lunes, 11 de abril de 2022

PELÍCULAS DE TERROR Y CRÍMENES INSPIRADAS EN HECHOS REALES III


PELÍCULAS DE TERROR Y CRÍMENES INSPIRADAS EN HECHOS REALES III

"Lo que tenemos aquí es una máquina perfecta. Una máquina devoradora. En realidad, es un milagro de la evolución. Lo único que hace esta máquina es nadar y comer y hacer tiburoncitos y eso es todo."
"Jaws" ("Tiburón", 1975)

Dice el genial Stephen King en el prólogo de su libro de cuentos “Night Shift” (“El umbral de la noche”, 1978) que cree haber encontrado la clave sobre la fascinación que ejercen en los seres humanos las historias de terror en un pequeño fragmento de una crítica de cine de la revista Newsweek: “ Se trataba de un comentario sobre una película de terror, no muy buena, y decía más o menos lo siguiente: «...una película estupenda para las personas a las que les gusta aminorar la marcha y contemplar los accidentes de carretera». Es un buen juicio cáustico, pero cuando uno se detiene a analizarlo comprende que se puede aplicar a todas las películas y relatos de terror. Ciertamente “La noche de los muertos vivientes”, con sus truculentas escenas de canibalismo y matricidio, era una película para personas a las que les gusta aminorar la marcha y contemplar los accidentes de carretera. ¿Y qué decir de la chica que vomitaba sopa de guisantes sobre el sacerdote en “El exorcista”? “Drácula”, de Stoker, que a menudo sirve como punto de referencia para los relatos modernos de horror (y así debe ser, porque se trata del primero con matices francamente psicofreudianos), describe a un maníaco llamado Renfield que engulle moscas, arañas y finalmente un pájaro. Regurgita el pájaro, después de haberlo comido con plumas y todo. La novela también narra el empalamiento —la penetración ritual, se podría decir— de una joven y bella vampira, y el asesinato de un bebé y su madre.
(…)
 “Lo cierto es —y la mayoría de nosotros lo sabemos, en el fondo— que muy pocos podemos dejar de echar una mirada nerviosa, por la noche, a los restos que jalonan la autopista, rodeados por coches patrulla y balizas. Los ciudadanos maduros cogen el periódico, por la mañana, y buscan inmediatamente las notas necrológicas, para saber a quiénes han sobrevivido. Todos experimentamos una breve fascinación nerviosa cuando nos enteramos de que ha muerto un Dan Blocker, o un Freddy Prinze, o una Janis Joplin. Nos embarga el terror mezclado con una extraña forma de gozo cuando Paul Harvey nos cuenta por la radio que una mujer embistió el filo de una hélice en un pequeño aeropuerto de campaña, durante una borrasca, o que un hombre metido en una gigantesca mezcladora industrial se evaporó instantáneamente cuando un compañero de trabajo tropezó con los controles. No hace falta explayarse sobre lo que es obvio: la vida está poblada de horrores pequeños y grandes, pero como los pequeños son los que entendemos, son también los que nos sacuden con toda la fuerza de la mortalidad.
“Nuestro interés por estos horrores de bolsillo es innegable, pero también lo es nuestra repulsa. El uno y la otra se combinan de manera inquietante, y el producto de esta combinación parece ser la culpa..., una culpa quizá no muy distinta de la que acompañaba habitualmente al despertar sexual.
(…)
“…se puede observar una analogía interesante entre el sexo y el miedo. A medida que adquirimos la capacidad de entablar relaciones sexuales, se aviva nuestro interés por dichas relaciones. Ese interés, si no se pervierte, se encauza naturalmente hacia la copulación y la perpetuación de la especie. A medida que tomamos conciencia de nuestra muerte inevitable, descubrimos la emoción llamada miedo. Y pienso que, así como la copulación tiende a la autoconservación, todo temor tiende a la comprensión del desenlace final.”
Por supuesto, coincido absolutamente con la conclusión de Stephen King: muy pocos podemos dejar de echar una mirada nerviosa, por la noche, a los restos que jalonan la autopista, rodeados por coches patrulla y balizas. Está en nuestra naturaleza. La forma en que algunos lo hacemos es consumir literatura y cine de terror. Otros, devoran febrilmente casos policiales o sienten cierta fascinación extraña por los psychokillers. Supongo que los señores que compran La Nación leerán los avisos fúnebres.

Para todos aquellos que tienen asumido que no, que no pueden dejar de mirar el accidente, aunque todavía les dé un poco de vergüencita decirlo en voz alta, va la tercera parte de esta abundante lista de películas de terror y crímenes inspiradas en hechos reales.



“THE EXORCIST” (1973)

"The Exorcist"
 ("El exorcista") es una película de terror norteamericana de 1973 dirigida por William Friedkin, sobre un guion escrito por William Peter Blatty basado en la novela homónima del propio Blatty, publicada en 1971. Está protagonizada por Ellen Burstyn, Jason Miller, Linda Blair y Max von Sydow. La cinta relata los fatídicos hechos de la posesión diabólica de Regan MacNeil, una niña de doce años de edad, y del exorcismo al que más tarde fue sometida. La película fue seguida por “Exorcist II: The Heretic” (“Exorcista II: El Hereje”, John Boorman, 1977), “The Exorcist III” (“El Exorcista III”, William Peter Blatty, 1990), “Exorcist: The Beginning” (“El exorcista: el comienzo”, Renny Harlin, 2004) y "Dominion: Prequel to the Exorcist" ("Dominion: Precuela del exorcista", Paul Schrader, 2005).
William Peter Blatty escribió su novela inspirándose en un exorcismo efectuado en 1949 a un niño de 14 años, del que oyó hablar en 1950, cuando recibía clases en la Universidad de Georgetown, un centro dirigido por sacerdotes jesuitas. El adolescente, a quien la Iglesia Católica le dio posteriormente el seudónimo de Roland Doe para proteger su verdadera identidad, era hijo único de una familia de origen alemán y de creencias lutero-cristianas. Luego de utilizar una tabla Ouija para contactarse con una tía fallecida, su personalidad cambió rotundamente, comenzó a repeler todo objeto religioso y a hablar con voz extraña en dialectos irreconocibles. En su casa los muebles comenzaron a moverse solos y muchos objetos, a levitar. El caso llegó a oídos de un reverendo local, William S. Bowdern, quien, estupefacto, no sólo presenció estos fenómenos, sino que también vio como la cama del muchacho se sacudía sola y en su pecho aparecían varios arañazos en forma de letras, como “si alguien los hubiera trazado desde dentro con un cuchillo”. El religioso consiguió autorización para realizarle un exorcismo que se prolongó por seis semanas y culminó felizmente.
Después de la pesadilla por la que pasó, Roland Doe,  tuvo una vida absolutamente normal. Se casó, fue padre de dos hijos, ejerció un empleo gubernamental y se radicó en los alrededores de Maryland.


“L’AFFAIRE DOMINICI” (1973)

“L’Affaire Dominici” (“El affaire Dominici”) es un thriller dramático dirigido por Claude Bernard-Aubert en 1973, basado en hechos reales, protagonizado por Jean Gabin. Se denomina affaire Dominici a la investigación criminal sobre el triple asesinato de tres turistas británicos en Francia. Durante la noche del 4 al 5 de agosto de 1952, Sir Jack Drummond, un científico de 61 años, su esposa Anne Wilbraham, de 45, y la hija de ambos,  Isabel,  de 10, fueron asesinados junto a su coche, que estaba estacionado en las cercanías de La Grand'Terre, una granja perteneciente a la familia Dominici, situada cerca del pueblo de Lurs en el departamento de Basses-Alpes (ahora Alpes-de-Haute-Provence). El patriarca de la familia, Gaston Dominici, fue condenado por los tres asesinatos en 1957 y sentenciado a muerte, aunque  se creía en general que su culpabilidad no estaba claramente establecida. Ese mismo año, el presidente René Coty conmutó la pena capital por cadena perpetua y el 14 de julio de 1960, el presidente Charles de Gaulle ordenó la liberación de Gaston Dominici por razones humanitarias debido a su mal estado de salud.


“BADLANDS” (1973)

“Badlands” (“Malas tierras”) es una película de 1973 escrita y dirigida por Terrence Malick, protagonizada por Martin Sheen y Sissy Spacek. Cuenta la historia del rebelde Kit Carruthers, quien se enamora de la joven de 15 años Holly Sargis y decide dejar atrás su mediocre vida y alcanzar el triunfo sea como sea.
La película es una dramatización de los  asesinatos cometidos por Charles Starkweather, de 19 años,  y su novia Caril Ann Fugate, de 14, quienes, entre diciembre de 1957 y enero de 1958, dejaron una seguidilla de once muertos en el trayecto entre Nebraska y Wyoming (tres de esos muertos fueron la madre, la hermana y el padrastro de la chica). La pareja fue capturada el 29 de enero de 1958Starkweather fue ejecutado diecisiete meses más tarde, mientras que Fugate cumplió 17 años de prisión.


“THE TEXAS CHAINSAW MASSACRE” (1974)

“The Texas Chainsaw Massacre” (“La masacre de Texas”)  es una película de terror independiente de 1974, producida, escrita y dirigida por Tobe Hooper. Narra la historia de dos hermanos que viajan junto a un grupo de amigos a Texas, con el objetivo de visitar la tumba de uno de sus abuelos que, supuestamente,  ha sido profanada. En el trayecto son atacados por una familia de caníbales. La película tuvo varias secuelas: “The Texas Chainsaw Massacre 2 (“La masacre de Texas 2”, Tobe Hooper, 1986)“Leatherface: Texas Chainsaw Massacre III” (“Leatherface: La masacre de Texas 3”, Jeff Burr, 1990), “The Texas Chainsaw Massacre: The Next Generation”(“La masacre de Texas : la nueva generación”, Kim Henkel, 1994), “The Texas Chainsaw Massacre” (“La masacre de Texas”,  Marcus Nispel, 2003, remake de la película de 1974), “The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning” ("La masacre de Texas: el inicio”, Jonathan Liebesman, 2006, precuela de la anterior), “Texas Chainsaw 3D (La matanza de Texas 3D”,  John Luessenhop, 2013) y Leatherface” ( Alexandre Bustillo y Julien Maury, 2016).
Si bien la historia de “The Texas Chainsaw Massacre” es absolutamente ficticia, su villano por excelencia y uno de los más famosos del cine de terror, Leatherface (Cara de cuero) está, al igual que Norman Bates (“Psycho”), claramente inspirado en Ed Gein, un asesino en serie de Wisconsin que  cometió sus crímenes durante la década del ’50. Cuando se descubrieron sus homicidios se hallaron en su casa unos cuantos objetos realizados con piel y huesos humanos, similares a los que aparecen en el filme de Hoope. Se encontró, también, un vestuario completo fabricado con piel humana, que incluía pantalones, un torso con pechos, y varias máscaras muy parecidas a las que Leatherface usa en la película.


"DERANGED: THE CONFESSIONS OF A NECROPHILE" (1974)

“Deranged” (“Trastornado”), también conocida como “Deranged: The Confessions of a Necrophile” (“Trastornado: Confesiones de un necrófilo”), es una película de terror canadiense-americana dirigida por Alan Ormsby y Jeff Gillen en 1974 y protagonizada por Roberts Blossom, que, además de actor era poeta. Se trata de otra cinta inspirada en las macabras andanzas de Ed Gein.
Ezra Cobb  (el álter ego de Gein, magistralmente interpretado por Roberts Blossom) vive con su madre en una región no identificada del Medio Oeste. La mujer, una fanática religiosa, lo ha adoctrinado desde su infancia para que odie a las mujeres. Tras su muerte, Ezra cae en un espiral de locura que lo lleva a  desenterrar cadáveres, utilizando la piel y los huesos para fabricar indumentaria y mobiliario. Pronto, sus obsesiones van más allá de los muertos y se convierte en un asesino en serie.
La película desapareció después de su lanzamiento en 1974 y fue redescubierta en Florida a mediados de los años ’90, convirtiéndose rápidamente en un filme de culto.   


“JAWS” (1975)

"Jaws" ("Tiburón") es un filme estadounidense de terror, suspenso y aventuras de 1975, siendo su estreno recordado como un verdadero hito en la historia del cine. Dirigido por Steven Spielberg, se basa en la novela homónima del escritor Peter Benchley. La película, estelarizada por Roy Scheider, Richard Dreyfuss y Robert Shaw, cuenta cómo un enorme tiburón blanco  ataca a los bañistas en las playas de Amity Island. Estos sucesos llevan al jefe de la policía local a enfrentarse con las autoridades, que no quieren espantar a los turistas (de los que depende la economía de Amity) y  emprender la caza del escualo junto a un biólogo marino y un cazatiburones profesional. La película tuvo tres secuelas directas "Jaws 2" ("Tiburón 2", Jeannot Szwarc, 1978), "Jaws 3" ("Tiburón 3", Joe Alves, 1983) y  "Jaws: The Revenge" ("Tiburón: la venganza", Joseph Sargent, 1987).
Peter Benchley, autor de novela original, basó su historia en una serie de ataques de tiburones a lo largo de la costa de Nueva Jersey, Estados Unidos, entre el 1º y el 12 de julio de 1916, en los que murieron cuatro personas y una resultó herida. Los incidentes ocurrieron durante una muy fuerte ola de calor, en pleno verano, y  en el auge del brote de la epidemia de polio en el noreste de Estados Unidos, circunstancias que llevaron  a miles de personas a los balnearios de la costa de Jersey.
La reacción local y nacional a los ataques  incluyó una ola de pánico que llevó a la caza de tiburones con el objetivo de erradicar la población de tiburones devoradores de hombres y proteger las economías de las comunidades costeras de Nueva Jersey. Las ciudades del balneario cerraron sus playas públicas con redes de acero para proteger a los bañistas.
Antes de 1916, el conocimiento científico sobre los tiburones se basaba en conjeturas y especulaciones. Los sucesos acontecidos en la playas de Nueva Jersey obligaron a los ictiólogos a reevaluar las creencias comunes sobre las habilidades de los tiburones y la naturaleza de sus ataques.



“THE LEGEND OF LIZZIE BORDEN” (1975)

“The Legend of Lizzie Borden” (“La leyenda de Lizzie Borden”) es una película estadounidense de 1975, dirigida por  Paul Wendokos para la televisión, con Elizabeth Montgomery como protagonista principal. Es una recreación de los hechos acontecidos el 4 de agosto de 1892, cuando Andrew Borden y su mujer  (padre y madrastra de Lizzie Borden) fueron asesinados con un objeto afilado (probablemente un hacha) en su casa de Massachusetts. Lizzie Borden fue la única sospechosa de los homicidios, aunque fue absuelta en un controvertido juicio. 
El doble asesinato, el posterior juicio y el hecho de que nadie fue finalmente condenado por las muertes convirtieron esta historia en una causa célebre en EE. UU., y aún hoy sigue siendo un episodio que desafía al mundo de la criminología. Lizzie Borden nunca pudo deshacerse de las sospechas que cayeron sobre su persona  y se ha convertido en  una figura muy importante en el folklore estadounidense.
Como curiosidad, vale acotar que la bellísima Elizabeth Montgomery era prima sexta de Lizzie Borden, ya que su ascendencia se remontaba al John Luther, residente de Massachusetts en el siglo XVII. Rhonda McClure, la genealogista que documentó la conexión Montgomery-Borden dijo: "Me pregunto cómo se habrá sentido Elizabeth al saber que estaba interpretando su propia prima." Uno de los vestidos usados por Montgomery en la película está en exhibición en la casa original de los Borden, que hoy es un hotel temático, el Lizzie Borden Bed and Breakfast Museum.


"THE MAIDS" (1975)

"The Maids" es una película británica de 1975 dirigida por Christopher Miles, protagonizada por Glenda Jackson, y Susannah York. Se centra en las vidas de Solange y Claire, dos sirvientas que construyen elaborados rituales sadomasoquistas cuando su señora (Madame) está ausente. El foco de su dramatización es el asesinato de Madame, y se turnan representando ambos lados de la división de poder.
La película está inspirada en el caso de las hermanas Christine y Léa Papin, dos muchachas de la ciudad de Le Mans consideradas mucamas modelo, sin ningún problema con Monsieur y Madame Lancelin, sus patrones, pero que en un ataque de furia homicida asesinaron salvajemente a la señora y a su hija Geneviéve.
El 2 de febrero de 1933 Christine, de 28 años, y Léa, de 22, estaban planchando cuando hubo un corte de luz. Entonces, y sin motivo alguno, ambas se precipitaron sobre sus víctimas utilizando primero martillos y cacerolas y después cuchillos, arrancándoles los ojos con sus propias manos.  Cuando llegó la policía, estaban en la cama, acurrucadas una junto a la otra. La casa estaba llena de sangre.
La prensa de la época especuló con una pasión anormal entre hermanas. La opinión pública se dividió: para unos, las Papin eran monstruos; para otros, víctimas expiatorias de la ferocidad burguesa. Se consultó a médicos y psiquiatras, pero luego de un corto debate el jurado condenó a Christine a la pena de muerte y a Léa, a diez años de trabajos forzados. La condena de Christine fue conmutada más tarde por cadena perpetua. Murió en 1937 en el Hospital Psiquiátrico de Rennes, presa de alucinaciones e intentando arrancarse los ojos. 
Léa Papin fue liberada de la prisión en 1941 y se desconoce la fecha exacta de su muerte.


“LAS POQUIANCHIS” (1976)

“Las Poquianchis” es una película mexicana inspirada en el caso de las hermanas González Valenzuela. Fue dirigida por Felipe Cazals en 1976.
Las Poquianchis  fue el nombre con el que se conoció a este grupo de asesinas seriales mexicanas activas entre 1950 y 1964, principalmente en la ciudad de San Francisco del Rincón, Guanajuato, México. El grupo estaba conformado por cuatro hermanas de la familia González Valenzuela. Delfina González Valenzuela era la líder. Las otras tres mujeres que pertenecían al clan criminal eran María de Jesús González Valenzuela, María del Carmen González Valenzuela y María Luisa "Eva" González Valenzuela.
Las cuatro mujeres eran dueñas de varios burdeles en Guanajuato y Jalisco,  y sus víctimas fueron en su mayoría prostitutas  a su servicio,  aunque también asesinaron a clientes y bebés de las mujeres esclavizadas. Su número confirmado de víctimas es de 91, pero se cree pudieron matar a más de 150 personas. Mantuvieron su red de prostitución protegidas por las autoridades municipales y estatales hasta 1964, cuando la aparición de  los cadáveres de unas jóvenes asesinadas y enterradas por órdenes de las Poquianchis destapó la cloaca de corrupción y crimen que rodeó a estas macabras mujeres. 


“EATEN ALIVE” (1976)

“Eaten Alive” (“Trampa mortal”) es una película de terror estadounidense dirigida por Tobe Hooper  en 1977. Relata las andanzas del propietario de un hotel de carretera que alimenta a su mascota, un enorme cocodrilo, con carne humana.
El argumento de la película  está vagamente inspirado en la historia del asesino en serie estadounidense Joe Ball, apodado "el Hombre Aligator”, “el Carnicero de Elmendorf” “el Barba Azul de Texas”. Se lo acusa de haber matado alrededor de veinte mujeres en la década del ’30, aunque muchas veces se ha puesto en duda su existencia y hay quienes lo consideran un personaje ficticio, parte del folklore de Texas.
Supuestamente, Ball era propietario de un bar en Texas, el  Sociable Innen cuyos fondos tenía un estanque con cinco cocodrilos. Solía cobrar a sus clientes a cambio de ofrecerles un macabro espectáculo: ver como sus mascotas se alimentaban con perros y gatos vivos.
En la zona comenzaron a desaparecer jóvenes de mujeres, casi siempre camareras del bar, algunas de las cuales habían tenido relaciones sentimentales con Joe Ball, incluyendo dos de sus esposas. Tras muchas sospechas y especulaciones, sumadas a la declaración de un vecino de Ball  que aseguró haberlo visto descuartizar el cuerpo de una mujer y lanzarlo a sus hambrientas mascotas, los Rangers de Texas entraron en el Sociable Inn el 24 de septiembre de 1938, para examinar el lago de Joe. Mientras realizaban el registro, Ball cogió una pistola y se pegó un tiro en la cabeza. Los caimanes fueron donados al Zoo de San Antonio.

Hasta aquí, mis queridos, la tercera parte de esta jugosa lista de películas de terror y crímenes inspiradas en hechos reales.  Me despido de ustedes con unas palabras de Stephen King con las que siempre me sentí absolutamente identificada: “A veces me preguntan cuál es la primera película de terror que recuerdo y yo siempre respondo que “Bambi”. Mi madre me llevó a verla al cine y me acuerdo de la escena del incendio con los animales huyendo. Era realmente terrorífica. De vuelta a casa tenía miedo de que el fuego me atrapara a mí”.

Buenas tardes.

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