acontecimientos se precipitaron y los boliches dieron curso a recitales, café concerts y etcéteras entre los que sucedió todo y desfilaron todos los que posteriormente admiramos. El rock llegaba a Argentina… para quedarse… y en Villa Gesell encontró un mitológico punto de encuentro. Y también de paso”.
"Juan Sebastián Bar" fue el lugar para los jóvenes que llegaban de Buenos Aires. Abrió en enero de 1966 y los clientes podían tomar unos tragos y ver a un artista en vivo. Pajarito Zaguri Moris, socios del emprendimiento, viajaron unos meses antes de su inauguración para conocer el local y hasta consiguieron que Sandro pusiera plata para la garantía. Como en "La Cueva", los fanáticos del rock contaban con un ambiente ideal para disfrutar del verano. Fue ahí donde se formaron Los Beatniks, banda pionera del rock nacional. “El bar les permitió a las bandas tocar sin tantas condiciones, ni con requerimientos artísticos y sonoros. Por eso fue importante el desarrollo de la música y la constitución de una identidad. Se vivía una euforia muy fuerte”, destacó Provéndola. En "Juan Sebastián Bar" Moris compuso “Rebelde”, “Soldado” y “No finjas más”, algunos de los primeros temas grabados del rock nacional.


En el año 2001, se  realizó un homenaje a Moris en Villa Gesell, y se colocó la placa en Paseo 107 y Avenida 2 en la que se puede leer: “Aquí funciono Juan Sebastián Bar, donde Moris y sus amigos dieron comienzo al movimiento del Rock Nacional -  Verano de 1965/1966 - Villa Gesell".

Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con  una frase del gran Luca: "Hay una fama sobre los músicos, muchos shows, mucha guita, muchas minas y encima lloran. Cuando terminas un show no te queda energía para nada, lo único que deseas es estar solo o con tus amigos o con tu mina."

Buenos días.

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