lunes, 1 de mayo de 2023

MISTERIOSA ARGENTINA VII


MISTERIOSA ARGENTINA VII

"El misterio es lo que más amo, es el magnetismo de la vida, y me resulta maravilloso saber que de la mayoría de las cosas no conocemos absolutamente nada.
David Lynch

Buenas tardes, mis queridos. He aquí una nueva entrega de "Misteriosa Argentina". Disfruten.


-La mansión del ruido (Tezanos Pinto, Entre Ríos)

Tezanos Pinto es una localidad y centro rural de población del distrito Sauce del departamento Paraná, en la provincia de Entre Ríos. Lleva el nombre de su estación de ferrocarril, que corresponde al de la familia que donó los campos para la fundación del pueblo.
A principios del siglo XX, la familia Pinto decidió realizar inversiones en la zona construyendo una amplia casa para ser usada como solar veraniego o descanso de fin de semana. Uno de sus miembros se vinculó matrimonialmente con un Tezanos, apellido importante en la región, y de allí surgió el nombre del pueblo. Dicha mansión de verano en algún momento fue abandonada y posteriormente vandalizada al extremo, siendo además devorada por un monte cerrado.
La leyenda cuenta que un integrante de la familia Tezanos Pinto contrajo enlace con Eloísa Moritán, una dama perteneciente a otra familia importante de la región, quien, luego de un tiempo viviendo en la finca, comenzó a padecer trastornos mentales que se fueron agravando, por lo que su esposo decidió recluirla en un altillo. Eloísa falleció y su cadáver fue sepultado secretamente en las cercanías de la casona, ya que no existen registros de sepultura en los cementerios.
Este hecho ha generado que en el lugar se hayan detectado apariciones, extrañas psicofonías y hasta algún contacto físico inexplicable, y da sustento al relato de una dama de blanco que pasa raudamente por entre el monte de eucaliptus. 


-La Salamanca (Sanagasta, La Rioja)

En la provincia de La Rioja, 20 kilómetros hacia el norte, se encuentra Villa Sanagasta, cuna de la Salamanca riojana. A 1600 metros de esta villa rumbo a Huaco, hay una caverna en lo alto del cerro, con una enorme boca de entrada y unos 50 metros de profundidad. Su piso exterior es de una increíble limpieza y su arena brilla reflejando el sol. Todo el conjunto constituye una formación rocosa rica en minerales como hierro, pirita y azufre predominando este último, dato compatible con las historias de demonios que giran alrededor del misterioso lugar. Los habitantes de la zona dicen escuchar música y risas estridentes que surgen del interior de la cueva, y de sentir un irresistible deseo de internarse en ella. Se dice que la música que de allí proviene sirve para atraer adeptos que luego serán guiados hasta la entrada.  
Salamanca (salla=peña, mancca=bajo, infierno) es un vocablo quechua que significa aquelarre, reunión de brujas, seres demoníacos y almas condenadas que se dan cita para divertirse, bailar, beber y elucubrar maldades. El rey de la Salamanca es el Zupay, quien preside las reuniones y sella los pactos de los hombres que acuden a él en busca de la clave de la vida, la ciencia de la carne y los secretos del mal. El mito asegura que la Salamanca más importante es la de Sanagasta, aunque existen incontables guaridas similares.
Se dice que las brujas riojanas llegan desde el Famatina hasta Sanagasta y desde allí viajan a Salavina, Santiago del Estero, localidad considerada el centro nacional de sus prácticas mágicas.


-Los Lucas Hallao (Cementerio del Norte, San Miguel de Tucumán)

Los Lucas Hallao son mellizos desconocidos encontrados en la puerta del Cementerio del Norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán, con los cuerpos mutilados. Fue el día de San Lucas de 1943, varios años antes de que apareciera en el lugar Pedrito Hallao. Se les atribuyen poderes sobrenaturales que atraen a una multitud de creyentes.
La tumba de los mellizos consiste en un túmulo elevado y blanco que tiene en su parte superior un gran florero y la imagen de una Virgen. Además hay una lápida de mármol blanco con inscripciones de los empleados del cementerio....."¡Madre! ¿Por qué nos privaste de tu cariño y del derecho a vivir?". A continuación hay otra placa colocada por los sepultureros que los encontraron: "Frutos de un amor fingido y malsano fueron en el vientre indigno que los concibiera eliminados de la vida los dos hermanitos hermosos y de cabellera dorada que en la noche de San Lucas recogieron como un vulgar desperdicio arrojado desde el exterior. El personal de esta necrópolis." También hay una frase firmada por el administrador del camposanto: "¡Madre! nombre sagrado, conjunto de amor, abnegación y sacrificio ¿Pudiste por sólo egoísmo o prejuicio social haber olvidado y ahogado estos principios quitándonos la vida aún en formación y arrojándonos a este solar de pax y de justicia suprema como inmundos desperdicios?"


-Miguelito, el Angelito (Villa Unión, La Rioja) 

En 1967, quince días antes de cumplir un año, Miguel Ángel Gaitán falleció de meningitis y sus restos fueron enterrados en el cementerio local de Villa Unión en la provincia de La Rioja. Había nacido en Banda Florida, a orillas del río Bermejo, el 9 de julio de 1966 y era el hijo número doce de Argentina Nery Olguín y de Bernabé Gaitán (quienes tuvieron quince de los que  sólo nueve sobrevivieron). Miguelito murió el 24 de junio de 1967 cuando era transportado con urgencia por una ambulancia hasta Chilecito.
La leyenda comenzó luego de una violenta tormenta en 1973, siete años después de su muerte. De acuerdo con los pobladores, la tempestad destruyó el túmulo de ladrillos y cemento que cubría el cajón del bebé, el cual fue descubierto por un trabajador del cementerio. Espiando su interior, encontró los restos del niño virtualmente intactos, y se reconstruyó la tumba para proteger el cajón de los elementos de la naturaleza. Poco después las paredes se habían caído misteriosamente sin mediar tormentas ni vientos. Hubo una segunda reconstrucción pero los ladrillos volvieron a aparecer desparramados, y en consecuencia decidieron dejar el cajón al aire libre.
Pero entonces notaron que la tapa del ataúd había sido removida por la noche. "Colocamos piedras y objetos pesados sobre la tapa, pero cada mañana la encontrábamos removida", contó la madre de Miguel Ángel. "Finalmente decidimos que Miguel no quería ser cubierto, quería ser visto". Primero estaba simplemente destapado pero luego le arrancaron una falange que conservaba un pequeño anillo, y además todo el mundo le tocaba la frente. Así que se lo colocó en una pequeña caja de madera, cerrada con un candado y con la tapa de vidrio. A través de él se ve su rostro reseco y marrón, perfectamente conservado. Hasta  su fallecimiento, hace unos pocos años, su madre le cambiaba habitualmente de ropa. Los creyentes ponen la mano sobre el vidrio a la altura de la cabeza para obtener sus favores. Con el tiempo, se construyó un pequeño panteón para guardar los juguetes, carpetas de estudiantes, autitos, bicicletas, flores de plástico, ositos, placas de metal y cerámica con forma de corazón y otras muchas ofrendas que recibe Miguelito.
Entre los agradecimientos que se leen frente al cuerpo de Miguel Ángel, figuran los siguientes: "Gracias por hacerme campeón de Karate", "Porque se me declaró José", "Porque saqué 10 en el examen", etc. Hay trofeos deportivos, escarpines, rosarios y cuadernos donde se escribe el pedido que se le hace al Angelito. Si él cumple debe publicarse un agradecimiento en uno de los diarios de la capital riojana.
Los lugareños dicen que Miguel Ángel también suele ser vengativo con aquellos que descreen de sus poderes milagrosos y con quienes no cumplen las promesas realizadas. El mozo de un restaurante de Villa Unión contó la siguiente historia: “Unos jóvenes habían asistido a la tumba de Miguel Ángel, y a la salida se estaban burlando de lo que habían visto. Cuando quisieron poner el auto en marcha, el mismo no arrancaba. Tras varios intentos finalmente lograron que el motor encendiera; pero en el camino tuvieron un accidente y fallecieron. A Miguel Ángel hay que tratarlo con respeto y cumplirle las promesas; de lo contrario se enoja mucho.”
Dicen que a veces a la mañana se encuentran juguetes desparramados y se supone que Miguelito estuvo jugando durante la noche. A comienzos de 2015, la joven Lorena Aguirre, de Villa Unión, aseguró haber visto caer lágrimas al niño Miguel Ángel. Lorena narró en la radio donde trabaja el hecho milagroso: “Ayer estábamos con unos amigos en el cementerio, esperamos afuera porque había mucha gente dentro, cuando ingresamos una chica nos dijo que Miguel Ángel estaba llorando y al acercarnos tenía las lágrimas”.
Lorena aseguró ser muy devota del niño. La joven describió que las lágrimas eran brillosas, y que  quienes presenciaron el prodigio quedaron conmocionados y de inmediato empezaron a rezar.


-El Sombrerudo (Valles Calchaquíes)

El Sombrerudo es un tipo de duende que, supuestamente,  habita en los Valles Calchaquíes, y disfruta golpeando a los jóvenes y acechando a las muchachas. Se dice que es un niño que murió sin ser bautizado o un niño malo que golpeó a su madre. Es muy pequeño, lleva un sombrero grande y llora como una criatura. Tiene una mano de hierro y otra de lana y cuando se acerca a alguien le pregunta con cuál mano desea ser golpeado. Algunos dicen que, sin importar la elección, el duende golpeará siempre con la de hierro. Otros, en cambio, aseguran que los desprevenidos eligen la de lana y que es ésta la que en realidad más duele. 
El Sombrerudo posee unos ojos malignos y dientes muy agudos. Suele aparecer a la hora de la siesta o en la noche en los cañadones o quebradas. Tiene predilección para con los niños de corta edad, aunque también golpea sin piedad a los mayores. 
En la zona de los Valles Calchaquíes existen dos historias muy curiosas con respecto al duende. La primera cuenta que un arqueólogo, internándose en el cerro a horas de la siesta escuchó el llanto de un niño. Al acercarse vio un párvulo en cuclillas y con la cabeza gacha. Cuando le preguntó qué le sucedía, el niño alzó su maligno rostro y mostrando sus agudísimos dientes al tiempo que sonreía, le dijo: 
-Tatita, mirame los dientes... 
El "gringo" salió corriendo tan veloz como las piernas le daban y nunca regresó. 
La otra historia, narrada por Lucindo Mamaní, de Tafí del Valle, cuenta que se vio al duende conversando en un zanjón con un niño que estaba a su cuidado (actualmente un prominente médico). Al acercarse don Lucindo, el duende huyó.

Hasta aquí, esta nueva entrega de "Misteriosa Argentina". Me despido de ustedes con un hermoso poema de Octavio Paz:

MISTERIO

Relumbra el aire, relumbra, 
el mediodía relumbra, 
pero no veo al sol. 

Y de presencia en presencia 
todo se me transparenta, 
pero no veo al sol. 

Perdido en las transparencias 
voy de reflejo a fulgor, 
pero no veo al sol. 

Y él en la luz se desnuda 
y a cada esplendor pregunta, 
pero no ve al sol.


Buenas tardes.


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