domingo, 25 de junio de 2017

LAS VERDADERAS HISTORIAS DETRÁS LOS CUENTOS INFANTILES: ALADINO Y LA LÁMPARA MARAVILLOSA


LAS VERDADERAS HISTORIAS DETRÁS LOS CUENTOS INFANTILES: ALADINO Y LA LÁMPARA MARAVILLOSA

"No desear nada es no vivir."
Paul Géraldy

Buenas tardes, amables lectores. Les traigo hoy una nueva entrega de la saga “Las verdaderas historias detrás de los cuentos infantiles”, dedicada esta vez a "Aladino y la lámpara maravillosa", famoso cuento  que forma parte de "Las mil y una noches".


ALADINO

"Aladino" (transcripción del nombre árabe علاء الدين, 'Alā 'ad-Dīn, literalmente "nobleza o gloria de la fe") , conocida popularmente como "Aladino y la lámpara maravillosa" es una de las historias de origen sirio de "Las mil y una noches" ( ألف ليلة وليلة, Alf layla wa-layla). Fue añadida a este maravilloso compendio de cuentos por Antoine Galland en el siglo XVIII,  y es una de las más famosas en la cultura oriental.


LA HISTORIA

Aladino, un joven pobre habitante de ciudad de Oriente Medio, es reclutado por un brujo malvado quien, haciéndose pasar por hermano de su fallecido padre, pretende que lo ayude a recuperar una lámpara de aceite maravillosa que se encuentra en una cueva mágica que tiene el poder de apresar a quien ingresa a ella. Después de que el brujo malvado intenta traicionarlo, Aladino se queda con la lámpara y descubre que puede invocar a un hosco genio que está obligado a servir a la persona que posea la lámpara maravillosa. Con su ayuda, Aladino se hace rico y poderoso y se casa con la princesa Badrulbudur.
El malvado brujo logra apoderarse de la lámpara engañando a la esposa de Aladino, que ignora que se trata de un objeto mágico, y secuestra a Badrulbudur arrebatando su palacio entero y llevándolo a una tierra lejana. Aladino descubre que un genio menor y educado puede ser invocado con un anillo que le había entregado el malvado brujo para que ingresara a la cueva. Ayudado por este divino objeto, Aladino logra llegar al palacio donde está encerrada su esposa y logra vencer a su antagonista gracias a su ingenio, recuperando, además, la lámpara maravillosa. 


POSIBLES INTERPRETACIONES DE LA HISTORIA

El tema del tramposo burlado por otro tramposo de condición más humilde es recurrente en las fábulas.
La interpretación jungiana del cuento de Aladino lo considera un ejemplo clásico de historia de pobreza a riqueza. Este tipo de historia presenta tres etapas bien diferenciadas: desde unos comienzos humildes, el protagonista logra un primer éxito en la vida, atraviesa luego una crisis importante en la que parece haberlo perdido todo, y finalmente, triunfa sobre la adversidad logrando un éxito más estable y duradero. Este éxito definitivo sólo es posible gracias a que el héroe ha obtenido cierto grado de madurez interior tras la experiencia de crisis. El primer éxito de Aladino llega fácilmente y no está basado en sus propios esfuerzos, sino en la ayuda del genio. Su desesperación al perder el palacio y la princesa a manos del mago malvado lo llevan a un lugar espiritual que propicia el desarrollo de su auténtica fuerza y entereza, logrando el triunfo por sus propios medios.
Está muy difundida, también, la interpretación que señala que la lámpara representa al ser humano y el genio, a sus deseos y pensamientos. Luego de limpiar su propio ser (atravesar, aceptar y darle verdadero sentido al sufrimiento, al dolor e incluso a la alegría), el hombre puede descubrir al genio de la lámpara que le dirá: “¡Todos tus deseos son órdenes!”
Los pensamientos son el primer paso para construir la realidad, y dan origen a toda abundancia o escasez, fracaso o éxito, ganancia o pérdida. El genio de la lámpara está esperando órdenes para cumplir los deseos humanos. Quien tiene pensamientos positivos y optimistas, aún en situaciones muy difíciles, logra que el éxito se concrete. 


LAS MIL Y UNA NOCHES

“Las mil y una noches (en árabeألف ليلة وليلة,  Alf layla wa-layla) es una célebre recopilación medieval en lengua árabe de cuentos tradicionales del Oriente Medio. El núcleo de estas historias está formado por un antiguo libro persa llamado  “Mil leyendas” (Hazâr afsâna). El compilador y traductor de estas historias folclóricas al árabe es, supuestamente, el cuentista Abu Abd-Allah Muhammad el-Gahshigar, que vivió en el siglo IX. La historia principal sobre Scheherezade, que sirve de marco a los demás relatos, parece haber sido agregada en el siglo XIV. Sherezade le cuenta cada noche al sultán un cuento que continuará la noche siguiente, impidiendo que éste, ansioso por saber cómo sigue la historia, la decapite como es su costumbre después pasar la noche con una mujer


ANTOINE GALLAND Y LAS HISTORIAS HUÉRFANAS

La traducción francesa de “Las mil y una noches” de Antoine Galland (1646–1715) es la responsable principal de la fama mundial que la obra goza hoy en día. Experto en lenguas orientales del Collège Royal de FranceGalland, en uno de sus asiduos viajes a Oriente, adquirió un manuscrito árabe de las aventuras de Simbad el marino, y, un poco antes de 1700, las tradujo al francés con la intención de publicarlas. Sin embargo, notó que formaban parte de una recopilación más amplia, llamada "Las mil y una noches", por lo que pidió a sus contactos en Siria que le mandaran una copia de esta obra, que recibió en  1701  en tres volúmenes. En una carta a un colega, Galland expuso su intención de traducir todas las historias: "Se trata de un conjunto de cuentos con los que se entretienen en aquel país cuando anochece. Ahora, durante las largas noches, tendré con qué divertirme."
Tres años más tarde, Antoine Galland comenzó a publicar los relatos agrupándolos en  pequeños volúmenes: en 1704 vieron la luz cuatro volúmenes; en 1705, dos más, y en 1706, el séptimo, con el que concluyó la traducción del manuscrito sirio. El octavo volumen, publicado en 1709, incluyó historias sacadas de otros manuscritos, sobre todo de versiones egipcias. Los volúmenes noveno y décimo, publicados en 1712, y los dos últimos, publicados en 1717, después del fallecimiento del traductor, recogieron las llamadas historias huérfanas, cuentos que originalmente no pertenecían al corpus de "Las mil y una noches", que Galland añadió al conjunto (historias como "Alí Baba y los cuarenta ladrones" o "Aladino y la lámpara maravillosa", que se convertirían en las más célebres de todo el compendio). Satisfecho de su traducción, Antoine Galland escribió en el prólogo: "En estos cuentos todo es sorprendente, maravilloso, y está repleto de transformaciones de hombres en diferentes tipos de animales por arte de encantamiento. Las hadas y los genios imperan por doquier, y pasan tantas cosas y aventuras que no hay nada parecido ni en las obras de nuestros antiguos romanos."
A pesar de que Antoine Galland presentó sus "Mille et Une Nuits - Contes Arabes" como una traducción fiel al texto original, el texto francés fue adaptado a los gustos y valores de la época. Galland recreó muchas historias, sustituyó expresiones soeces o vulgares por fórmulas educadas y se explayó en las descripciones de los ambientes orientales. A los cuentos del manuscrito sirio añadió historias rescatadas de manuscritos similares pero de procedencia dudosa. Estas historias huérfanas partieron, supuestamente, de los relatos de Youhenna Diab, alias Hanna, quien había acompañado a París a Paul Lucas, un naturalista, anticuario y médico francés que había viajado por varios países mediterráneos ( en tres viajes que realizó a caballo entre los siglos XVII y XVIII,  pero se ha llegado a especular que fueron obra del propio Galland.
El enorme éxito alcanzado por las historias huérfanas las ha convertido en parte inseparable de la mayoría de ediciones de "Las mil y una noches", situación que ha obligado a los compiladores árabes de las ediciones modernas a reescribir el original árabe en algunos manuscritos, en un intento de autentificar sus textos. 


ALGUNOS DETALLES DE LA HISTORIA ORIGINAL

En la historia incluida por Antoine Galland en su traducción de "Las mil y una noches", Aladino es un joven chino: “En la capital de un reino de la China, muy rico y muy vasto, cuyo nombre no acude ahora a mi memoria…”. Algunos estudiosos estudioso opinan que el cuento podría ubicarse en una comunidad musulmana china, como por ejemplo la etnia Hui, o localizarse en el Turquestán, la región de Asia central que abarcaba desde el Mar Caspio al Desierto de Gobi y que históricamente incluía la actual provincia noroeste de Sinkiang.
Si bien el Sultán le promete a Aladino la mano de su hija, Badrulbudur, la casa luego con el hijo del visir. Con ayuda del genio de la lámpara, Aladino impide que el matrimonio se consume: la magia del genio transporta cada noche a la princesa y a su esposo al cuarto de Aladino y el marido es encerrado en el retrete. Cada mañana, el sultán interroga a su hija acerca de la consumación del matrimonio, que nunca se concreta y, después de un tiempo, decide divorciarla del hijo del visir y casarla con Aladino. 
El brujo malvado, al final, es eliminado por la princesa Badrulbudur quien, por consejo de su marido, lo envenena con té. Pero ahí no termina la historia. AladinoBadrulbudur ansían tener descendencia y, dado que la princesa no queda embarazada, le pide a su marido que lleve al palacio a una vieja curandera: "… ¡Vengo, pues, a suplicarte que me permitas mandar venir al palacio a una santa veja llamada Fatmah, que ha llegado a nuestra ciudad hace unos días, y a quien todo el mundo venera por las curaciones y alivios que proporciona y por la fecundidad que otorga a las mujeres sólo con la imposición de sus manos!" Fatmah le dice a Badrulbudur que, para atraer a la fecundidad, es necesario que cuelgue en la bóveda de cristal de la sala principal del palacio un huevo del pájaro rokh, que habita en la cima más alta del Monte Cáucaso. Aladino le pide el huevo al genio de la lámpara y desencadena su furia:  “¿Cómo te atreves a pedirme eso, miserable Adamita? ¡Oh el más ingrato entre las gentes de baja condición! ¡He aquí que ahora, no obstante los servicios que te presté con todo el oído y toda la obediencia, tienes la osadía de ordenarme que vaya a buscar al hijo de rokh, mi amo supremo, para colgarle en la bóveda de tu palacio! ¿Ignoras, insensato, que yo y la lámpara y todas los genios servidores de la lámpara somos esclavos del gran rokh, padre de los huevos? ¡Ah! ¡suerte tienes con estar bajo la salvaguardia de la lámpara que sirvo, y con llevar al dedo ese anillo lleno de virtudes saludables! ¡De no ser así ya hubiera entrado tu longitud en tu anchura!”
Aladino le explica al genio que el pedido no fue idea suya sino de la vieja Fatmah, a quien el genio desenmascara: se trata del hermano del malvado brujo disfrazado de mujer que busca venganza. Aladino lo mata y, ahora sí, nuestro héroe y su amada logran tener descendencia y viven felices para siempre.


LOS GENIOS

Los genios, jinn, djinn o yinn  (الجن‎, al-jinn) son criaturas sobrenaturales de la mitología semítica, fundamentalmente árabe, y de la teología islámica temprana.  Habitan un mundo invisible, otro universo más allá del universo conocido, y son mencionados frecuentemente en el Corán (el sura 72 se titula "Sūrat al-Jinn") y otros textos islámicos. 
Por lo general, los genios seres son invisibles, aunque pueden adoptar diferentes formas (antropomorfas, vegetales o animales). Tienen la capacidad de influir espiritual y mentalmente a los seres humanos (posesión psíquica), pero no necesariamente utilizan estos poderes.
En la mitología mesopotámica, están asociados al ámbito divino, aunque no se los considerarse dioses, sino guardianes o seres tutelares de lugares a los que los seres humanos no deben acceder. En las tradiciones más antiguas, los genios eran los espíritus de pueblos desaparecidos, que actuaban de noche y se escondían al despuntar el día.  En todos los casos se trata de seres con características de duendes y otros seres mitológicos elementales de la naturaleza, que pueden, según su talante, atacar o ayudar al ser humano.
El islam incorporó parcialmente la antigua creencia en los genios, convirtiéndolos en personajes presentes en las tradiciones de todos los pueblos que profesan dicha fe. Estos genios no responden únicamente a los genios semíticos originales, ya que la difusión del mensaje del Corán impuso un mismo nombre a muchas manifestaciones distintas propias de los países islamizados. Así, en lugares donde el mazdeísmo fue previo al islam los genios son protagonistas de diversas prácticas mágicas alejadas de la ortodoxia sunní. Para los tuareg, son tentadores del desierto y ladrones nocturnos; y para los musulmanes de la India, molestos invasores del hogar que deben ser expulsados usando ciertas suras del Corán, en una ceremonia no muy distinta del exorcismo católico.
El islam considera a los genios seres creados de fuego sin humo:"Hemos creado al hombre de barro, de arcilla moldeable.  Antes, del fuego ardiente habíamos creado a los genios." (Corán, 15, 26-27). Están dotados de libre albedrío, como los seres humanos, y pueden optar entre obedecer a Dios o a Iblís, el demonio, a quien a veces se describe  como ángel caído, y otras como genio.
Para el islam, los genios son la tercera clase de seres creados por Dios, junto a los hombres y los ángeles. La creencia en esta tercera raza marca una diferencia respecto a las otras dos religiones monoteístas (cristianismo y judaísmo). 
Los genios, a diferencia de los ángeles, comparten el mundo físico con los seres humanos y son tangibles, aunque sean invisibles o adopten formas diversas. Los genios y los humanos pueden casarse y procrear. Por esta razón, la jurisprudencia islámica medieval llegó a regular las condiciones relativas a matrimonio, descendencia y herencia entre genios y humanos. Fueron muchos los pensadores musulmanes medievales que dudaron de la existencia de los genios (no así de la de los ángeles) o directamente la negaron, como AvicenaAl-Farabi o Ibn Jaldún.
La creencia popular en los genios sigue estando muy extendida en las áreas rurales de algunos países islámicos y es muy frecuente su aparición en la literatura popular. En occidente son conocidos sobre todo los genios malignos del tipo ifrit, a través de los cuentos de "Las mil y una noches" y sus adaptaciones cinematográficas.
Tradicionalmente, los genios son una especie maliciosa, pero no necesariamente maligna. En sus más benignas formas de comportamiento, suelen ser bromistas y embaucadores. Tienen una diversos atributos, debido al efecto aglutinante que tuvo la extensión del islam respecto a las leyendas y supersticiones locales de los pueblos que conquistó. Pueden ser invisibles o cambiar a voluntad de forma, haciéndose pasar por animales o presentándose con la apariencia de una mujer hermosa para visitar a los hombres por la noche, hacerles el amor y robarles la energía, como si se tratara de súcubos. Pueden también ser dominados a través de un objeto (como la lámpara maravillosa de Aladino) y convertirse así en esclavos de quien posea dicho objeto.
Los genios pueden ser causantes de ciertas formas de locura. La palabra árabe que designa al loco es maynun, que etimológicamente significa poseído por los genios. Pueden atravesar sólidas paredes  (a pesar de ser tangibles para los seres humanos), desplazarse a grandes velocidades, y transfigurarse en determinadas personas, suplantándolas. El estado normal de un genio es la invisibilidad al ojo  humano, ya que Dios les proporcionó muchas habilidades, pero dificultó de esta forma que pudiéramos relacionarnos normalmente con ellos. Cuenta la tradición que al final de los días esta situación se invertirá y seremos nosotros quienes podamos verlos, obteniendo la ventaja que desde el principio del mundo atesoraron.

Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para contarles acerca de "Aladino y la lámpara maravillosa". Me despido de ustedes con unas palabras de Francisco Umbral: "Los deseos se tienen, no se piden. Lo que se pide es el objeto del deseo."

Buenas tardes. 


Ilustración 1: Jeremy Norton
Ilustración 2: Damian Zain
Ilustración 3: Lía Selina
Ilustración 4: Ricardo Rossi
Ilustración 5: Richard Johnson
Ilustración 6: Tonia Composto
Ilustración 7: Horacio Elena
Ilustración 8: Walt Disney


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