TUMBAS I

TUMBAS I

"¡Quita el amor y la tierra es una tumba!"

Robert Browning

Se dice que las personas no mueren cuando abandonan su cuerpo físico, sino cuando las olvidan. Por eso elegí traerles historias para recordar a aquellos que han partido y conocer, además, sus lugares de descanso final.  La elección de los sepulcros es absolutamente personal y arbitraria. Los hay famosos y absolutamente anónimos. Algunos están rematados con monumentos de una belleza infinita. Otros, poseen epitafios dignos de conocerse. Muchos de ellos cuentan, en silencio, historias increíbles. Varios son totalmente extravagantes. Pasen, vean y lean.

-JOHN PAUL JONES ("United States Naval Academy", Annapolis, Maryland)

John Paul Jones, nacido el 6 de julio de 1747,  fue un marino escocés y el primer mando naval de los Estados Unidos en la Guerra de Independencia. A pesar de que se hizo de enemigos entre las élites políticas de los Estados Unidos, sus acciones en aguas británicas durante la Revolución le ganaron una reputación internacional que persiste hasta nuestros días. Como tal, se le denomina en ocasiones como el Padre de la Armada de los Estados Unidos. Posteriormente sirvió en la Armada Imperial Rusa, se retiró luego a París, donde falleció el 18 de julio de 1792.

Jones fue enterrado en un cementerio perteneciente a la familia real francesa. Esta propiedad cambió de manos y Jones fue olvidado. No fue hasta 1905 que los restos del marino fueron descubiertos por el embajador de Estados Unidos en Francia y repatriados. Sus restos descansan hoy en la capilla de la "United States Naval Academy",  en Annapolis, Maryland, en un exótico sarcófago de mármol blanco y negro cubierto de percebes y sostenido por delfines tallados en bronce. 

-MATTHEW STANFORD ROBINSON ("Salt Lake City Cemetery", Salt Lake City,  Utah)

El 23 de septiembre de 1988, Ernest y Anneke Robison dieron la bienvenida al nacimiento de su hijo, Matthew Stanford Robinson. Matthew nació con una discapacidad severa: debido a la falta de oxígeno, estaba ciego y paralizado del cuello hacia abajo.

Los médicos dijeron que el niño viviría solamente unas pocas horas. Pero con su propia fuerza y el apoyo de su familia, Matthew vivió hasta los años 10 años y medio. Falleció el domingo 21 de febrero de 1999, mientras dormía. Fue enterrado en el "Salt Lake City Cemetery", en Utah. 

En el año 2000 con el fin de transformar la tumba de Matthew en un lugar que inspirase alegría, Ernest y su prima Susan Cornish hicieron una estatua que honra la memoria del niño. La escultura representa al joven Matthew saltando de su silla de ruedas, escalando hacia el cielo, libre de sus discapacidades físicas.

"Mattew fue una constante fuente de alegría e inspiración para todos los que tuvimos el privilegio de conocerle. Vino a este mundo como un milagro y del mismo modo se marchó", decía el obituario del niño. Este texto define el sentimiento de sus padres, quienes, tras el fallecimiento de su hijo, han sacado adelante el proyecto altruista "Ability Foundation".

-RUFINA  CAMBACÉRÈS ("Cementerio de la Recoleta", Ciudad de Buenos Aires, Argentina)

Rufina Cambacérès nació el 31 de mayo de 1883 en  Buenos Aires, hija de  Eugenio Cambacérès, autor de "Sin rumbo", y de Luisa Vacich, bailarina austriaca quien  después de enviudar se convirtió en "amante y madre de un hijo de Hipólito Irigoyen". La joven falleció sin causa concreta el 31 de mayo de 1902, el día que cumplía 19 años, mientras se preparaba para asistir a una función teatral. Su cuerpo fue depositado, en un principio, en la bóveda de la familia Alvear, en el "Cementerio de la Recoleta", en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. 

Para realizar la escultura art déco que identifica a la bóveda donde descansa Rufina, coronada con abundantes detalles florales, Luisa Vacich, eligió a Richard Aigner. Se trata de una figura de Rufina en tamaño natural con su mano en el picaporte de la bóveda.

Según el mito, Rufina habría sufrido un ataque de catalepsia, rara enfermedad neurológica que provoca que la persona no presente signos vitales que pudiesen haber sido detectados para la medicina de la época. Edgar Allan Poe habla de esta extraña dolencia en su estremecedor cuento “El entierro prematuro.” Rufina, dada por muerta, habría despertado súbitamente dentro de su ataúd y fallecido de terror y asfixia,  situación que se advirtió cuando los guardianes del cementerio avisaron, luego de algunos días,  que su ataúd se había desplazado. 

Otras versiones aseguran que, en realidad, Rufina no sufría de catalepsia y su féretro fue profanado para robar sus joyas, ya que era costumbre de la época sepultar a los integrantes de las familias pudientes con sus joyas más valiosas. 
Hay varias leyendas urbanas alrededor de la muerte de Rufina. Una de ellas asegura, sin  pruebas que la avalen, que la madre de la chica tenía un amorío con el novio de su hija y loca de celos al saber del inminente enlace de los jóvenes, intentó envenenarla. Por un error de cálculo, la cantidad de veneno que le administró sólo le produjo un profundo sopor temporario. Otra leyenda cuenta  que la madre le suministraba somníferos para poder estar con su amante y que esta vez la dosis habría sido demasiado alta. La última, cuenta que Rufina vaga entre las bóvedas por las noches llorando su suerte.

-DAVIS MEMORIAL ("Mount Hope Cemetery", Rochester, Nueva York)

El "Davis Memorial" es un monumento ubicado en Hiawatha, Kansas, en el "Mount Hope Cemetery", en Rochester, Nueva York, construido por John Milburn Davis en honor de su esposa Sarah después de su muerte. Iniciado poco después del fallecimiento de la mujer en 1930 y completado en 1934, el monumento consiste en varias estatuas de la pareja y un pequeño refugio, tallado en mármol italiano. Su costo (aproximadamente $ 200,000) llevó a muchos en la comunidad a criticar a Davis por sus gastos innecesarios durante la Gran Depresión. Hoy, el monumento beneficia financieramente a la comunidad debido a los miles de turistas que lo visitan.

Las estatuas representan a Sarah como una mujer joven, como una anciana e incluso, como un ángel. También había una escultura de John descansando en un cómodo sillón al lado de otro idéntico y vacío. Todas las estatuas están dispuestas de manera fortuita, mirando en  direcciones diferentes.

-JULIO VERNE ("Cimetière de la Madeleine", Amiens, Francia)

Jules Gabriel Verne, conocido en los países hispanohablantes como Julio Verne, nacido en Nantes el 8 de febrero de 1828,  fue un escritor, poeta y dramaturgo francés célebre por sus novelas de aventuras y por su profunda influencia en el género literario de la ciencia ficción.

El 24 de marzo de 1905, enfermo de diabetes desde hacía años, Verne murió en su hogar, sito en el bulevar Longueville 44 (actualmente Boulevard Julio Verne), en Amiens, Francia. Fue enterrado en el “Cimetière de la Madeleine”, al noroeste de dicha ciudad. En su tumba se encuentra el monumento “Vers l’Immortalité et l’Eternelle Jeunesse” ("Hacia la inmortalidad y la eterna juventud"), del escultor Albert-Dominique Roze, íntimo amigo del escritor y quien había realizado la escultura por petición de Verne. 
La obra representa al escritor emergiendo del sepulcro con un brazo alzado hacia el cielo.

-EMMA JONES ("Kensal Green Cemetery", Londres, Inglaterra)

Emma Jones fue una pintora inglesa especialista en retratos al óleo, nacida en Londres, en 1813. El 12 de abril de 1837 se casó con el ostentoso chef Alexis Benoît Soyer, en "St George’s Hanover Square". En agosto de 1842, Emma estaba embarazada por segunda vez, después de haber perdido a su primer bebé debido a un aborto espontáneo. Alex estaba en Bruselas por negocios y en Londres se desató una tormenta de verano inusualmente intensa con lluvias torrenciales, truenos y rayos. Emma reaccionó mal ante el continuo estruendo y rugido de los truenos, mostrándose agitada y nerviosa. Se retiró temprano a la cama donde su doncella la descubrió muerta dos horas después. Su muerte de produjo entre el 29 y el 30 de agosto, aparentemente por complicaciones en su embarazo provocadas por el terror que le ocasionó la tormenta.
Cuando Alexis supo de la muerte de Emma, su reacción inmediata fue intentar apuñalarse. Sus amigos belgas le arrebataron el cuchillo y lo arrastraron al jardín donde les llevó dos horas calmarlo. Nunca se perdonó por  haberse ausentado  de su casa y jamás se recuperó de la muerte de su joven esposa. Trató de volver a comprar todas las pinturas de Emma que habían sido vendidas, para conservar todas sus obras y encargó  un  impresionante monumento funerario para la joven de 29 años, que fue enterrada en el "Kensal Green Cemetery" de Londres. 
El tamaño y la posición del monumento demandan inmediata atención. Cuando se construyó estaba iluminado por luz de gas, y debe haber sido una visión realmente extraña para cualquiera que mirara a través de las rejas del cementerio, oscuro y desierto, durante la noche. El caballete y los pinceles de Emma se exhibían como reliquias sagradas en un nicho con fachada de vidrio en la parte posterior del monumento, llamado "To her" ("Para ella"). La obra fue diseñada por Alexis  Benoît Soyer y tallada por Pierre Puyenbroeck,  de Bruselas, en 1844.
Después de la muerte de Emma, Alexis se consagró  a las obras de caridad. Durante la gran hambruna irlandesa causada por la pérdida de las cosechas de patatas se trasladó en 1847 a Dublín para abrir una cocina que vendiese sopa y carne a precio reducido. Creó también en esta ocasión, un modelo de comedor popular y escribió el libro "Soyer's Charitable Cookery" ("Cocina caritativa de Soyer") cuyos beneficios donó a diferentes organizaciones de caridad.
Alexis falleció en Londres, el 5 de agosto de 1858, y fue enterrado junto a su amada Emma.

-STEVE MARSH ("Manor Park Cemetery and Crematorium", Londres, Reino Unido)

En abril de 2009, Steve Marsh, de 51 años, amante de los automóviles, falleció sorpresivamente. Para honrarlo, su viuda Joanne, encargó la tumba más inusual del  "Manor Park Cemetery and Crematorium" de Londres: Steve está enterrado bajo un  BMW descapotable.

Nadie sabe exactamente cuánto costó el monumento, pero los cuidadores del cementerio estiman que entre 20.000 y 40.000 libras (hasta 67.000 dólares), que la viuda pagó a los diseñadores de Japón que construyeron la curiosa lápida. El modelo está hecho en granito negro y en el asiento del conductor hay una foto del fallecido.
Aunque al principio hubo algunas objeciones de los familiares de otros fallecidos, la directora del cementerio autorizó el original monumento: "Es lo último que los allegados pueden hacer por sus seres queridos".  Marsh había manifestado más de una vez el deseo de tener una tumba así.

-MARÍA JOSEFA ÁLVAREZ MIJARES Y MIRÓ ("Cementerio de la Reina", Cienfuegos, Cuba)

En el "Cementerio de la Reina", en Cienfuegos, Cuba, hay una bella escultura bautizada "La Bella Durmiente", que representa a una mujer joven recostada sobre una cruz, con los ojos cerrados, unas flores en una mano, y la otra apoyada sobre una serpiente. Muchas leyendas se tejieron alrededor de la obra: se habla de una muchacha que murió de amor esperando la llegada del novio que nunca regresó, que encontró la muerte a consecuencia de la mordida de una serpiente o a causa de unas flores venenosas,  o que, estando embarazada, cayó por las escaleras de su casa.
La investigadora, museóloga y especialista Carmen Rosa Pérez, quien forma parte del grupo de trabajo “Cementerios” de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos, asegura que María Josefa Álvarez Mijares y Miró, la muchacha que está enterrada en la sepultura rematada por "La Bella Durmiente", fue una joven de 24 años casada con el arrendatario del "Hotel Unión", uno de los establecimientos más importante del siglo XIX en Cienfuegos. A un mes de dar a luz, María Josefa convulsionó y, a pesar de la intervención del médico de la familia, falleció como consecuencia de un ataque de eclampsia urémica.  Vicente González, el desolado esposo, encargó el monumento en su memoria. “Él viajaba mucho, era una persona rica, y suponemos que, en una de esas travesías, encontró en el 'Cementerio de Staglieno', en Génova, Italia, una escultura que le llamó la atención, realmente exquisita. Esta escultura tiene una figura femenina recostada a una cruz, y sostiene en su mano izquierda una serpiente y en la derecha tres flores de amapola; todo parece indicar que él mandó a hacer una copia de la misma, también en mármol de Carrara. A la que se encuentra en el 'Cementerio General de Reina' se le añade un medallón con el rostro de María Josefa", cuenta Carmen Rosa Pérez.

-ROBERT SCOTT (Antártida)

Robert Falcon Scott, CVO, nacido en Plymouth, Reino Unido, el  6 de junio de 1868 y fallecido en la Barrera de hielo de Ross, en la Antártida, cerca del 29 de marzo de 1912, fue un oficial y explorador de la Marina Real Británica que dirigió dos expediciones a la Antártida: la Expedición Discovery (1901-1904) y la Expedición Terra Nova (1910-1913). Durante su segunda aventura Scott encabezó un grupo de cinco hombres que alcanzó el Polo Sur el 17 de enero de 1912, aunque solo para descubrir que la expedición noruega de Roald Amundsen se les había adelantado. En su viaje de vuelta, Scott y sus cuatro camaradas  (Edward Wilson, Henry Bowers, Lawrence Oates y Edgar Evans) descubrieron plantas fosilizadas, lo que probaba que en la Antártida existieron bosques y que estuvo unida a otros continentes.​ Sin embargo, los cinco componentes del grupo no recibieron la asistencia de trineos con perros, a pesar de que Scott lo había ordenado por escrito antes de su partida. Como consecuencia, una combinación de agotamiento, hambre y frío extremo provocó las muertes de los cinco exploradores.

Los cuerpos de Scott y sus compañeros fueron descubiertos por un grupo de búsqueda el 12 de noviembre de 1912, que partió a la misión a bordo del "Terra Nova". También se recuperaron sus escritos. Las últimas palabras de Scott  en su diario estaban fechadas del 28 de marzo de 1912: "Última entrada. Por el amor de Dios, cuida de nuestra gente". Dejó cartas dirigidas a las madres de Bowers y Wilson, a varias personas importantes como su antiguo comandante Sir George Egerton, a su propia madre y a su esposa.​ También escribió su "Mensaje al público", esencialmente una defensa de la organización y conducta de la expedición en la que atribuía el fracaso del grupo al mal tiempo y otras desgracias, pero finalizando con una inspiradora nota que dice: "Tomamos riesgos, lo sabíamos, las cosas han ido en nuestra contra y por lo tanto no tenemos motivo de queja, sino solo someternos a la voluntad de la Providencia, determinados todavía a hacer lo mejor hasta el final… Si hubiéramos vivido, debería haber contado la historia de la audacia, resistencia y coraje de mis compañeros, que han llenado el corazón de todos los ingleses. Estas ásperas notas y nuestros cadáveres deberán contar la historia. Sin duda, un gran país como el nuestro se encargará de que todos los que dependen de nosotros estén adecuadamente provistos".

Los cuerpos de Scott y sus hombres no fueron repatriados a Gran Bretaña. Apsley Cherry-Garrard, que conformó la partida de búsqueda, escribió: "Nunca los movimos. Recogimos los bambúes de la carpa y la propia tienda los cubrió. Sobre ellos construimos el túmulo". 

En enero de 1913, antes de que el "Terra Nova" zarpara de vuelta, los carpinteros del barco elaboraron una gran cruz de madera, sobre la que se inscribieron los nombres de los fallecidos y una línea del poema "Ulises" de Alfred Tennyson: "Esforzarse, buscar, encontrar y no ceder". La cruz se colocó como memorial permanente en lo alto de la colina Observation Hill, sobre el campamento de la península de Hut Point.

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-FERNAND ARBELOT ("Cimetière du Père Lachaise", París, Francia)

De la vida de Fernand Arbelot no se sabe demasiado. Algunos dicen que fue un músico y actor, y otros, que se desempeñó como arquitecto. En su tumba, ubicada en el "Cimetière du Père Lachaise", en París, Francia, constan los años de su nacimiento y deceso:  1880 -1942. 

El monumento que remata la tumba de Arbelot  lo muestra sosteniendo la cara de su esposa, quien descansa junto a él y a quien deseaba contemplar por toda la eternidad. Fue diseñado por el escultor belga Adolphe Wansart (1873-1954) y construido en 1946. El epitafio en la tumba dice: "Ils furent emerveilles du beau voyage qui les mean jusq'au buot de la vie" ("Se maravillaron de la belleza del viaje que los llevó al final de la vida").

Una leyenda urbana cuenta que, en un pacto suicida, Arbelot, que murió durante la ocupación nazi en París, asesinó a su esposa y luego se quitó la vida.

Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para contarles hoy. Me despido de ustedes con una frase de Kevin Welch: "Habrá dos fechas en tu tumba. Todos tus amigos las leerán pero lo relevante será ese pequeño guión entre ellas."

Buenos  días.